De arquitecta a diseñadora UX/UI ¿Cómo y por qué?

Cómo acabé metida dentro del mundo del diseño digital

Lule Salas
Ironhack
5 min readFeb 12, 2018

--

Estudié arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid (ETSAM) porque me parecía una carrera muy completa: mezcla de técnico y artístico.

Siempre he pensado en la arquitectura como un arte útil: partir de un concepto para generar un espacio, con magia, que a su vez debe responder a una función determinada. Belleza y función. Función y belleza. Maravilloso.

Durante la carrera aprendimos no sólo a diseñar proyectos de arquitectura, sino a trabajar en equipo y bajo presión, a desarrollar criterio, a pensar en nuestro cliente y nuestro usuario, a sistematizar, a componer, a justificar nuestras decisiones de diseño, a generar un proceso coherente con los medios, el entorno y el concepto, a gestionar plazos y presupuestos y sobretodo a entender que el éxito de un proyecto depende de muchos agentes implicados que han de trabajar juntos y en la misma dirección (desde el arquitecto proyectista, hasta el jefe de obra, pasando por los profesionales de estructuras e instalaciones y todas las personas implicadas en la obra).

Cuando terminé la carrera me fui a vivir a Múnich, Alemania.

Había pasado mi año de erasmus allí y la experiencia me había encantado, me parecía que trabajar en un ambiente internacional, en otro idioma, me aportaría nuevas herramientas y me abriría la mente a otras formas de trabajar o entender la arquitectura.

Y así fue. Estuve tres años viviendo y trabajando allí en diferentes estudios de arquitectura y aprendí a trabajar y desenvolverme en un idioma y con unas reglas culturales que no eran las mías. A empatizar con personas que no pensaban como yo.

Participé en multitud de concursos, algunos de los cuales ganamos (como el del Complejo Educativo de Freiham o el de la Clínica Alpina en Liechtenstein), pero sobretodo, aprendí a asumir responsabilidades, porque si algo tienen los alemanes es que saben que no se nace sabiendo y que uno aprende a nadar tirándose al agua.

Acudía con mi jefe a las reuniones de proyecto y pronto empecé a hacerlo yo sola, y casi sin darme cuenta estaba gestionando el proyecto o dirigiendo el equipo de un concurso. Fue increíblemente enriquecedor.

A los tres años de estar allí decidí que ya iba siendo hora de volver (me había ido sabiendo que volvería) y fue entonces cuando confluyeron las tres situaciones que me introducirían en el mundo del diseño digital y la experiencia de usuario, podéis llamarlo Serendipia:

1. Una conversación en la playa o cómo cambiarle la vida a alguien con sólo una frase.

Mi hermano, {chechusalas}, CMO & Head of Value Creation de Muno, que estaba metido dentro del mundillo digital siempre me había dicho que los arquitectos tienen un perfil muy interesante, de hecho su jefe es arquitecto, al igual que muchos de sus compañeros.

Un día de las vacaciones, paseando por la playa ese verano, nos cruzamos precisamente a uno de ellos, diseñador de producto, que había estudiado en la misma universidad que yo.

Hablando un poco de todo, e intentando encontrar gente que conociéramos en común, dijo algo que se me quedó grabado y ha ido cobrando sentido con el tiempo:

“lo que yo hago en mi día a día como diseñador de producto tiene más que ver con lo que estudiamos en la escuela de arquitectura que lo que hacen algunos de mis amigos que trabajan en una inmobiliaria o una constructora”.

2. Mi portfolio o cómo mi novio fisioterapeuta se convirtió en programador.

Como quería empezar a buscar trabajo ya desde Alemania pensé que lo mejor sería hacerme un portfolio digital, una página web sería más fácil de enviar que un portfolio en papel, así que me puse manos a la obra:

Yo organizaba y maquetaba mis proyectos y mi novio Carlos (fisioterapeuta), que quería echarme una mano, aprendía a programar con videotutoriales de Javascript, CSS y HTML, para poder desarrollar lo que yo diseñaba.

Fue un gran descubrimiento para los dos: nos encantó.

En aquel momento a mi todavía no me había hecho click en la cabeza pero a mi novio si: quería programar.

3. Ironhack, la escuela que lo hizo posible.

Fue otra vez mi hermano el que nos habló de Ironhack:

“Unos tipos que están haciendo Bootcamps intensivos de 9 semanas para convertirte en Programador Web Full Stack

Volver a España era el momento de transición idóneo

¿Por qué no? La vuelta de Alemania a España parecía el momento de transición idóneo para realizar un cambio de dirección profesional, así que Carlos se inscribió en el Bootcamp de Desarrollo web y a los dos se nos abrió todo un mundo de posibilidades que antes no conocíamos.

Fue él quien, a raiz de entrar en Ironhack, empezó a hablarme de diseño UX/ UI y su conexión con la arquitectura y un día me dijo:

“Hoy van a dar una charla sobre lo que es la experiencia de usuario, deberías venir porque conociéndote, creo que te va a interesar”

Y efectivamente: Me interesó.
Hicieron una pequeña introducción sobre qué es UX/ UI y después hicimos una dinámica en grupo analizando una App y su utilización en función de diferentes perfiles de usuario, qué cambiaríamos y por qué. Dibujando, pensando y debatiendo. Fue increíble. Y mi cabeza hizo click. Quería hacer el Bootcamp de diseño UX/ UI.

Unos días después, estando de viaje en Atenas, me llegó un mail de Claudia Losada, responsable de admisiones de Ironhack diciéndome que me daban una beca parcial para hacer el Bootcamp y no lo dudé.

Foto del primer día de Bootcamp con mis compañeros

El resto es historia, hice el Bootcamp y la verdad es que fue una experiencia increíble.

Tanto por nuestros profes: AlejandroArribas, Óscar SP, Samuel Hermoso, joe lozano, Danny Saltaren, Ana Milojevic y Fabio Korsos, que nos enseñaron todo lo que sabemos; como por mis compañeros: Jordi Fontanals, Alba Bauzá, Rosa Narváez, Lia Vega, Helena Martínez Merino, Olaia Irigoyen, Laura G. Castellanos, Carlos Puente Velasco, Juan Luis Vilar Lopez, Carlo Padrón Gómez, Daniel Galán Conde y David.S, que hicieron que el trabajar se convirtiera en algo divertido.

Mi proyecto final de Ironhack: Locspot, una plataforma digital para conectar a localizadores con profesionales del mundo audiovisual que buscan localizaciones

* Conclusión: ¿qué tiene que ver el diseño de producto digital con la arquitectura?

Mucho. No sólo por los procesos, el desarrollo y las herramientas, la importancia de la comunicación, la capacidad de abstracción, el entendimiento de la problemática, el enfoque centrado en el usuario, la composición, sistematización y definición de unos planos/wireframes; sino por la visión de conjunto.

Por eso creo que cada vez más se verán arquitectos en diseño de producto y que los arquitectos deberíamos aprender e importar herramientas y metodologías (de gestión de trabajo y tiempo) derivadas del mundo digital, que harían la vida y el trabajo en un estudio de arquitectura mucho más efectivo y fácil.

*Aquí tenéis un link a un artículo con más historias de arquitectos en el mundo digital.

--

--