¿Realmente se puede curar la timidez?

Una de las ramas que el doctor Philip Zimbardo tomó después de su experimento de la prisión de Stanford fue el estudio de la timidez y cómo superar esta. Por increíble que parezca, Zimbardo considera que la timidez es un constructo social y proviene de experiencias que tenemos desde pequeños.

Para él es una desventaja social. Las personas limitan su libertad de expresarse, de asociarse a otras personas por miedo al qué dirán. Al decir que somos unas personas tímidas, nos quedamos en nuestra zona de confort y aceptamos que no podemos hacer x cosas, por lo tanto podríamos decir que la timidez es una prisión psicológica autoimpuesta por nosotros mismos. Una prisión en la que somos protagonistas; nuestros propios guardias e igualmente nuestros propios prisioneros.

¿Y cómo funcionarían estos guardias y prisioneros mentales impuestos por nosotros mismos?

Muy fácil. Es esa voz que nos dice: “ey, no puedes hablar con esa persona porque la vas a cagar”, “no puedes pedir una cita porque te va a rechazar”…

Es esa voz que nos proyecta al fracaso, que nos baja la autoestima, que nos hace creer que no somos merecedores de algo aunque se vea claramente que sí lo somos. Y automáticamente nuestro prisionero interior acepta su papel y se queda en la inacción.

Así, Philip Zimbardo crea el Proyecto de la timidez de Stanford, un comienzo por estudiar la timidez, antes del 72 nunca estudiada, proyectando así en un futuro la Clínica de la timidez de Stanford.

Las causas eran claras; o no tienes las habilidades sociales suficientes, tienes cogniciones negativas que se pueden cambiar, o tienes excitación fisiológica (sonrojarse, sudoración…)
Descubrieron cómo se manifestaba en cada persona la timidez, enfocándose en ello y trabajándolo para cambiarlo. Y sí, la timidez se puede cambiar y se puede modificar para mejorar nuestra calidad de vida y tener experiencias más agradables con el entorno.

Las cosas que podemos hacer para superar la timidez son variadas, siempre ayudadas de una terapia que siga el desarrollo de esta.

  1. Enseñar hábitos sociales. Los padres tienen que enseñar a sus hijos cómo se deben de comportar ante situaciones sociales. Para reconfortar la actitud del niño los padres deben de elogiarlo si se comporta de forma correcta en una situación social.
  2. Mostrarse sin timidez con los demás. Los padres deben relacionarse y expresarse con otras personas de forma natural. De esta manera, están demostrando a sus hijos que no pasa nada al relacionarse con más personas.
  3. Apoyar a los niños para que se sientan capaces. Esto hará que aumente la autoestima. Para lograrlo podemos encomendar a los niños tareas, que tiene que ser un poco difíciles, pero adecuadas a su capacidad

Estos son algunos tips para niños. Para los adultos, lo mejor es enfocarse en esta timidez a través del trabajo de nuestra autoestima, crear una imagen mejor de la que tenemos normalmente con nosotros mismos, aprender a hablar aunque al principio nos cueste, confiar más en nosotros mismos a través de un lenguaje propio más cariñoso, más elogioso y más fortalecedor. Tomar las riendas de nuestras situaciones en vez de que lo haga el miedo y la inseguridad, y aunque sea difícil al principio siempre costará un poco menos cada vez que hagamos el esfuerzo por cambiarlo.

Aquí un vídeo que te puede ayudar a mejorar tu autoestima para afrontar la timidez:

https://youtu.be/VRnmiXLyqKE

Bibliografía:

--

--