Disfrute de lo cotidiano
“Un verdadero espíritu de rebeldía es aquel que busca la felicidad en esta vida”.
Henrik Ibsen, dramaturgo y director de teatro noruego.
Hoy hablemos de disfrutar las cosas simples de cada día. ¿Alguna vez te has detenido a saborear realmente tu té o café de la mañana sin pensar en la cantidad de cosas por hacer? ¿O has escuchado la lluvia caer y te has sentido tranquila, aunque solo sea por un momento? Cada día está lleno de estos pequeños instantes que esperan ser descubiertos.
Ahora, ¿cómo podemos encontrar alegría en lo cotidiano cuando todo a nuestro alrededor nos pide correr más rápido, hacer más cosas? Una idea es estar más presentes. Imagina que estás comiendo algo muy rico. En vez de pensar en lo próximo que tienes que hacer, podrías disfrutar cada bocado, agradecer por ese plato, y si estás con alguien, disfrutar su compañía. Así, una simple comida se convierte en algo especial.
Recuerdo que de niño me gustaba dividir cada parte de mi comida en secciones, las cuales me vendía a mí mismo con un precio. Si pagaba más, me servía secciones más grandes. Era solo yo pero era muy entretenido. Realmente disfrutaba cada bocado y hasta ahora puedo sentir la sensación. Es más, siento que no he probado mejor comida que de aquella época.
Otra alternativa o momento es el camino al trabajo o a la universidad. En vez de ir en piloto automático, podemos tomar ese tiempo para observar lo que pasa a nuestro alrededor, buscar algo bonito en el camino o simplemente disfrutar de ver a la gente.
También está el valor de las relaciones humanas. A veces, aunque estemos súper conectados con el mundo digital, podemos sentirnos solos. Pero esos momentos con amigos, familia o hasta con desconocidos pueden ser muy valiosos. Una buena conversación, una risa juntos, o un abrazo pueden hacer una gran diferencia en nuestro día. ¿No lo crees?
Entonces, ¿cómo hacemos para disfrutar más de lo cotidiano? Podemos empezar por tomar las cosas con más calma. Decidir no apurarse todo el tiempo puede ser un gran cambio. También es bueno darse un momento para pensar en lo que realmente importa para uno mismo.
Por último, disfrutar de lo cotidiano también es ser agradecidos. Es darse cuenta de que, aunque la vida tenga sus bajones, hay muchas cosas pequeñas por las cuales estar agradecido. Así, tomar un momento para apreciar esas cosas simples puede hacer que la vida se sienta más plena y feliz.
¿Y tú cómo vives el día a día? ¿Cuáles son esos momentos del día en los que simplemente te mantienes presente y dejas todo de lado? Son esas pequeñas interacciones las que pueden generar muchas chispas en tu vida, las cuales, a la larga, podrían brindarte más alegría de la que esperabas.
“Es extraño cómo llega a coincidir lo que nos sucede con lo que queremos que nos suceda”.
Inés Arredondo, escritora mexicana.
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¡Que tengas un buen día!