¿Existen los déja vú?

¿Quién no ha tenido alguna vez la inquietante sensación de estar repitiendo una experiencia ya vivida a pesar de que en realidad es totalmente nueva? Este fenómeno bautizado por Emile Boirac como déjà vu (“ya visto”, en francés) hace más de un siglo despertó la curiosidad de centenares de científicos a lo largo de la historia.

El déjà vu o paramnesia es una reacción psicológica que produce que el cerebro le transmita a la persona que ha estado en el lugar en el que se encuentra sin quizás haber estado nunca, o que conoce a alguien, aunque jamás lo haya visto antes o, inclusive, que se sienta algo que no se sintió en otra oportunidad. En síntesis, es la experiencia de percibirse como testigo anterior de una situación nueva, pero que en realidad nunca ocurrió.

Ésta sensación dura entre 10 y 30 segundos (las alucinaciones y los falsos recuerdos con los que a menudo se confunde duran mucho más) y tiene un carácter imprevisible y fugaz que guarda relación con el proceso de la memoria y la conciencia humana.

Se produce porque el cerebro tiene varios tipos de memoria. La memoria inmediata, capaz de repetir un número telefónico y luego olvidarse de ellos; la de corto plazo, con sucesos que se perciben como pertenecientes al presente y dura unas pocas horas, y la de largo plazo, con acontecimientos que se distinguen como pertenecientes al pasado y conservamos meses o, incluso, años.

Como ya hemos dicho, se trata de una sensación que tiene lugar en el cerebro, por tanto, tenemos que tener en cuenta que hay alguna alteración del sistema cognitivo que nos hace vivir esta experiencia.

Normalmente, cuando nuestra memoria recuerda algo del pasado, el cerebro activa un circuito del lóbulo temporal. Esta es la manera que tiene nuestro órgano de que aparezcan los recuerdos en nuestra mente. Pero, cuando tenemos un Déjà vu, lo que ocurre es que este circuito se activa en un momento en el que no tendría que activarse y, por tanto, nuestra sensación es la de que estamos teniendo un recuerdo.

Debido a que se trata de una sensación “extraña” e inusual, muchas han sido las personas que han querido relacionar estos acontecimientos con fenómenos paranormales.

Algunas personas asocian el hecho de experimentar Déjà vu con que existan universos paralelos. De hecho, el físico Michio Kaku defendía que existe una posibilidad de que este hecho sea causado porque el cerebro humano tiene la capacidad de estar presente en varios universos.

En estos casos, se comparan las ondas cerebrales con las radiofónicas y, por tanto, se considera que podemos “vibrar al unísono” con un universo paralelo que está en otra frecuencia de la realidad.

También hay otras teorías más “místicas” que relacionan los Déjà Vu con las vidas de nuestro espíritu o almas. En estos casos, se cree que estas vivencias no dejan de ser recuerdos de otras vidas que ha tenido nuestro ente espiritual y, por eso, nosotros somos incapaces de recordarlas.

Existen muchísimas otras teorías sobre los Déjà Vu como, por ejemplo, que son producto de abducciones alienígenas. Sin embargo, a nivel científico tan solo podemos tener claro que, en realidad, lo que ocurre es un fallo de conexión cerebral. Y esto hace que nuestra mente recree una situación nueva como ya vivida.

Otra de las hipótesis más aceptadas es la del almacenamiento demasiado rápido de la información. Esta teoría nos dice que los Déjà vu suceden porque la información nerviosa de uno o varios sentidos llega más deprisa al cerebro que la de los otros sentidos.

En condiciones normales, la información de los cinco sentidos debe llegar de forma simultánea para así procesarla como un único conjunto. En este sentido, esta hipótesis nos dice que sería posible que, en determinadas ocasiones, algún sentido enviará la información más rápido de lo normal.

Debido a que existen varias teorías, os animo a que dejéis volar vuestra imaginación y creáis la que más os llame la atención.

Bibliografía

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