¿INFLUYEN LOS RECUERDOS EN NUESTRA CONDUCTA?

Si queremos conocer una posible relación entre ambos conceptos, primeramente deberíamos comprender sus definiciones.

Por un lado, el recuerdo es una capacidad que nuestra memoria posee, la cual nos permite almacenar informaciones, retenerlas y, por último, devolverlas al presente. Por el otro, la conducta es la forma o manera en que los individuos se comportan y actúan en una situación concreta o general.

La memoria, además de ser la facultad de la que gozamos para almacenar, guardar información, también crea una estructura de vida de cada individuo concreto , la cual influirá muchísimo en su posterior forma de ser, comportamiento, conducta… Aquí también interviene el conocimiento, el cual también almacenamos gracias a la memoria. Este nos permite tomar conciencia de experiencias vividas. De esta forma, la memoria actualiza la existencia de cada persona según haya tenido comportamientos positivos o negativos en el pasado, y ahora, en base a esas experiencias, se intenta regular nuestra conducta porque a partir de la evocación del pasado es posible reconstruir lo vivido.

En definitiva, podemos concluir que nuestros recuerdos influyen directamente en nuestra conducta. Estos harán que actuemos de una manera u otra y serán claves a la hora de comportarnos de una determinada manera.

REFERENCIAS

Membiela-Pollán, M., Picatoste-Novo, X., & Faustino, J. P. d. J. (2021). Comportamiento del consumidor y nostalgia: Revisión y análisis bibliométrico sobre retromarketing. Atlantic Review of Economics, 5(1), 1–20.

Páez-Blarrina, M., Gutiérrez-Martínez, O., Valdivia-Salas, S., & Luciano-Soriano, C. (2006). Terapia de aceptación y compromiso (ACT) y la importancia de los valores personales en el contexto de la terapia psicológica. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 6(1), 1–20.