LA CONSCIENCIA COLECTIVA según la teoría de la Sombra de Carl Jung

Shaktiwolf
Introducción a la Psicología — ugr
2 min readDec 17, 2020

INTRODUCCIÓN:

Según el psicólogo Carl Jung, además de nuestra conciencia inmediata, que es de naturaleza totalmente personal, existe otro reino psíquico que es colectivo, universal e impersonal. En los últimos años los estudios han verificado la existencia de un campo de conciencia colectiva que está compuesto de toda nuestra conciencia individual. En particular, los investigadores en las áreas de física cuántica y psicología cuántica han encontrado evidencia de que nuestra conciencia colectiva es electromagnética por naturaleza (Grandpierre, 1996), y que de hecho todos estamos interrelacionados a nivel de células y tejidos (Adamski, 2011).

“Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida, y Tú lo llamaras destino…” Carl Gustav Jung

EL ARQUETIPO DE LA SOMBRA:

La sombra, una idea de la Psicología Analítica fundada por el psiquiatra Carl Gustav Jung (1875–1961), es un concepto que éste denominó como uno de los arquetipos esenciales del inconsciente personal. El arquetipo se refiere a la existencia de mitos universales repetidos a lo largo de la historia, temas culturales comunes e inconscientes de la humanidad (inconsciente colectivo)

La Sombra y la Persona son dos de estos arquetipos.

Nuestra Persona está formada por la noción de nosotros mismos que reconocemos y a la que nos apegamos; estas son a menudo influencias de lo que la sociedad y nuestra educación nos han enseñado. La persona implica etiquetas y descripciones con las que nos sentimos cómodos: “Soy un buen estudiante” “Soy una persona cariñosa”

La Sombra (término que Jung tomó de Friedrich Nietzsche) representa el lado oscuro de nuestra personalidad, se manifiesta en nuestros miedos, frustraciones e inseguridades. La sombra personal es la parte psíquica de nuestra personalidad no asumida por nuestro consciente social predominante.

En muchas ocasiones negamos estos rasgos oscuros de nuestra psique proyectándolos en las demás personas y atacándolas porque reflejan nuestros “pecados”, limitaciones, “defectos”, deseos “prohibidos”, creencias inconscientes, aquello que ocultamos, secretos… en definitiva aquello de lo que no nos hacemos responsables. Dicho de otra manera, las personas son espejos de aquello que hemos previamente condenado y juzgado en nosotros mismos.

Todos vemos en esta figura la representación más clásica del tabú, de la maldad y de una dimensión tenebrosa de la personalidad humana. Sin embargo ¿podemos sacar de ella alguna aplicabilidad práctica en nuestro día a día?

Definitivamente SI. Como nos explica Jung en “Arquetipos e Inconsciente Colectivo” nuestra tarea en la vida es aceptarnos en plenitud e integrar “nuestra sombra” en la personalidad para hacerla consciente y trabajar con ella. Descuidarla, permitir que siga en su universo inconsciente puede robarnos el equilibrio y la oportunidad de ser felices.

Por tanto, no podemos olvidar que nuestro crecimiento personal y nuestro bienestar psicológico dependerán siempre de nuestra capacidad para sacar a la luz esas sombras.

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