--

RELAJACIÓN COMO SOMNÍFERO

El buen sueño es fundamental para poder afrontar cualquier acontecimiento de nuestra vida, incluso los más cotidianos. Si dormimos poco y descansamos aún menos, al día siguiente nos despertaremos cansados tanto física como mentalmente.

Personalmente, sufro de insomnio y lo poco que duermo tampoco me compensa, puesto que no siento que descanse verdaderamente. Además, tengo un amigo al que le pasa igual que a mí; le cuesta dormir y padece TDH (trastorno de hiperactividad). Por eso, cuando vi en clases algunas prácticas sobre relajación pensé ¿y si estos métodos nos ayudan?

Con esta reflexión en mente me dispuse a por lo menos intentarlo.

Durante varios días, estuve probando la relajación progresiva de Jacobson, con la cual aprendemos a destensar nuestro cuerpo, integrando además elementos de mindfulness, para así sentir con más precisión cada parte que tratamos de relajar, a la vez que liberamos la mente de inquietudes y pensamientos que puedan molestar. De esta forma, la relajación sería física y mental.

Tras estar varias noches realizando estas tácticas, por un lado, a mi amigo y por otro a mí misma, hemos comprobado que nos cuesta menos conciliar el sueño cuando practicamos la relajación antes de dormir; al disminuir los pensamientos sólo al proceso de tensar/relajar y la respiración, la mente no divaga en cualquier otro asunto, y esto acompañado de la tranquilidad física que se siente, ayuda a dormir de forma más ininterrumpida.

Auto-realizarse la relajación a uno mismo cuesta un poco al principio, puesto que cuando te guían se reducen incluso más los pensamientos, pero poco a poco resulta más fácil.

Tanto mi amigo como yo, sentimos que estos métodos nos han beneficiado, y los hemos disfrutado hasta tal punto, que pensamos continuar con ellos.

--

--