PLASTICIDAD CEREBRAL

Luciaa6
Introducción a la Psicología — ugr
2 min readJan 2, 2024

Como ya hemos aprendido en la historia de Medium sobre los periodos críticos del aprendizaje, a medida que vamos adquiriendo una nueva habilidad o memorizamos algo nuevo, el cerebro se modifica o desarrolla creando nuevas conexiones sinápticas que permitirán ejecutar lo aprendido. El cerebro se adapta extraordinariamente al entorno, tanto que incluso en caso de ser dañado puede hacer que otras neuronas asuman las funciones de las neuronas pérdidas para así no perder funciones.

Este fenómeno se debe a la plasticidad cerebral o neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro de adaptarse a cambios en el entorno, así como aprender cosas nuevas o regenerar una lesión (neuroplasticidad compensatoria).

Este proceso se da constantemente en la vida de los seres humanos, sin embargo, es mucho más activo durante los primeros años de vida ya que es cuando se dan los periodos críticos y sensibles del aprendizaje. Es una capacidad mejorable, a través de una correcta estimulación cerebral, es posible mejorar nuestro rendimiento cognitivo y aumentar nuestra plasticidad cerebral.

TIPOS DE NEUROPLASTICIDAD

Hay dos tipos de neuroplasticidad: plasticidad estructural, que refiere a la aparición de estructuras físicas en el cerebro así como nuevos tejidos o nuevas conexiones sinápticas y plasticidad funcional, que refiere a la forma en la que se comunican las neuronas. Es especialmente importante la plasticidad estructural los primeros años de vida, ya que está más relacionado con las nuevas experiencias y la plasticidad funcional destaca a partir de la edad adulta ya que tiene relación con la memoria y la capacidad de reorganización tras una lesión.

Este proceso es especialmente relevante en medicina, ya que este proceso ocurre en muchos casos de traumatismos o trastornos relacionado con la pérdida de funciones cerebrales. Se ha demostrado que a mayor plasticidad cerebral del sujeto, mejor afrontará este tipo de problemas médicos pudiendo suponer la recuperación completa del paciente.

Entonces, ya sabemos que esta capacidad es esencial para el día a día y es de vital importancia entrenarla para tener una mejor salud mental y para afrontar mejor los posibles problemas médicos futuros. La manera de ejercitar esta habilidad es a través de la exposición a diferentes estímulos que supongan una dificultad media, para que así haya actividad cerebral pero el cerebro pueda abarcar la actividad. Actividades que requieran concentración pueden ser leer, hacer cualquier tipo de ejercicio físico, estudiar sobre un tema, hacer ejercicios matemáticos o de memoria, relacionarse con otras personas, etc. Ya que puedes escoger lo que más te guste, ¡mantente sano!

BIBLIOGRAFÍA

Pascual-Castroviejo, I. (1996). Plasticidad cerebral. Revista de neurología, 24(135), 1361–1366.

Benitez, E. M. S., & Pérez, M. Q. L. (2019). Plasticidad cerebral, una realidad neuronal. Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río, 23(4), 599–609.

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