El futuro es remoto

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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4 min readMay 9, 2022
Oxapampa. Abril 2022.

“Trabajar desde casa con éxito es una habilidad, al igual que programar, diseñar o escribir. Se necesita tiempo y compromiso para desarrollar esa habilidad”.

– Alex Turnbull, administrador de fondos singapurense.

Cuando decidí volver, sabía que sería por un tiempo limitado, no permanente. ¿Me encanta Lima? Claro que sí pero también tengo muy claro que aún tengo que conocer muchos países, culturas, personas y vivir muchas más experiencias. Debo seguir fallando y aprendiendo.

Mi vida está siendo diseñada para vivir en cualquier lugar del mundo y trabajar sin problemas de manera remota . O bueno, casi sin problemas por un tema de cambio de horarios.

Comencé con este modo de vivir en julio del 2021. Luego de más de un año y medio de estar trabajando desde mi casa, pude salir y comenzar el sueño que tuve desde que dejé la maestría.

Comencé por Máncora en Piura, luego Cajamarca, luego Zorrito en Tumbes. Un total de dos meses. Experiencias que me permitieron confirmar que esos momentos eran lo mío: conocer nuevas personas y ciudades mientras trabajo en consultoría, enseño y escribo historias.

Mi siguiente paso es vivir en alguna ciudad de latinoamérica. Aquel objetivo se ha retrasado un poco. Estoy buscando estabilidad económica para luego continuar sin problemas. Destinos seguros: Buenos Aires y Santiago. El primero porque se convirtió en un lugar donde quiero vivir. Me encantó desde que la conocí hace unos años. Además, está en el top 5 de lugares para trabajar remotamente.

La segunda ciudad porque tengo amigas y amigos viviendo por allá. Además, he conocido personas geniales en la Universidad Católica de Chile con las que pronto comenzaremos a realizar más proyectos en conjunto.

Al aplazar mi viaje al extranjero, he decidido continuar por Perú a lo largo del 2022. Tengo una deuda pendiente por conocer las hermosas provincias de mi país.

Es así que, durante abril, comencé a viajar por Oxapampa. Lugar muy interesante al cual, de a pocos, le he agarrado cariño. Lugar para relajarse y apreciar la naturaleza al máximo.

Aprovecho que Laura tiene que hacer negocios por allá para acompañarla mientras trabajo en remoto pero, a la vez, busco oportunidades para hacer nuevos negocios.

Aquella actividad que es otra de mis metas: crear un pequeño negocio tradicional que me permita generar un ingreso adicional de $1K mensual. También es una deuda pendiente conmigo mismo. Siento que puedo aplicar diferentes conocimientos para que sea un negocio rentable.

¿Qué me falta? Elegir uno y avanzar. Por mi personalidad, veo oportunidades en todos lados. Si bien es algo positivo también no me permite enfocarme en uno solo. Supongo que en algún momento descubriré el camino ‘correcto’. No tengo tanta prisa.

Por ahora, siento que hay que explorar y comenzar con una o dos alternativas. Fallar, reflexionar, aprender y ganar la experiencia. Tarde o temprano, ese aprendizaje dará frutos.

¿Entonces lo remoto está para quedarse?

Hace poco Airbnb, una de las más grandes compañías a nivel mundial, decidió comunicar a sus empleados que podrían trabajar como quieran, tomando cinco principios base:

— Puedes trabajar desde casa o desde la oficina.

— Puedes mudarte a cualquier parte del país en el que trabajas y tu compensación no cambiará.

— Tienes la flexibilidad de viajar y trabajar alrededor del mundo.

— Te reunirás regularmente para reuniones de equipo fuera de las oficinas y eventos sociales.

— Seguirás trabajando de forma muy coordinada.

Su CEO, Brian Chesky, cierra el comunicado con una importante reflexión:

“Siempre he creído que diseñas la cultura que quieres, o será diseñada para ti. Estoy entusiasmado con este nuevo diseño y con brindarle la flexibilidad de vivir y trabajar en cualquier lugar. Creo que desbloqueará una creatividad e innovación increíbles, y hará que trabajar aquí sea realmente divertido”.

Digo importante porque tenemos la responsabilidad de diseñar la vida que queremos. Y eso incluye el trabajo. La vida es muy corta para trabajar en lugares donde no estemos cómodos.

Y para los que piensan que el dinero es un factor determinante, creo que no siempre es así. He escuchado varias historias de superación donde el dinero llega con facilidad cuando uno tiene las energías adecuadas para lograr objetivos y algo de suerte.

Hace unos días tuve una reunión con una de las universidades de negocio más importantes del país. Su visión de comenzar a impactar a través del diseño me gustó y entusiasmó. Sin embargo, hubo una condición: trabajar en presencial. Eso significaría quedarme en Lima por un tiempo indefinido.

Me han aconsejado que debo sacrificarme y hacerlo por un tiempo. Pero me pregunto, ¿cuál sería el objetivo final si es que la organización no piensa trabajar en remoto?

Tarde o temprano me iré. Claro, gano experiencia y el haber trabajado ahí.

Pero entonces, ¿para qué sacrificarme si mi iré?, ¿no sería mejor usar ese tiempo para seguir construyendo la vida que quiero y no dejarlo para luego?

Me quedan pocos días para decidir pero creo que la respuesta es clara. Seguro me costará pero aún sigo soñando con un futuro mejor. Aquel donde uno pueda explorar el mundo sin límites de tiempo o dinero, aquel donde puedas conocer personas un sábado pero también un lunes, aquel donde puedas trabajar mientras pasas tiempo con tus padres, aquel donde puedas hacer lo que te provoque, donde las oportunidades lleguen y uno pueda evaluarlo sin problemas, donde simplemente uno impacte positivamente en el entorno. ¿Estás diseñando tu vida o lo están diseñando por ti?

“La gente es más productiva trabajando en casa de lo que la gente hubiera esperado. Algunas personas pensaron que todo se iba a desmoronar y no fue así”.

Mark Zuckerberg, creador de Facebook.

¡Que tengas un buen día!

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