Rosaliagento
Introducción a la Psicología — ugr
3 min readOct 13, 2021

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PRIORIZAR LA SALUD MENTAL

Hoy, 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, me gustaría hablar de lo fundamental que es darle visibilidad a ciertos temas relacionados con ella. Para empezar, todos sabemos la cantidad de prejuicios que se hacen hacia las personas que van al psicólogo, porque ir al psicólogo hoy en día (es cierto que ahora parece que menos) conlleva a que la gente piense que “estás loco”, o bien a infravalorar tu problema-claro, que al no ser un daño físico como romperse una pierna, no tiene tanta importancia y es una mera “exageración”, o quizá es solo un mal día, que se nos pasará con el tiempo (nótese la ironía)- en fin, es algo que la gente no quiere entender y que piensa que te curarás sin ayuda profesional. Por ello, es necesario romper los estigmas hacia las personas que van al psicólogo y los tabús que hay al hablar de ello. Debemos normalizar hablar de cómo estamos, dejar de decir un simple “bien” cuando en el fondo sólo estamos fingiendo esa sonrisa para evitar que la gente juzgue tu problema y te miren con desprecio o se burlen. Debemos dejar de invisibilizar problemas que están ahí, y no porque dejemos de hablar de ellos van a desaparecer, la ansiedad, la depresión, los trastornos alimenticios siguen ahí, y ya es hora de no culpar a las personas que los tienen, del suicidio, de como la salud mental es imprescindible, de que esta no debe ser un privilegio. Y sobre todo, de la enorme cantidad de gente a la que la pandemia le ha dejado una huella en su bienestar emocional, es escalofriante que aproximadamente 1 de cada 5 adolescentes tenga un trastorno mental, y que la mitad de ellos aparezcan antes de los 14 años, que la depresión afecte a 264 millones de personas. De ahí, mi interés en hacer hincapié en hablar de lo que nos sucede, entender el por qué de nuestras emociones y buscar soluciones para salir de ahí y tener una buena salud mental.

Por otra parte, no nos hemos parado a pensar de la valentía de las personas que son capaces de pedir ayuda, especialmente nosotros, los adolescentes. Porque encontrar el momento para decirle a tus padres : “necesito ir al psicólogo” , no es fácil y requiere mucha valentía. Así ocurre, que muchos preferiríamos ahorrarnos esa conversación “incómoda”, respondiendo a una lluvia de preguntas de tus padres hasta llegar al “seguro que no es nada” “anda, no exageres”. Es en ese momento cuando te das cuenta de que no tienes ese apoyo en tu entorno y que no te van a entender nunca, así que prefieres ahorrarte eso y dejar de contar si tienes algún problema y guardártelo.

Mi único propósito de esta pequeña historia, es que todos seamos conscientes de que podemos ayudar y aportar nuestro granito de arena, ayudar a que una persona no se sienta incomprendida si nos cuenta su problema, a que sienta nuestra empatía, que no tenga miedo al “qué dirán”, a que le apoyemos y normalicemos buscar ayuda psicológica, a que si no tiene el apoyo necesario en casa, lo tenga en sus amistades, y que sepa que puede confiar en nosotros, sin juzgarlos, cuestionarlos o infravalorarlos. Porque a veces, sólo necesita oír un simple “te entiendo” o un “eres fuerte, todo saldrá bien”, alguien que te escuche, y ahí, es donde entramos nosotros.

REFERENCIAS:

Leiva, L., George, M., Antivilo, A., Squicciarini, A. M., Simonsohn, A., Vargas, B., & Guzmán, J. (2015). Salud mental escolar: Logros de una intervención preventiva en salud mental en niños y niñas del primer ciclo de enseñanza básica. Psicoperspectivas, 14(1), 31–41. doi:http://dx.doi.org/10.5027/psicoperspectivas-Vol14-Issue1-fulltext-508

Rojas Castillo, G., Araya Baltra, R., & Fritsch Montero, R. (2000). Salud mental, problemas psicosociales y atención primaria de salud. Acta Psiquiátrica y Psicológica De América Latina, 46(2), 119–126.

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