La cobardía

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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3 min readJul 16, 2023
Spitalfields, Londres. Noviembre, 2018.

“Nos envejece más la cobardía que el tiempo. Los años arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma”.

Facundo Cabral, cantante y compositor argentino.

Estoy cansado de escuchar a personas proclamar ciertas creencias, pero luego actuar completamente diferente. Estoy cansado de escuchar sus excusas, sus promesas de cambio, sus promesas de un mejor futuro, sus promesas de estar bien, pero donde la acción no se ve manifestada.

Lo siento pero yo solo observo cobardía. En especial en las generaciones mayores que la mía. Se esconden detrás de justificaciones que les parecen convincentes: los hijos, la pareja, el dinero, el tiempo invertido. Pero lo que realmente están demostrando es la falta de coraje para alterar el presente.

“Es que no has vivido lo que nosotros”, me dicen. Puede que tengan razón, y es válido. Pero también es verdad que observo un patrón en las personas de más de 40 años y menos de 50: siempre encuentran una excusa.

Es triste. Digo esto con la experiencia de haber conocido a mucha gente de esa edad. Tienen el potencial para cambiar el mundo, para ser más felices, para liberar a ese niño interior que siempre ha querido brillar, pero simplemente no lo hacen.

Se crean tantas barreras: la pareja controladora, la responsabilidad de criar hijos, un trabajo aburrido que tienen que aguantar por el dinero, el miedo a regresar con sus padres tras una separación, el temor a lo desconocido, a perder lo material, a quedarse sin sus privilegios o a empezar de nuevo. Oigo constantemente “es que nosotros pasamos por todas estas dificultades cuando éramos jóvenes”. Excusas tras excusas que se las han repetido hasta creerlas completamente.

Parecen atrapados en su propia narrativa de éxito, una historia que en su momento les llevó a lograr grandes cosas, pero que ahora parece limitarles, impidiéndoles avanzar. Desde mi perspectiva, es decepcionante. ¿Cómo es posible que una generación tan poderosa se resista tanto a hacer las cosas de manera diferente? ¿Es posible que los años los hayan golpeado tanto? Lamentablemente, no encuentro inspiración en ellos. Al contrario, me desilusionan.

Sí, toman riesgos pero controlados y, muchas veces sin la honestidad y claridad necesaria para lograr lo que realmente quieren sin impactar negativamente en los demás.

Paradójicamente, aún disfruto su compañía. Me impresionan por su experiencia, su sabiduría, sus fracasos y logros. Sin embargo, parece faltarles ese brillo de esperanza hacia el futuro, esa chispa inspiradora.

Son personas maravillosas, pero algo no encaja, algo me impide exclamar “¡guau!”. En cambio, veo en la generación más joven una fuente inmensa de inspiración, frescura, diversidad y, sobre todo, optimismo hacia un futuro mejor.

¿Será que los años nos transforman?, ¿que cada fracaso disminuye nuestra confianza?, ¿que cada error se vuelve más pesado?, ¿nos volvemos más temerosos con el tiempo? Me resisto a creer en esta realidad porque, en última instancia, cada uno de nosotros crea su propia realidad.

¿Cambiarán las cosas? No lo sé, pero mientras no perciba que vibramos en la misma frecuencia, quizás sea necesario distanciarme de algunas personas.

Reconozco que estoy siendo crítico y que probablemente también me esté comportando de manera temerosa en ciertos aspectos de mi vida. Tengo tareas pendientes que he estado postergando. También tengo la tarea de asumir y actuar.

¿Y tú?, ¿sientes que estás viviendo tu vida al máximo, sin restricciones ni miedos?

“Equivócate. Camina en la dirección incorrecta. No esquives las piedras. No saltes los charcos. Ensúciate. Es mejor ir por la vida con moretones de valentía, que con lágrimas de cobardía”.

Benjamín Griss, coach de vida y autor mexicano.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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