Emociones navideñas.

A medida que se acerca diciembre, notamos cómo todo a nuestro alrededor adquiere un ambiente navideño y se llena de un encanto especial.

La Navidad es un período de reuniones familiares, celebraciones, diversión y encuentros. Es una época llena de emociones intensas, donde el afecto, la alegría y la empatía están muy presentes.

No obstante, hay personas que experimentan la Navidad de manera diferente, sintiendo aversión hacia ella y enfrentándose a sentimientos de tristeza, melancolía o malestar. ¿A qué se debe esta mezcla de sensaciones?

Nuestra actitud en Navidad se ve influida por nuestras experiencias pasadas, traumas o recuerdos de la infancia, así como por la situación en la que nos encontramos en estos días.

Cuando éramos niños, vivíamos la Navidad con entusiasmo, asociándola con regalos, vacaciones escolares, tiempo libre y momentos divertidos en familia. Sin embargo, a medida que crecemos, ese entusiasmo tiende a disminuir.

¿Qué es la depresión navideña?

Se trata de un trastorno afectivo estacional, donde los días navideños evocan en cada individuo lo que su memoria guarda de estas fechas.

Algunos factores que contribuyen a esa sensación de vacío en Navidad incluyen traumas pasados, como disputas familiares o momentos difíciles. La pérdida de un ser querido o la sensación de soledad también pueden acentuar estos sentimientos. Además, el estrés asociado con la preparación de las festividades, los gastos excesivos y la atención a los demás, así como la que desearíamos recibir, puede generar tensiones.

Es normal experimentar este contraste de emociones, ya sea por la nostalgia del pasado, la tristeza del presente o la preocupación por el futuro. No es necesario ocultar estos sentimientos; simplemente hay que aceptarlos, compartirlos si es necesario y, si se siente que es apropiado, buscar ayuda y apoyo.

Bibliografía:

García, L. M. Recuerdos, neurociencia y Navidad, parte II.

Guillén, L.A. (2022) La depresión navideña, diciembre.

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