Hechos psicológicos que puede que no supieses

1. ¿Cuánto pesa el cerebro?

El cerebro de los hombres es ligeramente más pesado que el de las mujeres. La cifra promedio entre los varones está en los 1.400 gramos, mientras que el cerebro femenino pesa 1.250 gramos.

Esto no significa que el hombre tenga una mayor inteligencia que la mujer, como pudimos ver en el artículo

“¿Son más inteligentes las mujeres o los hombres?”

Aunque es cierto que, tiempo atrás, los primeros científicos que midieron el peso de los cerebros llegaron, equivocadamente, a la conclusión de que el hombre debía poseer mayores dotes intelectuales. La diferencia de tamaño se debe a un principio de proporcionalidad, y en tanto que el hombre suele ser más alto y pesado que la mujer, el tamaño del cerebro se ajusta a estas proporciones corporales, por lo que a mayor cuerpo, mayor será el cerebro.

2. Siempre que dormimos, soñamos.

No siempre somos capaces de recordar los sueños que hemos tenido, pero varias investigaciones científicas han revelado que la actividad cerebral durante el sueño genera que soñemos al alcanzar la fase REM durante el descanso.

Los estudios muestran que no recordamos el 90% del contenido de nuestros sueños y que, aun si llegásemos a recordarlos, la mitad de este contenido lo olvidaríamos al cabo de cinco minutos de despertarnos, ya que el cerebro capta nuevos estímulos y tiende a desprenderse de esa información. Si quieres recordar más y mejor tus sueños, resulta bastante útil apuntar lo más detalladamente posible todos tus sueños en un bloc de notas que tengas sobre la mesilla de noche, cada día al despertarte.

3. Existen personas incapaces de reconocer caras.

Estos casos de personas que no pueden reconocer rostros están causados por un trastorno denominado prosopagnosia (del griego prosopon, que significa “rostro” y agnosia, que refiere a “falta de conocimiento”), y esto les imposibilita reconocer las caras.

Este impedimento provoca que no puedan reconocer los rostros familiares, por lo que son incapaces de reconocer a sus allegadosmediante su imagen y deben recurrir a observar algunas características concretas, como la forma de andar, el tono de voz, o algún otro rasgo distintivo exceptuando el rostro para poder ser conscientes de quién tienen enfrente. En casos más severos, los afectados pueden no ser capaces de reconocerse ellos mismos delante de un espejo o viéndose en una fotografía.

4. La amnesia sí permite recordar

Aunque es cierto que siempre se transmite la idea de que la amnesia elimina los recuerdos pasados de la persona que la ha sufrido después del trauma, en realidad esta tipología de amnesia, denominada “retrógrada”, es muy poco habitual.

El tipo de amnesia más común es la llamada amnesia anterógrada. Se trata de una amnesia en que la persona es capaz de recordar prácticamente todo lo pasado con normalidad, pero en cambio no puede recordar nada de lo que va viviendo, no es capaz de recordar lo que le ocurrió ayer, o incluso es incapaz de recordar lo que hizo diez minutos atrás. Esta forma de amnesia es la más habitual entre las personas que sufren demencia.

5. Los recuerdos siempre cambian

Otra de las curiosidades psicológicas más interesantes tiene que ver con la memoria. Y es que a pesar de que muchas veces utilicemos la metáfora de los archivos llenos de documentos para referirnos a cómo son los recuerdos contenidos en nuestro cerebro, lo cierto es que todos nuestros recuerdos cambian constantemente, hagamos lo que hagamos. Es imposible que los contenidos de nuestra memoria permanezcan siempre igual.

6. El límite de la memoria de trabajo

En la mayoría de las personas, la memoria de trabajo funciona sin demasiados problemas a no ser que los elementos que debemos conservar o manipular en ella sean más de siete.

7. El efecto 3ª persona

El fenómeno psicológico llamado “efecto tercera persona” consiste en que, como norma general, tendemos a creer que somos menos susceptibles a creer informaciones falsas en comparación a la mayoría de las personas, y que aquellas personas con las que tenemos contacto habitual y que apreciamos también son menos crédulas que el ciudadano promedio.

8. La relación entre dormir y la memoria

Cada vez que dormimos, contribuimos a que la información recopilada durante la jornada quede consolidada en nuestra memoria.

9. Los polos opuestos no se atraen.

Las parejas formadas por personas con intereses o personalidades muy diferentes tienden a pasar por más problemas que aquellas formadas por personas similares.

10. El límite de 150 en un grupo

Los grupos de más de 150 personas (aproximadamente) necesitan de una serie de normas y roles claramente asignados que permitan crear sub-grupos para funcionar bien y no generar conflictos. Esto es lo que se conoce como el número de Dunbar.

Referencias:

  • Terrazas, B. (2019). Algunos datos interesantes del cerebro. UNAM Global.
  • Eliot, L., Ahmed, A., Khan, H. , Paterl, J. (2021). Existen pocas diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres. Neurología.com.
  • Nichols, H., Legg, T.J. (2020). ¿Qué significa lo que soñamos? MedicalNewsToday.
  • Korneeva, M. (2022). Dormir bien de noche es un reconstituyente para la memoria. El País.
  • Pescador, D. (2022). Por qué no puedes tener más de 150 amigos. ElDiario.es.
  • Sánchez Cuevas, G. (2018). Los polos opuestos se atraen, ¿mito o realidad? La mente es maravillosa.
  • Carrero Puerto, M. (2022). ¿Qué es el efecto tercera persona? La mente es maravillosa.
  • García M. (2020). La memoria de trabajo. Glifing.
  • Romero, S. (2021). Los recuerdos cambian cada vez que los traemos a la mente. Muy interesante.

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