Dar más de lo que recibes

A todos en algún momento de nuestra vida nos ha pasado que sentimos que damos más de lo que recibimos, ya sea en el entorno familiar, de amigos o pareja. Hoy vengo a darle nombre a este suceso, que se denomina codependencia.

La codependencia es un patrón de comportamiento emocional y psicológico en el cual una persona establece relaciones interpersonales desequilibradas y, a menudo, disfuncionales con otra persona, generalmente con un miembro de la familia o pareja. En estas relaciones, la persona codependiente tiende a poner las necesidades y deseos de la otra persona por encima de las suyas propias, llegando incluso a descuidar su propio bienestar emocional, físico y mental.

Las personas codependientes suelen ser personas buenas, comprensivas, serviciales, responsables, organizadas, trabajadoras y con una gran capacidad para ayudar a otros a resolver sus problemas. Posponen la atención de sus propias necesidades para atender a los demás, sin embargo, con frecuencia sufren en silencio porque se sienten enfadados, decepcionados y agobiados dado que sienten que dan mucho más de lo que reciben.

Estas personas pueden tener dificultades para tomar decisiones y con frecuencia terminan siendo explotados o engañados por los demás. Sufren en silencio y reprimen sus emociones, además tienen miedo al abandono, lo que les lleva a soportar mucho más tiempo las relaciones insatisfactorias y a veces destructivas. También debido a los altos niveles de estrés en su vida, suelen enfermar físicamente.

Lo peor de todo esto es que la codependencia es vista por ellas mismas y por otras personas como algo normal debido a que la cultura reconoce las conductas de auto sacrificio, como una cualidad, más aún cuando se trata de las mujeres.

Esta codependencia puede estar relacionada por una combinación de factores individuales, familiares y sociales.

  1. Entorno Familiar Disfuncional: Muchas veces, la codependencia tiene sus raíces en entornos familiares disfuncionales, donde puede haber problemas como adicciones, abuso emocional o físico, enfermedades mentales no tratadas, o patrones de comportamiento poco saludables. Los miembros de la familia pueden desarrollar roles específicos para sobrellevar estas dinámicas, y la codependencia puede surgir como una estrategia de afrontamiento.
  2. Modelos Parentales: Los modelos de comportamiento que se observan en la infancia, especialmente en las relaciones parentales, pueden influir en la forma en que una persona se relaciona con los demás en su vida adulta. Si los padres o cuidadores son codependientes, es más probable que los hijos adopten patrones similares.
  3. Baja Autoestima: Las personas con baja autoestima pueden ser más propensas a desarrollar comportamientos codependientes. Buscar validación y autoestima a través de la atención y aprobación de los demás puede convertirse en una forma de compensar la falta de confianza en uno mismo.
  4. Miedo al Abandono: El miedo al abandono o al rechazo puede ser un factor importante en la codependencia. Las personas pueden comprometer sus propias necesidades y deseos para evitar conflictos o perder la conexión emocional con los demás.
  5. Expectativas Culturales o Sociales: En algunas culturas o entornos sociales, puede existir una presión para cumplir roles específicos en las relaciones, lo que podría contribuir al desarrollo de comportamientos codependientes.

Es importante señalar que la codependencia no está limitada a un género, edad o clase social específicos, y sus causas pueden variar de una persona a otra.

Codependencia en relaciones: el caso de María

María, una mujer de 38 años, ha buscado ayuda psicológica debido a su constante cansancio y falta de ánimo. Durante la terapia, revela un entorno familiar tenso, marcado por el consumo excesivo de alcohol por parte de su esposo Juan. Este comportamiento desencadena recuerdos traumáticos en María, quien vivió situaciones similares en su infancia, cuando su padre golpeaba a su madre. A pesar de la violencia y el maltrato en su matrimonio, María se siente atrapada y teme la posibilidad de separarse, sintiéndose incapaz de afrontar la situación económicamente.

A lo largo de su vida, María ha asumido roles de responsabilidad, destacándose en su carrera laboral y siendo el sostén económico de la familia. Sin embargo, al casarse con Juan, abandonó su trabajo y se dedicó al hogar, buscando en él el amor y la protección que anhelaba. La relación con Juan se deteriora con el tiempo, ya que enfrentan problemas económicos y él recurre al alcohol, repitiendo patrones de violencia que ambos presenciaron en sus familias durante la infancia.

María siente vergüenza de su situación y trata de ocultarla, aunque sus seres queridos son conscientes de la problemática. A pesar de los actos violentos de Juan, María lo justifica y busca cambiarlo, creyendo que él atraviesa una mala racha. La terapia revela que María se siente atrapada en un ciclo de desesperación, culpabilidad y, en ocasiones, tiene pensamientos suicidas como una posible solución para poner fin a su sufrimiento.

Este caso real muestra un típico guion de codependencia, existe un patrón de relación dependiente en la pareja que se caracteriza por frecuentes estados de insatisfacción y sufrimiento personal. María se centra en atender a las necesidades de su pareja y de otras personas sin tener en cuenta las suyas propias.

Referencias:

Martin, A. L. (1992). Codependency: DSM-III-R personality disorder or popular descriptive term. Tesis de Doctorado. Universidad de Toledo. Dissertation Abstracts International. Vol. 2., №8. Febrero.

Noriega Gayol, G. (2014). El guión de la codependencia en relaciones de pareja: diagnóstico y tratamiento. México, D.F, Mexico: Editorial El Manual Moderno.

May, D. (2000). Codependencia la dependencia controlada, la dependencia sumisa. Bilbao: Desclée de Brouwer.

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