La psicología y el karma.

El concepto de karma aparece en la filosofía de la India, como en el Hinduismo y el Budismo. Significa acción, y los resultados ineludibles que produce cada acto y es un término válido al margen de cualquier religión porque se basa en la ley de la ciencia de causa y efecto.

Cada acción humana tiene una consecuencia inevitable que determina el futuro de cada persona. Tenemos todo para crear y nada aleatorio. Los eventos parecen aleatorios porque la gente no puede ver más allá de lo que yo veo.

El karma no es solamente un destino ni tampoco es bueno o malo; es un proceso que depende de nuestra conciencia, porque es la combinación de nuestro destino y nuestras decisiones; y difiere según la cultura, la familia, el país y los valores de cada uno.

Nuestra vida presente es el resultado de nuestras acciones pasadas, porque cosechamos lo que hacemos y también lo que paramos; y si podemos descubrir todas las causas que dieron origen a nuestra vida actual, entonces seremos capaces de poner fin al ciclo kármico.

El karma es aprendizaje, de modo que cuando nos ocurren siempre los mismos problemas, estas dificultades se relacionan con algo que aún no hemos aprendido.

El karma depende más de la intención que de la acción, porque es el sentimiento o pensamiento con plena conciencia que me motiva a hacer algo lo que creará mi karma más que el acto en sí mismo.

Tradicionalmente, se ha considerado que existen tres tipos de karma. Son los siguientes:

Prarabdha karma: El karma que se hace notar en el momento en el que se está realizando la acción. Por ejemplo, cuando al mentirle a una persona, los nervios hacen que se hable de un modo poco fluido y aparecen los nervios y la vergüenza.

Sanchita karma: Los recuerdos que han quedado en nuestra mente y tienen un efecto en nuestras acciones futuras. Por ejemplo, la tristeza que produce no haberse declarado a alguien y que hace que la próxima vez que nos enamoremos no renunciemos a expresar lo que se siente.

Agami karma: El efecto que una acción del presente tendrá en el futuro. Por ejemplo, los atracones dados durante varias semanas harán que se tenga peor salud durante los próximos meses.

Estos tres tipos de karma son diferentes facetas de lo mismo visto desde distintas perspectivas temporales. El Sanchita karma del pasado produce el Prarabdha karma en el presente, el cual genera el Agami karma en los tiempos que están por venir.

Los tres, en su conjunto, forman una secuencia de causas y efectos cuyos efectos no podemos controlar. Sin embargo, según el modo de pensar que utiliza la idea de karma, sí podemos elegir si hacer el bien o el mal, es decir, dos tipos de cadenas de causa-efecto con un valor moral distinto tanto para nosotros como para los demás.

¿Existe realmente el karma?, ¿está nuestro futuro condicionado a nuestro actual comportamiento? El asunto lo relata el budista Juan Carlos Solari, quien lleva 7 años como practicante de la escuela Camino del Diamante (linaje Karma Kagyu). Según explica, el karma es todo aquello que sucede como consecuencia a condiciones que nosotros mismos hemos creado: “Las alternativas al karma son, por un lado, la posibilidad de que todo sea producto de un plan divino, y en el otro extremo, que todo es un gran juego del azar”.

Bibliografía.

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