Los buenos días
“Las palabras son contenedores de poder. Tú eliges qué tipo de poder llevan”.
Joyce Meyer, autora estadounidense.
Caminas por la calle, pasa una persona, pasa otra, pasa una más. Hasta que una te dice: “Buenos días”. Acompaña esas palabras con una gran sonrisa. Indudablemente, te saca una sonrisa, ¿no es así?
Imagínalo, o más bien, recuerda cuándo fue la última vez que una persona te dijo ‘buenos días’, esta última semana. ¿Qué tal lo sentiste?, ¿o es quizás fue todo lo opuesto? Claro, algunas personas lo podrían decir molestas, fastidiadas o con sueño.
Centrémonos, en las que irradian felicidad, las que te llenan de energía. ¿Cómo fue? quizás lo hicieron con una pequeña sonrisa, otras con un abrazo. Quizás con una palmada pícara en el trasero, quizás con un beso suave, quizás con un beso profundo.
O de repente, fue un ‘buenos días’ por mensaje de texto o por voz. ¿Vale cierto? claro que sí. Total, un ‘buenos días’, regala energías extra. El efecto que produce es multiplicador. El ‘buenos días’ que te dieron, quizás se lo entregues a alguien más. Y esa persona, al recibir el saludo, se lo entregue a otra más. Y así sucesivamente.
Es increíble el efecto que produce una sonrisa, unas palabras y un gesto extra. Quizás puedas estar pensando en mil problemas pero solo esa acción puede lograr que rompas esa nube de ideas, que todas caigan y solo te quedes con lo que realmente importa: el presente.
Si lees este artículo durante la mañana, intenta darle un ‘buenos días’ a alguien ahora mismo. Tu hija, tu sobrino, tu esposa, tu pareja, tu amigo o, incluso, algún desconocido por la calle. Si le agregas, ‘que tengas un buen día’, seguro el efecto será muchísimo mayor. Si lo lees durante la noche, recuérdalo hacerlo mañana.
Inténtalo, verás que puedes cambiar la percepción del comienzo de semana o de día, a la persona que recibe tu mensaje. Si buscas crear más impacto, inténtalo con 3 o 4 personas. Si te parece mucho para un día, inténtalo con personas diferentes cada día.
Verás que las reacciones de las personas, podrían cambiar tu estado de ánimo, sentir que estás aportando positivamente en tu entorno y logrando que esa consecuencia se extienda indefinidamente ante otras personas.
¿Entonces por qué no intentarlo ya mismo?
El siguiente paso, sería darle los ‘buenos días’ y desearle un gran día a personas que no conozcas. Es aún más raro pero a la vez, también gratificante ver cómo las personas cambian de mood al recibir estas palabras de aliento.
¿Ya recordaste cuando te desearon un gran día? En mi caso, me llena de entusiasmo, ir a alguna tienda y que me reciban con las energías en alto. Sonrientes, con buenas vibras. Es genial, es contagiante.
Me pasó hace poco cuando fui a comprar, un dulce y una empanada, a la pastelería cercana a mi casa ‘Ancky’. Como nunca, dos personas me recibieron de lo más contentas. Parecía que el ambiente laboral era muy bueno porque se notaba en sus expresiones. En lo relajado que se mostraban pero, a la vez, en lo atentos a los detalles.
Me desearon que tenga un buen día, y rápidamente lo transmití a las demás personas. Realmente se multiplican esas energías, al ser transmitidas.
Entonces, si no estás teniendo un buen comienzo y las cosas no están saliendo bien. Intenta transmitir algo de energías positivas a los demás con un ‘buenos días’. Quizás, el efecto de la otra persona, recaiga en ti y te contagies de esa energía. Uno la crea, la entrega y luego la recibe mucho más grande.
Que tengas un espectacular día y, si ocurre algo no planeado, recuerda que todo pasa. Tarde o temprano, todo se alinea si le pones las energías adecuadas para que así suceda.
“Recuerda que tus palabras pueden plantar jardines o quemar bosques enteros”.
Gemma Troy, poeta y artista australiana.
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¡Que tengas un buen día!
