Mi cuerpo, pero no mi decisión: el blanqueamiento de la prostitución.

En la intersección de la moral, la economía y la sociedad, la prostitución ha sido un fenómeno controvertido a lo largo de la historia. A medida que las sociedades evolucionan y cambian sus perspectivas sobre la sexualidad y la moralidad, la prostitución se encuentra en el centro de un amplio debate.

El blanqueamiento de la prostitución se refiere a la tendencia de algunos países o regiones a legalizar o regularizar la práctica de la prostitución, en un intento de integrarla en el marco legal y social. Este enfoque se presenta como una respuesta a los desafíos asociados con la prostitución, con argumentos que van desde la protección de los derechos de las mal llamadas trabajadoras sexuales hasta la gestión de la salud pública y la disminución de la criminalidad relacionada. Este es el caso de ciudades europeas como Amsterdam, con el conocido Barrio Rojo, o de Berlín, donde las prostitutas poseen una serie de aparentes derechos laborales.

A pesar de los innumerables intentos por integrar la prostitución en el mundo laboral como un empleo lícito, ético o justo, esta forma de esclavitud sexual no deja ocultar realidades caracterizadas por su gran crudeza en las calles y lupanares, donde un proxeneta ejerce control absoluto sobre las mujeres que prostituye, encerradas en un prostíbulo cuyo interior supone una cárcel con luces de neón rojo, recurriendo a estupefacientes que les permitan soportar las prácticas descabelladas y altamente pornificadas que solicitan los clientes, como relata en numerosas entrevistas la activista rumana y superviviente de la trata de blancas, Amelia Tiganus. Actualmente, en España la prostitución se encuentra en un limbo en lo que atañe a lo legal, dado que se reconoce únicamente el proxenetismo como ilegal, reconociendo a un explotador y dejando a sus víctimas desamparadas. De acuerdo con los datos ofrecidos por Radio Televisión Española, aproximadamente un tercio (32,1) de los hombres afirma haber pagado por mantener relaciones sexuales, mientras que el consumo reciente se encuentra entre el 4 y 6%.

Sin embargo, existen países que han avanzado hacia una legislación abolicionista, como es el caso de los países escandinavos (Suecia, Noruega y Finlandia ), con la implantación del modelo sueco, dado que fue el primero en aplicarlo en 1999, basado en cuatro pilares fundamentales: reducción de la prostitución callejera, aumento de multas para disminuir su atractivo, fomento del apoyo social y concienciación y educación del público en general.

Citas:

Naturalismos transatlánticos: el diálogo entre Eduardo López Bago y Eduardo Acevedo Díaz en torno a Carne importada (1891)

Álvarez-Castro, L. (2018). Transatlantic sex trafficking and imperial anxiety in 19-century Spanish Fiction. Trata de blancas (1889) and carne importada (1891). Hispanic Review 86, 1: 25–44.

Carballo, A. K. (2018). Tradición y cambio en Inglaterra y España: Trata de blancas y la nueva mujer [Tradition and Change in England and Spain: White Slavery and the New Woman] 1616, 8, 121–142,349.

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