LOS SUEÑOS: ALLAN HOBSON.

Allan Hobson

Respecto al tema de los sueños, Allan Hobson presenta una postura intermedia entre las ideas de Freud, quien apoyaba la idea de que los sueños tienen un significado profundo y Dennett, que veía los sueños únicamente como ‘ruido cerebral’. A partir de aquí, formuló una teoría junto a Robert McCarley llamada: la Teoría de activación-síntesis.

Con el fin de mostrar los elementos más característicos de los sueños, Hobson ha usado en numerosas ocasiones un cuadro de Dalí, llamado ‘Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar’, que muestra de una forma sistemática el concepto sobre la experiencia de soñar.

‘Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar’ (Salvador Dalí, 1944).

‘En este cuadro, Salvador Dalí representa un conjunto de imágenes oníricas en el espacio sobre el cuerpo dormido de su mujer, Gala. La visión surrealista de Dalí sobre el sueño se anticipa a los descubrimientos de la ciencia onírica moderna de varias maneras. El primero y más importante es la representación de imágenes visuales intensas y vívidas, que surgen dentro de la cabeza del durmiente inerte. En segundo lugar, la abrogación implícita de las percepciones de los estímulos externos por las alucinaciones oníricas y la toma de posesión implícita del juicio crítico que engaña a la soñadora haciéndole creer que está despierta. El tercero es una de las imágenes extrañamente discordantes: una granada que explota emite un pez que eructa un tigre feroz que, a su vez, se transforma en una bayoneta que apunta agresivamente a la cabeza de Gala. Un incongruente elefante de piernas largas deambula detrás de esta secuencia de imágenes. En cuarto lugar, la relevancia emocional de la secuencia extraña, que ayuda a unir las imágenes en una narrativa coherente pero probablemente recordada fugazmente de la experiencia de Gala. Dada la intensidad de las experiencias oníricas como ésta, es sorprendente que se recuerden tan pocas. Gala puede haber recordado un sueño de este tipo, pero muchos otros se perdieron para ella después de despertar’. (Hobson, 2009).

La idea de Dalí es que este sueño fue causado por la picadura de la abeja que aparece zumbando detrás de la oreja izquierda de Gala. Así, el propio Dalí probablemente no era consciente de que los sueños de esta intensidad pueden ocurrir sin ningún estímulo externo. Con la ayuda de la neurociencia moderna, muchas de las características del sueño de Gala pueden explicarse de forma naturalista, sin especulación psicológica cuestionable. El cuadro emergente sugiere que el estado de conciencia onírica de Gala puede haber ayudado a su posterior conciencia de vigilia, a ser más precisa, más ordenada en el pensamiento, más templada emocionalmente y más capaz de recordar su experiencia.

A partir de aquí, ¿en qué consiste esta teoría?

Esta teoría se basa en la idea de que el cerebro, durante la fase REM, intenta hacer lo mismo que realiza en estado de vigilia, ya que la corteza no es capaz de diferenciar estos dos estados. Para ello, se activan los circuitos en el tallo cerebral durante esta fase. Una vez que estos circuitos son activados, las áreas del sistema límbico involucradas en emociones, sensaciones y recuerdos, incluyendo la amígdala y el hipocampo, se vuelven activos. Entonces, el cerebro es el encargado de la síntesis e interpretación de dicha actividad e intenta darle un significado a esas señales que ha recibido: se forman los sueños.

Asimismo, a partir de esta teoría, Hobson propuso cinco características claves de los sueños, las cuales se pueden ver representadas en el cuadro anterior. En primer lugar, estos tienden a contener un sentido ilógico y emociones intensas. Además, se suele normalizar el contenido extraño, al igual que extrañas experiencias sensoriales y, por último, normalmente resulta complicado recordar el contenido de los sueños.

Por otro lado, esta teoría plantea tres suposiciones sobre dichos sueños. En primer lugar, nos muestra que, para que tenga lugar el sueño, es imprescindible que la actividad en el tallo cerebral sea alta. Por otro lado, exponen que la idea de que el sueño se produce principalmente durante la fase REM. Por último, nos indican que el cerebro anterior es el encargado de intentar darle un sentido a las señales aleatorias creadas a partir de la activación del tronco cerebral, lo que provoca la creación de los sueños coherentes.

De esta forma, esta teoría pone en duda muchos de los fundamentos básicos de la teoría de los sueños de Freud, puesto que estos no tienen ningún significado psicológico, sino que son únicamente respuestas a estímulos que llegan al cerebro con el fin de buscarles un sentido.

A partir de aquí se nos puede proponer otra cuestión, ¿por qué el cerebro trata de dar sentido a estas señales aleatorias que se producen durante el sueño? Para responder a esta pregunta, Hobson sugirió lo siguiente:

El cerebro está tan inexorablemente inclinado en la búsqueda de significado que atribuye e incluso crea significado cuando hay poco o nada en los datos que se le pide que procese

lo que nos indica que el cerebro tiene la necesidad de buscar un significado a todo aquello que ocurre a su alrededor.

Entonces, conociendo que los sueños son productos de respuestas a las señales que llegan al cerebro, ¿tienen sentido realmente los sueños?, es decir, ¿sirven de algo? Hobson propuso la siguiente idea:

El sueño puede ser nuestro estado consciente más creativo, uno en el que la recombinación caótica y espontánea de elementos cognitivos produce configuraciones novedosas de información: nuevas ideas. Si bien muchas o incluso la mayoría de estas ideas pueden carecer de sentido, si algunos de sus fantásticos productos son realmente útiles, nuestro tiempo de ensueño no se habrá desperdiciado.

Por tanto, a partir de aquí, podemos llegar a la conclusión de que, aunque los sueños sean generados como una ‘respuesta aleatoria’, estos sí pueden ser útiles. Por ejemplo, Paul McCartney aseguró que, en 1980, gracias a un sueño, se despertó con la melodía de ‘Yesterday’ en la cabeza o, por otro lado, un médico canadiense soñó con el experimento que supondría uno de los descubrimientos médicos más grandes de la historia.

“Es necesario ‘alucinar de noche’ para no hacerlo de día”

Algunos estudios han comprobado que, si se produce una privación del sueño REM, las consecuencias pueden ser un tanto peculiares, y es que podría causar alucinaciones, tanto en personas sanas como en aquellas que padezcan alguna enfermedad como la narcolepsia. Además, nos muestran que dicha privación del sueño podría acabar en epilepsia o, incluso, la muerte. De otro lado, en numerosas ocasiones se define el sueño como una experiencia alucinatoria, lo que puede resultar un tanto contradictorio. En conclusión, el sueño es ‘una alucinación’ que ocurre durante la noche y que permite que no las tengamos durante el día (es decir, en periodos de vigilia).

Por último, para corroborar la teoría y demostrar que los sueños son producidos a través de la síntesis y la interpretación de las señales que el cerebro capta, vamos a mostrar dos sueños distintos, uno de una mujer invidente de nacimiento y otro de una mujer con visión normal, para, finalmente, comprarlos y observar las diferencias entre ellos.

SUEÑO 1: MUJER CON VISIÓN NORMAL.

Voy andando por la calle, y es un sitio nuevo, desconocido. Es una plaza y parece que hay un mercado, pues hay mucha gente comprando y muchos puestos ambulantes. Yo sigo andando, voy sola. Me adentro en una calle que no se hacia dónde va a dar, pero veo que es muy larga y comienzo a andar. Es cierto, la calle no se termina, pero cada vez se hace más estrecha, llega ser tan estrecha que apoyando mi espalda en una de las paredes y estirando los brazos puedo llegar a tocar la otra pared. Creo que empiezo a sentir claustrofobia, o por lo menos, me siento ahogada, asfixiada, tengo que irme, y no sé cómo, pero comienzo a volar. No me cuesta esfuerzo alguno, y voy feliz por el cielo. En mi sueño no es que sea alguien, un ojo que me observa a mí misma y que ve que vuelo, no soy yo misma. Tengo la sensación del aire en mi cara, y mi visión parece que ha cambiado, se ha hecho más fina, puedo verlo todo, y eso que estoy muy arriba. Voy volando y veo diferentes ciudades, muy lejos, veo otros pueblos, si me aproximo veo a la gente. Lo raro es que de pronto llego a un país, a una ciudad, y al instante que sigo volando llego a otra. Hay un trozo de mi sueño, en el que además de volar, a quien yo le de la mano vuela conmigo. En una de estas ocasiones, me encuentro a mi hija, pero cuando era pequeña, pues es igual, era ella, con el pelito castaño, los ojos muy grandes y me mira y sonríe. No sé por qué, le cojo de la mano y me la llevo volando. Es como si al volar con la niña la salvara de algo.

SUEÑO 2: MUJER INVIDENTE DE NACIMIENTO.

Estábamos en clase, y la profesora preguntó quién quería que le hiciera preguntas sobre el próximo examen que teníamos. Yo dije que sí, no sé por qué, pues realmente no lo tenía bien preparado. Ella me hizo una pregunta y yo no me la supe. Luego me hizo otra, pero cuando iba a contestar, ella tuvo que distraerse un poco, y mi compañera y yo comentamos algo. Cuando la profesora se dio cuenta, cambió la pregunta, diciendo que quizás mi compañera me la había dicho. Yo le dije que no era así, pero cambió y me preguntó otra cosa. Esa tampoco la supe, y entonces me dijo que cómo lo tenía tan mal preparado. Yo le dije que esta semana era decisiva, que me faltaban algunos temas, pero que en esta semana me los estudiaría, que había tenido que hacer otras cosas. Ella decía que le extrañaba pues en el anterior parcial había sacado buena nota. Mi compañera salió en mi defensa, corroborando lo que yo había dicho.

A partir de este ejemplo, podemos comprobar que los dos sueños son mostrados de diferente forma. El primero, cuenta con una mayor riqueza visual en cuanto al contenido del sueño, mientras que, en el segundo sueño, las imágenes son principalmente auditivas. De esta forma, hemos podido verificar que los sueños son producto de aquello que percibimos en el exterior durante el periodo de vigilia.

Finalmente, a pesar de que esta teoría es una de las más aceptadas en la actualidad, no puede explicar los sueños lúcidos, ya que estos sí son recordados al despertar.

El modelo de AIM de soñar: una visión más moderna.

Actualmente, gracias a los diversos avances en los últimos años, los investigadores son más conscientes acerca de las imágenes del cerebro y la capacidad de controlar la actividad cerebral y, por consiguiente, de los ciclos y etapas de los sueños, así como de los estados de consciencia.

Esta ‘actualización’ de la teoría se le conoce como el modelo de AIM (Activación, Entrada-salida, Modulación) y tiene como objetivo capturar aquello que ocurre en el espacio cerebro-mente conforme cambia la conciencia en el transcurso de las etapas del sueño (REM y no REM). Es decir, a partir de esta teoría, se explica las características del sueño y la vigilia a nivel fisiológico. Es por esto que, esta sí es capaz de explicar los sueños lúcidos, planteando que dichos sueños son una posición intermedia entre el sueño REM y la vigilia.

REFERENCIAS

Emilio Gómez Milán (2000). El rompecabezas del cerebro: la conciencia. Capítulo 19. Universidad de Granada.

Hobson JA. REM sleep and dreaming: towards a theory of protoconsciousness. Nat Rev Neurosci. 2009 Nov;10(11):803–13. doi: 10.1038/nrn2716. Epub 2009 Oct 1. PMID: 19794431.

Sandra Torrades (2005) La naturaleza de los sueños.

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