Métodos de inducción de la hipnosis: técnica de levitación de manos.

Este ejercicio fue puesto en práctica por primera vez con Milton Erickson, creador de la Hipnosis Ericksoniana. Erickson creó numerosos métodos de inducción hipnótica, para nada parecidos a los empleados comúnmente en la hipnosis, pues se centraba en utilizar los recursos internos del propio paciente.

A continuación, vamos a poner en práctica este método:
Para desarrollar este ejercicio, es necesario que el sujeto a quien se realiza esté concentrado y relajado durante todo el proceso. Para ello, se sentará en una silla, con la espalda erguida, los ojos cerrados y las manos sobre los muslos. Es a partir de este momento cuando empezamos a hablarle al sujeto:

  1. Lo primero que debemos decirle es que tiene que estar plenamente relajado, y para ello va a respirar hondo varias veces: “Mientras respiras hondo, vas notando como tu cuerpo cada vez se relaja más y más… notas el peso de tu cabeza sobre tu cuello, el peso de tu espalda sobre tu trasero… los brazos y las piernas se relajan también, y tú sigues respirando profundo…”
  2. Una vez que el sujeto esté relajado, vamos a hacer que centre toda su atención en las manos y los dedos: “ A continuación, vas a concentrarte únicamente en tus manos y en tus dedos, en cualquier sensación que capten, como la textura de tu pierna, la temperatura…”
  3. En este momento, vamos a comenzar con la sugestión: “Sigue concentrándote en tus dedos, pues tarde o temprano uno de ellos, no sabemos cuál, va a moverse de forma involuntaria… y tu vas a estar tan concentrado que vas a notar cuál de tus diez dedos se mueve…”
    El objetivo de este paso es que sugestión a partir de ahora sea más fácil, pues que un dedo se mueva es una cuestión fisiológica que nos ocurre a todos. Cuando veamos que el dedo se mueve lo diremos al paciente.
  4. A partir de ahora, nos vamos a centrar en hacer que una de las manos, o bien las dos, comiencen a despegarse de la pierna de forma totalmente involuntaria: “Ahora, vas a notar como los dedos de tu mano izquierda comienzan a hacerse más ligeros, toda tu mano se hace cada vez menos pesada y toda esta sensación se va a ir transmitiendo a todo tu brazo… y vas notando como al hacerse tan liviano quiere empezar a flotar…” Para que esto ocurra hay que repetir varias veces frases como la anterior, en las que se recuerde que la mano es muy ligera y quiere comenzar a subir. Este paso es el más difícil y hay que emplear varios minutos para conseguir que la mano empiece a levantarse.
  5. Una vez que la mano esté notablemente separada del muslo, diremos al sujeto que abra lentamente los ojos y le preguntaremos cómo se ha sentido.

Es posible que a algunos sujetos no se les llegue a levantar la mano, de hecho no es nada extraño, pues alcanzar un nivel de relajación y concentración tan intenso es costoso, y son factores imprescindibles para hacer el experimento. Sin embargo, también habrá muchas personas a las que este método le funcione y alcancen el objetivo. Cuando lo puse en práctica, la persona a la que se lo realicé afirmaba que en ningún momento había movido la mano de forma voluntaria, y que tras terminar el ensayo se sentía mareada y un tanto desubicada, a la par que relajada.

Si queréis conocer más sobre este método y sobre Milton Erickson, os dejo en enlace de las páginas que más me han servido:
https://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma06/hipnosis/hipnosis03.htm https://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma06/hipnosis/induccion05.htm

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