¿Es Bitcoin una pirámide?
En noviembre de 2017, David Murcia Guzmán termina su condena de 8 años en Estados Unidos y vuelve a Colombia a pagar otros 22 años de cárcel. Su empresa, DMG, fue intervenida por las autoridades colombianas en 2008.
Más que una pirámide, DMG era un esquema Ponzi en el que se le prometía a sus inversionistas retornos astronómicos a cambio de depositar su dinero por un lapso de tiempo determinado. Estos retornos provenían del dinero que nuevos inversionistas depositaban cada mes. Veamos el siguiente ejemplo:
Enero: Anna deposita 100 mil pesos a 3 meses con un retorno del 50%.
Febrero: Bernardo deposita 100 mil pesos a 3 meses con un retorno del 50%.
Marzo: Carlos deposita 100 mil pesos a 3 meses con un retorno del 50%.
Abril: Anna recibe los 100 mil pesos que depositó, más 50 mil de Carlos.
Mayo: Bernardo recibe los 100 mil pesos que depositó, más 50 mil de Carlos.
Junio: Carlos no recibe nada.
Esta dinámica se puede prolongar ad eternam si asumimos que en abril y mayo entran otros dos nuevos inversionistas, brindando la ilusión de que es un negocio sostenible. Incluso, como Anna le cuenta a Bernardo que le entregaron 150 mil en abril, puede que Bernardo decida no recibir sus 150 mil pesos en mayo con el fin de obtener 225 mil pesos en agosto. Añadámosle un flujo de dinero proveniente del narcotráfico y obtendremos a grandes rasgos la operación de DMG.
Sin duda DMG es un episodio bochornoso en la historia reciente de Colombia; pero también es un síntoma del descontento generalizado del pueblo colombiano hacia los bancos. Veamos ahora cómo funcionan los bancos:
Enero: Anna deposita 100 mil pesos a la vista con un retorno del 5% bimensual.
Febrero: Bernardo pide un crédito de 100 mil pesos con intereses del 10% mensual. El banco le da los 100 mil pesos de Anna y se queda en ceros.
Marzo: Bernardo le paga al banco 10 mil pesos de intereses. El banco tiene 10 mil pesos en sus bóvedas, pero le dice a Anna que tiene 105 mil pesos en su cuenta.
Abril: Bernardo le paga al banco otros 10 mil pesos de intereses. Ahora el banco tiene 20 mil pesos en sus bóvedas, y le sigue diciendo a Anna que tiene 105 mil pesos en su cuenta.
Mayo: Bernardo le paga al banco otros 10 mil pesos. El banco tiene 30 mil en sus bóvedas y le dice a Anna que tiene 110 mil en su cuenta. Anna decide entonces reclamar sus 110 mil pesos. Como el banco sólo tiene 30 mil, se declara insolvente y le pide ayuda al Gobierno, el cual saca 80 mil pesos del seguro de depósitos y se los entrega al banco. El banco le entrega 110 mil pesos a Anna como si nada y se queda otra vez en ceros.
Junio: Bernardo le paga al banco 10 mil pesos más.
En realidad los bancos nunca se quedan en ceros y de hecho utilizan técnicas estadísticas avanzadas para minimizar el riesgo de quedarse insolventes. Pero hay una cosa cierta: los bancos nunca tienen toda la plata de sus depositantes. De no ser por el respaldo del Gobierno, podría decirse que la banca de reserva fraccional es un esquema Ponzi.
Ahora miremos cómo funciona Bitcoin:
Enero: Anna invierte 100 mil pesos en Bitcoin. El Bitcoin está a 10 millones de pesos, así que obtiene 10 milibitcoins (0.01 bitcoins).
Febrero: Bernardo invierte 100 mil pesos en Bitcoin. Ahora el Bitcoin está a 11 millones, así que obtiene 9 milibitcoins.
Marzo: Carlos invierte 100 mil pesos en Bitcoin. Ahora el Bitcoin está a 12 millones, así que obtiene 8 milibitcoins.
Abril: Anna compra un libro que cuesta 100 mil pesos. En la librería aceptan Bitcoin. Como el Bitcoin está a 13 millones, Anna paga 7 milibitcoins y se queda con 3.
Mayo: El precio del Bitcoin se desploma; ahora está a 8 millones de pesos. Carlos se asusta y vende sus 8 milibitcoins por 64 mil pesos.
Junio: El precio del Bitcoin se recupera ligeramente; ahora está en 10 millones de pesos. Bernardo decide vender sus 9 milibitcoins por 90 mil pesos.
A diferencia de un esquema Ponzi o de un banco, Bitcoin no promete retornos. Si usted gasta o vende su Bitcoin cuando el precio está más alto de cuando lo compró, gana plata; si lo gasta o vende cuando su precio está más bajo, pierde plata. Pero nunca le tiene que entregar su Bitcoin a nadie.
Dado que Bitcoin es una nueva tecnología que todavía no ha sido regulada, se presta para estafas. MMM, por ejemplo, es un esquema Ponzi que opera en muchos países incluido Colombia y que funciona por medio de la captación de Bitcoin. Sin embargo, la regla para detectar estas estafas es muy simple: si le piden que les entregue su Bitcoin, es una estafa.
