Conviviendo

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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3 min readSep 12, 2022
Palermo, Buenos Aires — julio 2022.

“La convivencia es un arte. Es un arte paciente, es un arte hermoso, es fascinante”.

― Papa Francisco, cabeza de la Iglesia Católica.

Una de las situaciones más difíciles e interesantes a la vez, es comenzar a convivir con alguien más. Como convivir, lo puedes entender desde pasar un fin de semana juntos hasta comprarse un departamento para estar juntos indefinidamente.

Mi mejor amigo, hasta ahora no olvida aquella vez que pasamos — junto con mi primo y con Claudio — unos días juntos en una casa de campo en Azpitia (al sur de Lima). Aún cuenta la historia de cuando no quise lavar los platos o no pude arreglar la bomba de agua. O incluso, aquella vez que lo visité en Alemania y preparé unas lentejas sin sabor. ¡Nunca me lo perdonó!

Si bien esas historias son de hace más de 10 anõs y 5 años, aún queda en su memoria la manera en que compartió un tiempo conmigo y sobre la cual no quiere volver a repetir más.

Una situación más reciente, me ocurrió con Laura en julio pasado. Nos quedamos casi un mes en Argentina y todo fluyó naturalmente menos los primeros días. Por reuniones de trabajo, dejé de hacer algunas actividades como tender la cama y poner los vasos sucios en su lugar. Acciones que, a los tres días, no me perdonaron.

Conversando, uno lo puede solucionar. Pero luego pueden pasar más problemas, que pueden ser más o menos graves: “Quiero seguir viendo Netflix”, “aún no quiero dormir”, “hoy no quiero cocinar”, “mejor anda solo”.

Finalmente, al convivir con alguien más, mostramos nuestro lado más real, aquel donde sale todo lo positivo pero también lo que podrías considerar negativo. Aquellas costumbres que para nosotros pueden ser placenteras pero para otra persona, pueden ser totalmente lo contrario.

Incluso, pueden aparecer problemas más tensos y uno tiene menos posibilidades de escaparse. Por ejemplo, una amiga me comentó que discutió con su pareja al punto de tirarse las cosas. ¿Qué hacer en esos casos si viven juntos?

Hace poco un taxista me dio un consejo. Cada vez que sentía que la situación se ponía tensa con su esposa, tomaba un cigarro y se iba a caminar unas cuadras. No dejaba que la situación se saliera de control. Al regresar, todo estaba más calmado y podía continuar sin problemas.

Las personas somos sumamente complejas. Nuestros gustos, preferencias, maneras de ver la vida pueden chocar de manera drástica con otra persona pero también puede generar experiencias memorables que nos lleven al punto de soñar despiertos.

Esas sensaciones que siempre recordaremos. El levantarte y ver a una persona a tu lado con una gran sonrisa o bostezo, el sentir un gran abrazo, el sentir que te ofrecen apoyo incondicional o el solo hecho de sentarte a conversar de cualquier tema.

Para lograr un balance en la convivencia uno debe negociar, debe dar pero también recibir. Es ponerle ganas pero también entender que existirán momentos bajos. Es confiar, es tener paciencia. Es abrirse a nuevas experiencias. Es avanzar juntos en un entorno de calma, aprendizaje, seguridad y evolución. Los cuales, finalmente, nos llenarán de satisfacción no solo en el presente sino también en el futuro.

¿Estás lista para convivir?

“No existiría la sociedad si la convivencia dependiera de la comprensión mutua”.

― Eric Hoffer, filósofo estadounidense.

¡Que tengas un buen día!

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