La ley del péndulo

Jonathan Martell
Jonathan Martell
Published in
2 min readDec 21, 2023
Islington, Londres. Agosto 2019.

“Tiene que seguir adelante, haga lo que haga, o aunque no haga nada. Aun en el caso de que deje que la tierra se convierta en barbecho, no podrá evitar que crezcan las hierbas y los zarzales. Siempre brotará algo”.

John Steinbeck, escritor norteamericano.

Imagina un péndulo, ese que va y viene como en los relojes antiguos. Su movimiento, de un lado a otro, es como nuestra vida: a veces estamos arriba, felices y todo va bien; otras veces, todo parece ir cuesta abajo. Pero hay algo interesante en este ir y venir.

Cuando estamos arriba

En esos momentos donde todo brilla, cuando logramos algo o simplemente nos sentimos bien, es como si el péndulo estuviera en lo alto. Es tiempo de disfrutar, de estar agradecidos. Pero, como el péndulo, sabemos que no nos quedaremos allí para siempre. La vida tiene su manera de llevarnos hacia el otro lado. De alguna manera sucede.

Cuando las cosas se ponen difíciles

Ahí es donde realmente crecemos. Los problemas y desafíos nos enseñan a ser fuertes, a superarnos. Aunque no nos guste, necesitamos estos momentos tanto como los felices. Son los que nos dan impulso, como al péndulo, para volver a subir. Son necesarios así duelan.

Encontrar el punto medio

La vida es una mezcla de lo de arriba y lo de abajo. Quizás el truco está en aprender a moverse entre estos altos y bajos, sin perder nuestro centro, sin perder nuestro equilibrio. Aceptar que tanto lo bueno como lo malo nos podría ayudar a vivir más tranquilos mientras disfrutamos el momento.

¿Qué me enseña?

En cada sube y baja, hay un espacio para pensar. ¿Qué me enseña este momento? ¿Cómo puedo usarlo para ser mejor? Hablar con uno mismo, entender qué sentimos y por qué, podría servirnos para conocernos mejor y vivir más tranquilos.

La ley del péndulo en nuestra vida nos dice que cada cambio trae una oportunidad. En los buenos momentos, celebramos; en los malos, aprendemos. Aceptar este ir y venir nos puede abrir a una vida llena de aprendizajes y experiencias.

La vida, como un péndulo, está siempre en movimiento. Aceptar este vaivén nos acerca mucho más a intentar darle significado a nuestro día a día, ¿o no?

PD: Este es el video que me enviaron, el cual me inspiró a escribir este artículo.

“Me gusta que se equivoquen. En esto radica la superioridad del hombre sobre los demás organismos. Así llega uno a la verdad. Yo soy un hombre, y lo soy precisamente porque me equivoco”.

Fyodor Dostoevsky, novelista ruso.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

--

--