¿La próxima Sherlock Holmes?

Desde muy pequeña me han gustado las series de policías. Y siempre, siempre, me preguntaba si las escenas típicas donde “pillaban” las mentiras de asesinos y criminales eran ciertas y ocurrían en la realidad. Investigando un poco más al respecto, descubrí la Psicología Forense y profundizando aún más, encontré la Psicología del Testimonio, que es la rama encargada de analizar la veracidad del testimonio.

Dentro de esta área trabaja Mark McClish, un policía federal del servicio secreto de los Estados Unidos, autor de la obra “I Know You Are Lying” (2001) y el cual se dedicó durante años a investigar la credibilidad de las técnicas de Análisis de declaraciones.

Dicho estudio, lo realizó a 3 niveles. Primero analizó declaraciones de crímenes famosos, luego le pidió a parte de sus reclutas que contasen una verdad y a otra parte que contasen una mentira, y analizó las similitudes del lenguaje entre ambos y por último, le pidió a actores que inventasen historias y estudió el tipo de mentiras que se pueden llegar a crear.

A continuación, en vez de hablaros de dichas técnicas, me gustaría mostrarlas. Para ello, realicé un pequeño experimento en el cual pedí a una persona que me contase una mentira. Posteriormente, analicé su lenguaje no verbal. De esta forma descubrí que, tal y como el autor describe a lo largo del libro, cada vez que contamos una mentira nos sonrojamos, cruzamos las manos, nos colocamos bien la ropa… Esto y muchos otros, son evidentes signos de estrés y por lo tanto, de probabilidad de mentira.

Es decir, para un inspector sería fácil descubrir que esa persona está mintiendo. Por esa misma razón, la mayoría de asesinos, criminales o mentirosos profesionales no mienten, sino que no dicen toda la verdad o solo hablan de la parte que les interesa, porque mentir es difícil pero decir la verdad es muy muy fácil.

Este autor afirma que, las personas quieren decir exactamente lo que dicen. Y simplemente hay que pararse a escucharlo con atención. Aprendamos a escuchar.

A continuación, muestro la declaración de Kevin Ryder y Gene “Bean” Baxter, dos disc-jockeys de la emisora de radio KROQ de Los Ángeles, California. Hace varios años en su programa tenían un segmento de comedia llamado “Confiesa tu crimen”. La gente llamaba y confesaba “pequeñas mentiras”, que había robado la taza de café de su jefe o que le había gastado una broma a alguien. Un día, recibieron una llamada en la que la persona confesaba haber asesinado a su novia. El Departamento del Sheriff de Los Ángeles invirtió más de 100 horas de trabajo investigando el caso. No encontraron un asesino y no encontraron una víctima. Esto llevó a la especulación de que la llamada podría haber sido un engaño perpetrado por los dos DJs para aumentar su audiencia. De esta forma, se les preguntó a los djs si la llamada era un engaño creado para aumentar su audiencia. Ellos respondieron:

Ryder: “Um, hay, hay líneas que no se sobrepasan. Uim, obviamente todo el mundo quiere conseguir audiencia, tratando de hacerse notar, tratando de ser esto y aquello, pero hay líneas que simplemente no cruzas y esa es una de ellas. “

Baxter: “Um, todo lo que podemos decir es que los expertos creen que este tipo era legítimo. Es lo que conocemos y como sabes, en lo que a nosotros respecta… que nos concierne, esa es su historia. Ciertamente esperamos que no sea verdad. Sabes que cambiaría cualquier aumento de audiencia que hayamos podido tener, con tal de que la historia no sea verdad, porque es bastante sombría, de verdad”.

En esta declaración podemos observar que no responden a la pregunta, utilizan palabras innecesarias, palabras que indican engaño, pronombres de forma irregular… Todas estas equivocaciones indican que tienen dudas en su relato.

Por último, y ya teniendo en cuenta toda la información, ¿creéis que es más fácil detectar la veracidad en un testimonio escrito u oral? Aunque con frecuencia se suele pensar que es más fácil de forma oral, porque la persona no tiene tiempo para pensar una mentira, esto no es así, ya que si se escribe, el investigador tiene más tiempo para analizar el testimonio y fijarse en los detalles. Además, hay más factores en los que podemos detenernos, como por ejemplo es más probable que haya algún tipo de engaño en las partes tachadas, ya que la persona ha reescrito esa parte y por lo tanto, puede estar ocultando algo. Para finalizar y teniendo en cuenta todo lo contado por este autor, ¿creéis que se puede juzgar o incriminar a alguien teniendo en cuenta solo su declaración?

Bibliografía:

McClish, M. (2001). I know you are lying: Detecting deception through statement analysis. Marpa Group, Incorporated.

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