Por qué dejé mi trabajo en banca y aprendí a programar
Después de 4 años estudiando ADE en ESADE conseguí el trabajo que siempre había querido. Como muchísima gente de mi promoción, acabé trabajando en banca. Pero casi 2 años después me di cuenta de que ya no estaba en mi sitio. En contra de lo que pensaba durante la carrera, tenía dentro de mí el gusanillo de emprender y tenía que dar los primeros pasos. Para mí, fue indudable lo que me tocaba hacer: dejé el trabajo y decidí a aprender a programar. Después de buscar y contrastar muchas ideas, decidí que el mejor sitio para hacerlo era Ironhack.
Nos encontramos en un momento en que la tecnología da acceso al mercado y te posibilita construir cualquier cosa, así que, aunque mi objetivo no era acabar trabajando de programador al uso, quería conocer la tecnología desde dentro, ya fuese para arrancar o porque necesitaría entenderla para gestionar un equipo técnico. En ESADE no vemos esa parte digital. En mi promoción (a diferencia de promos anteriores) no dimos nada de programación. No dimos nada de Marketing Digital. Pero tampoco de escalar equipos, de crearlos, ni de formas de pensar distintas a la gran empresa. Y eso, en un mundo como hoy, queda muy anticuado. Aprendes a trabajar en una gran empresa pero, si quieres crear una tienes que empezar desde 0. Necesitaba aprender a poner la primera piedra. Necesitaba aprender a programar.
Por este motivo me decidí a hacer un bootcamp: un programa intensivo de 9 semanas, 5 días a la semana y 8 horas de clase al día, a las que tienes que sumar muchas más haciendo ejercicios por tu lado, en el que pasas de saber absolutamente nada de programación a un nivel de desarrollador junior. Al principio me sorprendió. El enfoque era totalmente distinto al de la universidad; aunque hay una parte teórica en el programa, la mayoría es todo práctica.
A la vez, los inicios fueron muy frustrantes, podrías haber sido un lumbreras en la escuela o universidad pero aquí la película era totalmente diferente. No se trataba de entender conceptos de programación, sino la lógica de esta. A pesar del alto ratio de profesores por alumno, querían que aprendieras a sacarte las castañas del fuego tú solo cada vez que te quedabas atascado. Sin darme cuenta, me estaban enseñando a pensar diferente, a enfocar los problemas sin miedo. Desde que terminé, lo que más he valorado ha sido el cambio de chip. Nos lo dijo nuestro profesor el primer día: lo primero que hay que hacer no es aprender código, es aprender a razonar como un programador. Y eso realmente lo cambió todo.
No pocos colegas me han escrito durante este tiempo para preguntar qué tal mi experiencia en Ironhack. Desde ex compañeros de trabajo, compañeros de la uni o simplemente gente random por LinkedIn que busca alumni de Ironhack y quiere conocer qué tal la experiencia. Mi respuesta siempre ha sido clara y se puede resumir en los siguientes puntos:
- Si quieres aprender a programar, hacer un bootcamp es la mejor forma. Antes que Ironhack intenté hacer más de un curso online, pero el hecho de poner foco, “encerrarse” 3 meses y estar a tope no tiene nada que ver con dedicar alguna horita en casa cada semana. Sobretodo por un problema que todo el mundo que intenta aprender en casa sufre: encuentras un ejercicio que no entiendes o no te sale, te encallas y PUM, es la muerte. Lo bueno del formato de Ironhack es que eso nunca pasa, nunca mueres, siempre hay ayuda en forma de TA (teacher assistant) o, cuando ya está avanzado el curso, de tus propios compañeros. Si te encuentras con problemas siempre tienes cómo seguir, no te desanimas y sigues adelante.
- El programa está orientado a que veas lo útil que es lo que haces. Es por eso que durante el bootcamp tienes que realizar tres proyectos, para que así puedas poner en práctica todos los conocimientos que has aplicado. Se te da la total libertad para que escojas los proyectos, en ningún momento se va a valorar la idea, solo el código.
- Me sorprendió el perfil de mis compañeros clase. Todos los backgrounds eran distintos e igual que yo, venían dispuestos a cambiar el rumbo de su vida, daba igual de donde venías, solo importaba tener clara la meta.
De todos modos, es muy importante tener claro que no todo es de color de rosa. Igual que en cualquier lugar, en Ironhack nadie regala nada y dependerá de ti mismo el provecho que le saques. Como en la vida, te pueden poner todas las facilidades, pero si no das el 200% y te lo tomas en serio, de nada te va a servir.