PENSAMIENTOS

Era medianoche y de nuevo me ocurría, desvelada sin poder dormir mi cabeza no paraba de darle vueltas a todo lo inimaginable. No entendía nada. ¿Por qué ami?, si en mi vida todo parecía estar bien ¿por qué mi cabeza no estaba tranquila?, ¿por qué no paraba de atormentarme con posibles sucesos que podrían pasar o de dudar de absolutamente todo?, ¿estaré haciendo las cosas bien?, ¿y si me convierto en lo que siempre he criticado?, ¿y si hago daño a mis seres queridos sin yo querer?…

Una noche más mi cabeza se llenaba de mil preguntas, ¿lo peor? que yo misma era la que buscaba las peores de las respuestas y eso era lo que más daño me hacía. Para de pensar esas cosas o no puedes pensar más en eso eran las frases que más me repetía pero sorprendentemente esas afirmaciones solo hacían que pensase más en lo mismo. Es como si ahora mismo te dijese que no pensases en un sabroso helado de chocolate, prueba a hacerlo, no pienses en el helado de chocolate. ¿Y bien? sin hacer nada he conseguido que pienses en un helado de chocolate, lo mismo me pasaba a mi con todos estos pensamientos.

Mi cabeza estaba perpleja, cómo era posible que algo que ni siquiera estaba siendo real me tuviera tan angustiada, sentía que era la única a la que le pasaba, que me estaba volviendo loca y que algo en mí no estaba bien. Entonces fue cuando decidí ir por el camino más fácil, utilizar la evitación como solución a todos mis problemas. Si el pensamiento que me angustiaba era hacer daño a mis amigos ese finde me quedaba en casa y no salía con ellos ‘por lo que pudiese pasar’, si en casa de nuevo volvían me ponía música toda la tarde y evitaba estudiar o tener un rato a solas para que mi mente no volviese a lo mismo y así continuamente intentando tener todo siempre bajo control y dejando de tener mi vida normal. Hasta que me di cuenta que eso solo me estaba perjudicando más y que todos esos pensamientos seguían estando ahí. Busqué e indagué sobre pensamientos y el impacto que tienen en nosotros y ahí fue donde encontré mi salvación, el libro de La trampa de la Felicidad.

Comencé leyendo este libro muy esperanzada en que me podía servir de gran ayuda por todos las reseñas que había encontrado, y no me equivoqué. El libro me ha enseñado que de nada sirve enredarme en pensamientos que ni siquiera sé si son reales, es más, la mayoría de ellos son inútiles, no me aportan nada ni hacen que tome el rumbo de vida que quiero llevar. Es ahí donde nos tenemos que fijar al enredarnos con algún pensamiento ¿es realmente útil para mi?, ¿va a hacer que consiga tener la vida que quiero?, ¿me acercan a una vida rica, plena y llena de sentido?, ¿qué me aporta creermelo?. Con las respuestas a esas preguntas te das cuenta realmente si son o no útiles para ti esos pensamientos y a partir de ahí, comienzas a emprender acciones para hacer que los pensamientos no lleguen a controlar tu vida. Si te has dado cuenta de que no son pensamientos útiles no intentes deshacerte de ellos, no está bajo tu control el elegir cuando llegan o desaparecen de tu cabeza pero sin embargo, si está bajo tu control la atención que le des a ese pensamiento. Con un simple ‘gracias mente’ demuestras a tu mente que ya te has dado cuenta de ese ‘aviso’ que te está dando sobre algo, has recibido la información que te quiere dar tu mente, ahora puedes seguir haciendo lo que estabas haciendo, viviendo en el presente y prestar atención a eso y a lo que está ocurriendo en ese mismo momento.

No se trata de deshacerte del pensamiento sino prestarle la atención que se merece, dependiendo si es útil o inútil. Cuántas veces has ido por la calle con decenas de coches pasando y ni te das cuenta de su presencia porque estas a otra cosa o cuando estás en casa con la radio encendida dando las noticias mientras estás con el móvil y ni te enteras lo que están diciendo en la radio porque no le estabas prestando atención, pues con tus pensamientos sucede lo mismo.

Recuerda siempre, no puedes controlar los pensamientos que te vienen a la mente pero sí la atención que a estos le muestras, eso solo y únicamente depende de ti.

--

--