Mentiras y disonancia cognitiva.

LEON FESTINGER

La teoría de la disonancia cognitiva fue propuesta por Leon Festinger, y explica cómo los individuos tratamos de mantener la consistencia de las ideas y creencias que hemos interiorizado.

Debido a la fuerte necesidad que sentimos las personas de que nuestras creencias, conductas y actitudes sean coherentes entre sí, cuando se da una contradicción entre las mismas, se genera un conflicto que conduce a la falta de armonía en las ideas de la persona, lo que puede producir un fuerte malestar psicológico. En relación a esto, se realizó un estudio que demostró que la mente de la gente que tiene mayor tendencia a mentir, resuelve esta disonancia cognitiva de la que hablábamos. Realizaron un experimento para probar que si recibimos poca motivación externa para justificar un comportamiento que va en contra de nuestras ideas, tendemos a cambiar esas creencias para racionalizar lo que hacemos.

Este experimento consistió en dividir a unos estudiantes en tres grupos, y se les dijo que realizaran una tarea que todos evaluaron como tediosa. Después, se le pidió a los estudiantes que mintieran diciéndole a un nuevo grupo que debía realizarla, que esta había sido entretenida. El grupo 1 se fue sin decirle nada al grupo nuevo, al grupo 2 se le pagó 1 euro antes de mentir y al grupo 3 se le pagó 20 euros. Unos días más tarde, llamaron nuevamente a las personas del estudio y se les preguntó qué pensaban de la tarea. El grupo 1 y 3 respondió que esta les había parecido aburrida, mientras que el grupo 2 respondió que le había parecido divertida. ¿Por qué los estudiantes del grupo que habían recibido solamente 1 euro decían que la tarea había sido agradable? Los investigadores llegaron a la conclusión de que la gente experimenta una disonancia entre las cogniciones en conflicto. Como habían recibido solo 1 euro, los estudiantes se vieron obligados a cambiar su pensamiento, porque no tenían otra justificación (1 dólar era insuficiente y producía disonancia cognitiva). Los que habían recibido 20 euros, sin embargo, tenían una justificación externa para su comportamiento, y por tanto experimentaron menos disonancia. Esto indica que si no hay ninguna causa externa que justifique el comportamiento, es más difícil cambiar de ideas.

Otro conocido estudio en esta misma línea fue realizado por Anastasio Ovejero, y concluyó que cuando un individuo experimenta disonancia cognitiva, realiza intentos deliberados por reducirla, evitando información o contextos que le causen malestar.

Un ejemplo recurrente cuando hablamos disonancia cognitiva es el de los fumadores. Es bien sabido por todos que fumar puede provocar cáncer, problemas respiratorios, e incluso, la muerte. Pero, ¿por qué a pesar de que todos conocemos estos efectos nocivos para la salud, mucha gente sigue fumando? El hecho de saber que fumar es tan malo para la salud pero seguir fumando, produce un estado de disonancia entre dos ideas: “debo mantenerme sano” y “fumar es malo para mi salud”. Pero en vez de dejar de fumar o sentirse mal por fumar, los fumadores buscan formas de justificarse tales como “de qué sirve vivir mucho si no se puede disfrutar de la vida”. Este es un claro ejemplo de cómo a menudo tendemos a reducir esta disonancia distorsionando la información de la que disponemos. Las personas no queremos oír cosas que pongan en entredicho nuestros deseos o cogniciones.

Bibliografía:

https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/disonancia-cognitiva

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