Analizando información

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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5 min readMay 9, 2021
Trabajo de estudiantes de RCA , noviembre 2018.

“No estamos en un mundo de sobrecarga de información, estamos en un mundo de falla en los filtros”.

Michael Lazerow, emprendedor e inversor norteamericano.

Te encuentras en una habitación. Ves las paredes de color blanco, casi con una tonalidad humo. El techo es alto. Percibes cuadros con personas abstractas que apenas llegas a diferenciar y unas plantas que pareciera que no han recibido agua en meses. Interrumpen tus pensamientos con un grito, es una señorita pronunciando tu nombre. Es tu turno para ingresar al consultorio del doctor.

— “Buenas tardes, tengo que informarle que tiene cáncer”, te dice fríamente el doctor.

— “¿Qué significa eso? ¿Tengo cáncer de mama?”, alcanzas a responder nerviosa.

— “Parece que sí”.

— “¿Cómo que parece? ¿Cuáles son las probabilidades de tener cáncer?”, preguntas buscando algún grado de certeza.

— “Hay muchas variables, pero digamos que para una persona que ha dado positivo, tiene un 90% de probabilidad de tenerlo”.

Sales de la habitación casi en lágrimas, pensando qué harás ahora, cómo afrontarás el problema, qué cambios necesitas hacer, y si realmente lo superarás.

Este es un ejemplo planteado por Gerd Gigerenzer, psicólogo alemán, en un artículo sobre cómo se produce la ilusión de certeza y el papel que juega la representación de la información y las probabilidades.

Gigerenzer menciona que, al entrevistar personal que realiza mamografías con una rango de experiencia entre 20 y 25 años, un tercio mencionó que las probabilidades de tener cáncer luego de un resultado positivo de mamografía son del 90%, otro tercio entre 50% y 80%, y otro tercio piensa que la respuesta está entre 1% y 10%. ¿Pero es esto real? El autor comenta que la probabilidad de que una mujer, en este grupo de edad, tenga cáncer es alrededor del 1%. Si una mujer tiene cáncer de mama, la probabilidad de que dé positivo en una mamografía es del 90%. En cambio, si una mujer no tiene cáncer de mama, la probabilidad de que dé positivo es del 9%. En términos técnicos, tiene una tasa base del 1%, una tasa de aciertos del 90% y una tasa de falsos positivos de aproximadamente 9%.

Entonces, ¿cómo se debería contestar a una mujer luego de dar positivo en la prueba de cáncer? ¿Es realmente el 90% la respuesta correcta? Se puede comunicar la misma información de una manera más sencilla. Gigerenzer plantea pensar en 100 mujeres. Una de ellas tiene cáncer de mama. Este fue el 1%. Probablemente dé positivo a la prueba, ese es el 90%. De 99 que no tienen cáncer de mama, otros 9 o 10 darán positivo. Finalmente, tendríamos que una de cada 9 o 10 que dan positivo. Entonces ¿cuántas de ellas realmente tienen cáncer? 1 de cada 10. Eso no es el 90%, no es el 50%, es sencillamente uno de cada diez. De ser así, en nuestro ejemplo anterior, probablemente no hubieras salido llorando de la habitación pensando en diferentes posibilidades negativas.

Aquí la importancia de contar con herramientas para analizar de manera correcta un problema. No se trata de aprender un curso de estadística pero sí de un cambio de percepción sobre cómo se interpreta la información. Se trata de entender los riesgos reales y el de optar por reacciones razonables. Al proporcionar una información más precisa, incluso el paciente puede reaccionar de una manera menos emocional y eso puede afectar positivamente su toma de decisiones.

Este caso del cáncer de mama pero podemos llevarlo a otros escenarios y analizar, dar unos pasos hacia atrás para evaluar el tipo de información que estamos proporcionando o recibiendo. Y cómo es que esta información nos afecta o afecta a los demás. ¿Qué sucede en el caso de las vacunas? ¿Con su nivel de efectividad? ¿Con las encuestas y el % de votos por candidatos? Todos los días recibimos información que necesitamos analizar en su contexto adecuado, ya que podríamos caer en desinformación y causar efectos secundarios en la toma de decisiones.

Más ejemplos

Recuerda tu último viaje en avión, ¿te has preguntado si puedes tener un accidente? ¿Cuáles son las probabilidades? Peter Bevelin, en su libro Seeking Wisdom, nos da una respuesta. Asumamos que 1 de 10,000 viajes sufre un accidente. El historial de viajes demuestran que cuando un accidente ocurre, en promedio 8 de 10 fallecen, 1 herido y solo una persona se salva sin problemas. Esto quiere decir que la probabilidad de que un pasajero esté involucrado en un accidente es 1 de 10,000; que fallezca 1 de 12,500 (10,000/0.8); y que esté herido 1 de 100,000 (10,000/0.1).

¿Algo más de perspectiva? Según ‘National Transportation Safety Board’ el número de pasajeros que fallecieron en un tráfico aéreo en USA entre 1992 y 2011, fue de 433. En comparación con fallecidos en accidentes de tránsito en USA durante el 2001 fue de 42,119.

¿Notan la gran diferencia? Entonces ¿por qué nos sentimos más seguros manejando un carro que viajando en avión? El autor menciona que diferentes estudios han demostrado que le tenemos más miedo a lo que no es familiar, que a las cosas que podemos controlar. En el caso de viajar, nos sentimos en control y son más las personas que sobreviven accidentes de tránsito que las que sobreviven accidentes de avión. Además, la prensa tiene gran influencia al crear historias sobre lo improbable, por lo que se debe diferenciar entre un riesgo real y un riesgo que ayuda a vender periódicos.

¿Cómo nuestra vida está siendo afectada por los datos que recibimos día a día? Ya sea de un TikTok, una noticia de una página web, un post de Facebook o una imagen reenviada en nuestros grupos de Whatsapp. En algunos casos, a veces es mejor darnos un respiro, y analizar mejor la información recibida. En otros, antes de enviar una imagen o un link sobre una noticia, quizás podemos tomarnos esos minutos en validar la información o percibirla desde otra perspectiva. Ya que finalmente no sabemos cómo esa información terminará impactando a otras personas y, a veces, el exceso de información podría causar más daño que beneficios.

“Para que un recuerdo persista, la información entrante debe ser procesada completamente y profundamente. Esto se logra atendiendo a la información y asociándola de manera significativa y sistemática con conocimientos ya establecidos en la memoria “.

Eric Kandel, neurocientífico.

¡Que tengas un buen día!

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