¿La ansiedad es necesaria o debemos evitarla?

Muchos piensan que la ansiedad es “mala”. Muchos van al psicólogo y dicen “tengo ansiedad”. La ansiedad no la podemos curar, no es ni buena ni mala, aunque es cierto que en casos extremos y en ocasiones no sabemos cómo gestionarla debido a todos los efectos que produce en nuestro cuerpo.

Y muchos dirán: ¿por qué no es mala la ansiedad? Pues la ansiedad nos permite actuar y tomar decisiones, y nos hace estar en alerta ante ciertas situaciones de peligro; y lo cierto es que una situación estresante no tiene por qué ser perjudicial.

Como he mencionado anteriormente, hay ocasiones extremas en las que no sabemos cómo gestionar todos los cambios que produce en nuestro cuerpo. Algunos cambios que produce y que, normalmente, no sabemos gestionar son:

  • Reacciones cutáneas: nuestro sistema nervioso tiende a producir más sangre lo que hace que provoque en nosotros una mayor sudoración, frío, mejillas sonrojadas…
  • Problemas cardiovasculares: se produce cuando la ansiedad es crónica en nosotros. Algunas personas pueden padecer hipertensión, arritmias… Debido al aumento constante del ritmo cardiaco producido por ciertas crisis.
  • Insomnio: la ansiedad prolongada hace que se altere los niveles de cortisol, lo que provoca que en ves de que se reduzcan por la noche para que podamos descansar, estos aumenten.
  • Cerebro: puede llegar a dañar determinadas áreas cerebrales que puede afectar a la memoria a corto o a largo plazo, mayor dificultad de atención y concentración. Además puede provocar un desgaste físico que hace que nos sintamos agotados y con un mayor nivel de fatiga.

Además, el hecho de no saber gestionar la ansiedad puede llegar a provocar depresión y es un hecho cada vez más generalizado, que padecen cada vez más y más personas.

El siguiente gráfico muestra el gran porcentaje de personas, de diferentes países, que padecen ansiedad (a grandes niveles) y depresión, entre otras enfermedades mentales. Se trata de un estudio realizado en 2022 hasta junio de 2023:

Con esto, quería concluir que, debemos aprender a gestionar las emociones y comportamientos que se producen en nuestro cuerpo. A veces necesitamos ayudas externas, pero en otras ocasiones nuestro cuerpo nos agradece que nos preocupemos por él y poco a poco empezaremos a sentirnos mucho mejor, con un mayor bienestar físico y mental. Recordemos que la ansiedad es necesaria para sobrevivir, pero hay que intentar comprender como gestionarla, de modo que consigamos alcanzar un mejor nivel de vida.

Referencias:

GBD Results Tool. En: Global Health Data Exchange [sitio web]. Seattle: Institute for Health Metrics and Evaluation; 2019 (https://vizhub.healthdata.org/gbd-results?params=gbd-api-2019-permalink/716f37e05d94046d6a06c1194a8eb0c9, consultado el 5 de septiembre de 2023).

Alonso J, Liu Z, Evans-Lacko S, et al. Treatment gap for anxiety disorders is global: results of the World Mental Health Surveys in 21 countries. Depress Anxiety. 2018;35(3):195–208. doi:10.1002/da.22711.

Gracia, E., Vidal, N. y Martines, V. (2016) Análisis de las características de estabilidad emocional en hombres y mujeres. Psychological.

Li, Y. y Ahlstrom, D. (2016) Emotional stability: A new construct and its implications for individual behavior in organizations. Asia Pacific Journal of Management.

--

--