¿Por qué somos diferentes cuando bebemos alcohol?

¿Qué es el alcohol, y qué efectos produce en nuestro cerebro?

El alcohol es un depresor, es decir, es una sustancia química que ralentiza la actividad del sistema nervioso central. En concreto afecta al córtex frontal (zona que controla el sentido común), debido a que este se relaja, provocando el bloqueo de algunos de los mensajes que intentan llegar al cerebro, y así alterando nuestras percepciones del entorno haciendo que tomemos decisiones que en realidad nunca hubiéramos tomado.

Además, el alcohol altera el funcionamiento de los neurotransmisores, que son las sustancias que controlan el funcionamiento del cerebro. Por ejemplo, aumenta la producción de un neutransmisor denominado GABA, que favorece la sedación y la calma, o la liberación de dopamina, que es la sustancia que causa sensaciones placenteras, provocando así que nos sintamos mejor cuanto más alcohol consumimos.

¿Por qué tomamos alcohol?

Aporta energía: encontramos el ejemplo “siempre que salgo de fiesta, una copita me ayuda a animarme”. Esto no es cierto, ya que como hemos comentado anteriormente, el alcohol es un depresor, por lo que ese momento de felicidad se desvanece tan rápidamente como ha llegado.

Ayuda a ligar y ser tú mismo: es otra mentira que se explica debido a la relajación del córtex frontal, que nos puede aportar cierta sensación de seguridad y relajación, pero no deja de ser una desinhibición momentánea, por lo que no estamos siendo nosotros mismos.

Beber solo me afecta a mí, y nadie más: según estadísticas de nuestro país, tomar alcohol afecta a una media de 4 personas más, además del bebedor. Todo ello sin contar los accidentes que se originan por el abuso del alcohol, como pueden ser accidentes de coche o peleas.

Sentirnos aceptados: encontramos el ejemplo más típico en el que un grupo de amigos empieza a beber, y para no sentirnos aislados y excluidos, comenzamos a beber porque ellos lo están haciendo.

Cambios en la personalidad

Tomar alcohol puede tener numerosas consecuencias como pueden ser la difuminación de la capacidad para detectar el peligro (somos capaces de conducir ebrios sin pensar en las consecuencias).

También, nos volvemos más sociables, extrovertidos, y menos tímidos. Sin embargo, estos comportamientos son momentáneos debido a los efectos depresores del alcohol.

--

--