Ajustando cuentas con el viejo año nuevo

jestebanprofe
Magazine de Sastre
Published in
3 min readDec 30, 2016
En el camino, la elección siempre nos determina el resultado… Foto personal.

Asumámoslo, el año empieza, para una gran mayoría, en septiembre. Es el momento en el que realmente se hace balance y cuando se pueden plantear con mayor firmeza los nuevos propósitos.

Lo de estas fechas no es más que un episodio recurrente en la necesidad humana de crear espacios y tiempos acotados, de creerse en posesión de los mismos, cuando sabemos de sobra que no es verdad, que nos poseen con dolorosa y punzante firmeza.

En este tiempo, puede que no sobre hacer una pequeña reflexión sobre lo que hemos vivido y cómo nos vamos dejando jirones de piel en el loco y atropellado paso de los días: unos hay que hacen conjuros de druidas para sentir que empiezan el año con más vigor; otras hay que necesitan escribir para que el hechizo literario se convierta en purificación; l@s más, en definitiva, se contentan con pasar estos días con buena compañía, con los presentes y con los ausentes, más presentes si cabe. Yo me encuentro entre los que necesitan escribir algo para repensar cómo ha sido mi deambular por el mundo en este tiempo que ahora “cerramos”. Quizás, el artículo que mejor resume mi año sea éste que añado.

Ya nos lo dice Kavafis, en su siempre repetido y alabado Viaje a Ítaca:

“Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino”

En eso estamos, en hacer balance de cómo ha ido el año, de escrutar, de sopesar los puertos por los que he transitado este tiempo; en definitiva, de regocijarme por el crecimiento de la familia, por las amistades que han venido para quedarse, por las que se quedaron hace tiempo y que siguen manteniéndose a pesar de la dificultad que entraña mantener contacto con la frecuencia que el cuidado de la amistad necesita; por la intensidad de deporte que ha aumentado este año, deporte que se asocia, en este caso, a contacto fluido con la Naturaleza; por el crecimiento, eso creo, en el puesto de trabajo, todo un reto dados los muchos intereses creados que asedian la educación en España; por sacar tiempo para cimentar mi yo creativo en estos tiempos en los que todo es prisa y alboroto superficial; por, en definitiva, tratar de poner mi sello personal en esto que llamamos vivir y que de forma tan paladina resumió Lenon, según tengo entendido, pero no confirmado, cuando afirmó aquello de que “la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”.

Gracias a todos los y las que habéis ayudado a enriquecerme en esta parte del camino; os sugiero una propuesta: cerremos el año y liquidemos los otros planes que no nos dejan asentarnos en los que realmente importan.

Feliz año, nuevo y viejo.

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