RELACIONES VACÍAS

Rosaliagento
Introducción a la Psicología — ugr
4 min readDec 28, 2021

--

Tristemente, voy a hablar de una realidad que me cuesta admitir que hoy en día esté tan presente. Así, me gustaría usar este post como un sitio de desahogo y de intercambio de consejos e ideas, y crear un ambiente de confianza, por lo que si alguien se siente identificado o quiere compartir sus pensamientos, estaré encantada de oírlos.

Es frustrante conocer a personas y sentir que ninguna es capaz de congeniar contigo al 100%, que nadie te encaja, o que lo positivo que ves en una persona, poco a poco va decreciendo. Supongo que esto tiene que estar estrechamente relacionado con las ideas que nos han inculcado desde pequeños de la media naranja, que el estar soltero implica estar solo y todos esos mitos románticos que se nos han implantado en nuestra mente desde que somos tan pequeños, esas fantasías que lo único que hacen es que idealicemos el amor y tengamos unas expectativas de este que son irreales.

Ciertamente, no sé si es por falta de madurez, de amor propio, o de alguna otra carencia a nivel emocional, o por “tener muchos pájaros en la cabeza”, pero muchas veces sentimos que no vamos a encontrar a alguien que nos complemente, o alguien con quien podamos tener esa complicidad inefable. Muchas veces me he preguntado si seré capaz de encontrar en una misma persona esa seguridad, ese cariño y esa confianza y además, mantener esa ilusión o entusiasmo con el paso del tiempo (aunque es normal que no sea en la misma intensidad que al comienzo). En su lugar, nos cruzamos con relaciones superficiales, que en muchas ocasiones, no nos “llenan” (y lo pongo entre comillas porque sé que sin ellas no deberíamos sentirnos vacíos o incompletos, pero es el término más adecuado que he encontrado para describir esa sensación). A su vez, siento que hoy en día, a nivel sentimental y romántico, nos resulta muy complicado encontrar a alguien con quien además de estar a gusto y cómodos, podamos tener una conversación profunda, hablar de nuestros miedos, preocupaciones, vulnerabilidades, de nuestros yoes más íntimos, y es aquí cuando nos planteamos si es por nosotros, si realmente merecemos la pena, o si quizá somos demasiado exigentes.

Otro asunto que me preocupa es cuando por fin, aparece alguien en mi vida que sí cumple mis expectativas, alguien que me escucha y siento verdaderamente que lo hace porque realmente le importo. Hasta aquí, todo bien, el problema aparece cuando, al tener esa persona esa exclusividad que la diferencia del resto de personas que he conocido a nivel romántico, comienzo a idealizarla, cuando lo único que hace es lo que haría un buen amigo o amiga o una pareja sana, escuchándome, apoyándome y mostrando verdadero interés en cómo me siento.

A pesar de esto, encontrar a esas personas que “iluminan” tu vida, no es imposible, la química y la conexión emocional y mental con las personas existe, más allá de la conexión física o sexual. Lo que me da realmente miedo, es caer en ese conformismo, en conformarme con lo mínimo por el simple hecho de no encontrar el tipo de relación que busco. Así ocurre, que quizá en una persona encontramos confianza y pasión, pero no intimidad y compromiso, y estos 4 términos, son para mí, los indispensables en una relación y por ello, no debería conformarme con menos.

Sin embargo, tras toda esta auto reflexión, debo aludir a la idea del amor propio. Es aquí cuando aparece el debate de si somos seres sociales que necesitamos esas relaciones interpersonales para ser felices, o si bien nuestra felicidad depende únicamente de nosotros y no necesitamos ese tipo de relación romántica para sentirnos mejor. Así, primero es preciso que aprendamos a querernos a nosotros mismos, a escucharnos y a saber cómo nos sentimos y lo que queremos, y ya después seremos capaces de saber lo que buscamos, de querer a otras personas de una forma sana.

Y es que, es totalmente lícito preferir lo fugaz, lo esporádico, los “amores de una noche”, y que no se debe juzgar a alguien que, por cualquier motivo, prefiera eso a un vínculo más fuerte y estable o que requiera otro tipo de compromiso. Sin embargo, el dilema no está en escoger eso porque realmente lo prefieras, sino, en escogerlo porque piensas que es lo único que puedes encontrar o a lo único a lo que puedes aspirar. Hoy en día, nos da miedo comprometernos, nos cansamos muy rápido de las personas y nos aferramos a cualquier relación, porque no sabemos estar solos, ni darnos tiempo a nosotros mismos para reflexionar sobre lo que queremos. No está mal visto no tener pareja, y no tenerla no debe ser algo que nos obsesione.

En conclusión, que lo que prima, ante todo, es nuestra autoestima, querernos y valorarnos, y que no importa el tiempo que pase si no encontramos lo que buscamos, no debemos llenar ese hueco con relaciones vacías porque pensamos que esa persona va a solventar esa sensación, no pasa nada por esperar.

Ahora bien, si tú has tenido la suerte de encontrar a esa persona, que te aporte, que te beneficie, que te energice, y que te apoye, déjame decirte que además de una pareja sana, has encontrado a tu persona vitamina y que deberías estar muy feliz por ello.

REFERENCIAS

  • Roscar, N.(2016). La ‘sociedad líquida’. Bogotá, United States: Portafolio
  • Camelo, E. E. V.(2020). El amor líquido en las relaciones de pareja: Hacia la utopía viable de la alegría del amor. aproximación desde zygmunt bauman y el papa francisco. Escritos, 28(61), 78–94. doi:http://dx.doi.org/10.18566/escr.v28n61.a06
  • Roche Cárcel, J.,A. (2021). El amor y el tiempo social: Un amor sin tiempo. SocietàMutamentoPolitica, 12(24), 117–127. doi:http://dx.doi.org/10.36253/smp-13229

--

--