Engañando nuestra mente

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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5 min readJun 23, 2021

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Boiler Room — Cambridge Heath, enero 2019.

«La vida vivida en ausencia de la experiencia psicodélica en la que se basa el chamanismo primordial es la vida trivializada, la vida negada, la vida esclavizada por el ego”.

— Terence McKenna, Etnobotánico estadounidense.

— Marcus: Diremos que se nos fue de las manos y que no volverá a suceder… No pasará nada, no tenemos antecedentes. Como mucho haremos servicio comunitario.

— Axel: ¿Y luego qué?¿Tocar en un hogar de ancianos?¿De qué hablas?

— Marcus: Hablo de evitar que nos metan presos.

— Axel: ¿Y luego qué?

— Marcus: Ya veremos.

— Axel: Luego subimos un nivel en Pacman.

— Marcus: Sí, estamos jugando. La vida es un juego.

— Axel: ¿Qué crees que es Amadeus? ¿Pasarla bien?¿Ganar dinero? Marcus, debes ver el panorama general.

— Marcus: ¿Qué significa eso?

— Axel: Significa no conformarse, dar fiestas, cada vez más grandes, transportar a la gente con nuestra música para que se olviden de toda la mierda de sus vidas.

— David: Y flotar por encima de todo.

— Axel: ¿Qué te pasa a ti amigo?

— David: Acabo de tomar una pastilla.

— Axel: jaja.

Escena tomada de la serie española-británica White Lines, donde amigos conversan sobre las consecuencias de montar una fiesta electrónica. La cual nos plantea la siguiente pregunta ¿Es que las drogas y fiestas son los caminos a tomar para escapar de nuestra realidad cuando lo necesitemos? ¿Por dónde comenzar?

Los Psicodélicos

Nichols (2016) menciona que los psicodélicos son poderosas sustancias psicoactivas que alteran la percepción, el estado de ánimo y afectan numerosos procesos cognitivos. En general, son considerados fisiológicamente seguros y no generan dependencia ni adicción. Han sido empleados a lo largo de la historia en diversos contextos socioculturales y rituales.

El autor destaca ejemplos del uso de estas sustancias en la India antigua, conocida como Soma, la cual fue muy venerada. A las afueras de Atenas, durante más de 2000 años, hubo una ceremonia secreta anual, la cual duraba toda la noche, sobre la que se cree que involucró la ingestión de una infusión alucinógena conocida como κψκεον. En América del Sur, la ayahuasca tiene una larga historia de uso por parte de los nativos del valle amazónico. Esta sustancia se prepara a partir de la mezcla de dos plantas: la corteza machacada de las vides de Banisteriopsis caapi y las hojas de Psychotria viridis, las cuales son cocidas en agua.

Los psicodélicos pueden ser la clase más antigua de agentes psicofarmacológicos conocida por el hombre. Incluso el origen de la religión ha sido asociado al uso de psicodélicos.

La gran combinación

Lam y Jadavji (2018) plantean que con el aumento de personas que asisten a festivales de música cada año, algunos han recurrido a sustancias ilícitas como la MDMA (éxtasis) con el objetivo de mejorar su experiencia. ¿Cuál es su efecto? La MDMA libera grandes cantidades de serotonina, dopamina y norepinefrina. Activa el sistema de recompensas y emoción del cerebro, lo que permite a las personas que las usan, sentirse más conectados con quienes los rodean y eleva sus sentidos al mundo externo. Además, la percepción de la música contribuye con la activación de áreas similares activadas por MDMA, reforzando así cualquier comportamiento adictivo durante su consumo.

Otro ejemplo es el LSD (La dietilamida del ácido lisérgico) el cual es un potente alucinógeno serotoninérgico o ‘psicodélico’ que altera la conciencia de una manera marcada e inusual. Cuando se toman pequeñas dosis, puede producir cambios leves en la percepción, el estado de ánimo y el pensamiento. Cuando se toman dosis mayores, puede producir alucinaciones visuales y distorsiones del espacio y el tiempo, mencionan Lam y Jadavji.

En un estudio realizado por Imperial College London, el LSD refuerza la opinión de que los psicodélicos provocan síntomas similares a la psicosis de forma aguda, pero mejoran el bienestar psicológico a mediano y largo plazo. Los veinte participantes del estudio, comentaron sentirse intelectualmente curiosos, más optimistas y de mente abierta.

Efectos adversos

Aday et at. (2021) plantean que si bien las drogas psicodélicas se incorporan cada vez más a contextos terapéuticos con el fin de promover la salud mental. Pueden también pueden causar reacciones adversas en algunas personas, siendo difícil de predecir quién es probable que experimente efectos agudos positivos o adversos. Algunos factores como el entorno, la dosis proporcionada y la exclusión de personas con predisposiciones psicóticas han permitido generar un alto nivel de seguridad en su uso.

Los autores analizaron catorce estudios donde concluyeron que las personas con altos rasgos de receptividad, aceptación, así como un estado de entrega, tenían más probabilidades de generar experiencias positivas del tipo místico. En contraste, aquellas personas con baja receptividad, entrega, en estados psicológicos confusos o preocupados, eran más propensas a experimentar reacciones adversas agudas.

Futuro

Una semana antes de escribir este artículo, me encontraba en una clase con estudiantes de Perú y Chile donde se buscaba diseñar experiencias pensadas a veinte años en el futuro. Planteé la interrogante sobre si las drogas serían parte de estas actividades y cuál sería el nivel de influencia en los servicios de realidad virtual que proponían. Me pregunto ahora: ¿Serán legales?, ¿tendrán efectos secundarios?, ¿formarán parte de nuestro día a día?, ¿a qué niveles de sensaciones nos llevarán? Incluso, ¿estaríamos dispuestos a intentarlo?, ¿qué factores serían necesarios para que lo realicemos?, ¿seguridad?, ¿costos?, ¿presión social? ¿salir de nuestra realidad?. Imagino que no tenemos que esperar veinte años para resolver nuestras dudas, quizás esas experiencias lleguen a nosotros más pronto que tarde y de una manera inusual.

“Una mente que está estirada por una nueva experiencia nunca puede volver a sus viejas dimensiones”. — Oliver Wendell Holmes Jr., jurista estadounidense.

¡Que tengas un buen día!

Referencias

  1. Nichols D. E. (2016). Psychedelics. Pharmacological reviews, 68(2), 264–355. https://doi.org/10.1124/pr.115.011478
  2. Lam, K., & Jadavji, N. (2018). Seeking happiness: Understanding the mechanisms of mixing music and drugs. Journal of Young Investigators. doi:10.22186/jyi.34.5.31–38
  3. Jacob S. Aday, Alan K. Davis, Cayla M. Mitzkovitz, Emily K. Bloesch, and Christopher C. Davoli. ACS Pharmacology & Translational Science 2021 4 (2), 424–435. DOI: 10.1021/acsptsci.1c00014

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