La terapia del reflejo condicionado

Esta forma de hacer terapia se centra en la consecución de hábitos asertivos y de expresión emocional. Pero antes de meternos de lleno en qué consiste este tipo de terapia vamos a hablar sobre qué es la asertividad. Si hablamos de forma general, podemos decir que la asertividad es la capacidad de afirmarse en una posición sin transgredir los derechos del otro. Esta habilidad nos permite defender nuestros derechos e intereses de forma irrevocable.

Sobre todo esto se empieza a hablar por primera vez en 1949 cuando Andrew Salter publica un libro titulado Terapia del Reflejo Condicionado, donde habla sobre los efectos nocivos que tiene el estar emocionalmente condicionados, inhibidos y con un impedimento para expresar de forma correcta nuestras emociones.

Ahora sí, una vez tenemos claro lo que es la asertividad y las consecuencias que puede tener sobre nosotros la falta de esta habilidad, podemos hablar de las características de esta terapia. A la hora de desarrollarla, Salter se basa en las aportaciones de Pávlov sobre los reflejos condicionados y en el conocimiento sobre los procesos de exaltación e inhibición. De esta manera, se relaciona un mal estado de salud mental con un estilo de personalidad basado en la inhibición, y la salud mental con los procesos excitatorios.

Por lo tanto, como podréis imaginar, en esta forma de terapia el terapeuta conduce al paciente de forma que este pueda ser capaz de superar sus inhibiciones basándose en dos ideas fundamentales:

  1. Instar a los pacientes a que sobrepiensen menos las cosas y pasen a la acción. Como Salter señala en su obra y que refleja muy bien esta primera idea: “El sano obra sin pensar y el enfermo piensa sin obrar”.
  2. El uso de seis técnicas base en psicoterapia:

La primera, que el paciente exprese y externalice sus sentimientos y pensamientos de forma completamente libre, sin inhibirse. La segunda, no solo expresarlos verbalmente, sino también mediante expresiones faciales y aprender a reconocerlas y qué relación tienen con sus sentimientos. Se prepara también al paciente para que sea capaz de expresar su opinión ante situaciones en las que no se encuentra de acuerdo y en el uso del pronombre yo de forma consciente y en general a las palabras que aluden a sí mismo. Por otra parte se le enseña a reconocerse en los elogios que los demás les dan y a aceptarlos, en lugar de adoptar una actitud modesta y, por último, se fomenta la capacidad de improvisar y de ser espontáneo.

Referencias bibliográficas:

  • Salter, A. (1949): Conditioned Reflex Therapy. Nueva York.

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