JUGAR CON NUESTRAS ESPECTATIVAS

Efectivamente, esto es lo que hace el refuerzo intermitente en nosotros. Se habla de él sobre todo para referirnos a las relaciones de pareja, las famosas relaciones tóxicas. Pero lo podemos ver aplicado en muchas más situaciones, la única regla que cumple en todos los casos es la adicción que genera. Veamos por ejemplo en las redes sociales, en nuestro correo electrónico, en los videojuegos… nos mantienen refrescando constantemente a la espera de un nuevo mensaje, de una nueva notificación, de un nuevo premio.

Para explicar el funcionamiento de este tipo de refuerzo empezaremos explicando un poco por encima como funciona el condicionamiento operante. El c.operante consiste en que nosotros realizamos una conducta porque hemos aprendido que cuando lo hacemos obtenemos una consecuencia que es apetitiva para nosotros, con lo cual, este resultado satisfactorio se convierte en un refuerzo para nosotros. Un ejemplo sería el de sacar buenas notas tras haber estudiado. Pero un reforzador también puede ser un estímulo discriminativo, por ejemplo, saber que vamos a encontrar ropa a un precio más barato JUSTO cuando están en rebajas. El anuncio de rebajas funcionaría como estímulos discriminativo y también como reforzador, haciendo que compremos en esos momentos concretos.

En el caso del refuerzo intermitente este reforzador unas veces tiene resultado y otras no. El ejemplo clásico es el de las máquinas tragaperras: sabes que si pulsas algunas teclas conseguirás el premio, pero no siempre ocurre, no siempre obtienes la combinación perfecta. Es precisamente eso lo que te mantiene enganchado y expectante para recibir el premio. El no saber en cuál intento tu acción tendrá resultado.

Todo esto se puede aplicar a las redes sociales (estás pendiente todo el rato esperando ese refuerzo (interacción) que buscas), a las relaciones de pareja (no sabes cómo reaccionará hoy, puede que lleve 2 días hablándote seco y de repente al tercer día decide que te trata con todo el cariño del mundo, esa incertidumbre de no saber cuándo obtendrás lo que tú quieres es lo que te mantiene a la espera)… a muchas situaciones de nuestro días a día.

Lo que aprende aquí el cerebro es que hay un número de veces que su acción no va a tener consecuencia, pero que tras un número (no determinado) obtendrá la consecuencia que espera. El problema de este tipo de reforzamiento, y el por qué es tan adictivo, se debe a que, si la persona asocia que unas veces va a ocurrir y otras no, no sabe cuando debe parar. No sabe cuando va a ser el momento en el que su acción no va a ser reforzada más veces. Por eso se mantiene más en el tiempo una conducta reforzada intermitentemente que una reforzada continuamente.

BIBLIOGRAFÍA

Caso, L. (2021, 21 junio). El refuerzo intermitente: por qué cuesta tanto desengancharse de una pareja que te trata mal. Mujer Hoy. https://www.mujerhoy.com/vivir/sexo-pareja/202008/24/que-es-refuerzo-intermitente-pareja-ruptura-20200824104218.html

El niño interior. (2021b, julio 22). El Prado Psicólogos. https://www.elpradopsicologos.es/blog/el-nino-interior/

--

--