Ofreciendo disculpas

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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6 min readAug 9, 2021
Bar Elba, Waterloo — Julio 2019.

“Una disculpa es el gran pegamento de la vida. Puede reparar casi cualquier cosa”.

Lynn Johnston, caricaturista canadiense.

¿Cúando ha sido la última vez que has pedido disculpas? ¿Qué situación lo originó? ¿Cómo reaccionaste? ¿Aceptaron tus disculpas? ¿Cómo te sentiste luego?

Estuve pensando en lo opuesto: ¿cúando fue la última vez que me pidieron disculpas? parece que son más las veces que uno recuerda haber pedido disculpas. ¿Será que las personas a mi alrededor se portan ‘bien’ conmigo?, ¿o es que tengo una memoria selectiva que elimina automáticamente esos momentos?

Si hago el esfuerzo, se me viene a la mente las disculpas de alguna ex enamorada, quizás porque dejaron alguna marca. Especialmente, aquella vez donde mintieron hasta hacerme creer que estaba fuera de control: “Estás loco, ¿cómo no vas a creer en mí?”. Sucedió luego de ver — por casualidad — una llamada perdida de su ex. Acto que hubiera pasado desapercibido, si no fuera por la vehemencia que demostró al negar esa llamada. ¿Por qué tendría que ocultarlo?, pensé. Considero que es natural y hasta puede traer diferentes beneficios hablar con tu ex.

Ante mi insistencia y negación a cambiar de tema, ella terminó aceptando la situación. Me pidió disculpas reiteradamente, explicando que era un problema del pasado y quería que no afectara nuestra relación. Le comenté que, de mi lado, no había problemas en mantener contacto con él y si tenía problemas por resolver que los hiciera; sin embargo, eso no fue lo que me preocupó.

Lo que realmente levantó un red flag, fue el que ella haya defendido con tanta energía la no ocurrencia de la llamada, hasta el punto de hacerme sentir mal, sosteniendo que me estaba volviendo loco. Aunque, claro, en mi ex trabajo en el BCP, me decían ‘el loco’ así que quizás razones no le faltaban pero ese es otro tema. Finalmente, acepté sus disculpas pero realmente no pude volver a confiar en ella. Pienso que fue el punto de inflexión para el término de nuestra vinculación amorosa.

Entonces, ¿qué hubiera tenido que decir o hacer ella, para que las disculpas se sientan sinceras y pueda volver a confiar?, ¿es que hay algún modo puede lograrlo?, ¿o lo damos todo por perdido?

Ofensas

La psicóloga social Karina Schumann (2018) explica que realizar una ofensa interpersonal, ya sean pequeñas o grandes (un comentario insultante, un cumpleaños olvidado, un acto de infidelidad), pueden tener consecuencias psicológicas, fisiológicas y relacionales para el transgresor y la víctima.

¿Cómo podemos atenuar las consecuencias destructivas de las ofensas interpersonales? Una disculpa es una de las herramientas más poderosas para los involucrados; sin embargo, los transgresores a menudo no se disculpan o no se disculpan bien, debido a la tendencia de desvincularse moralmente de sus acciones. Por ejemplo, justificando o negando la responsabilidad del hecho.

Schumann sostiene que existen tres barreras más comunes e influyentes para ofrecer disculpas que sean comprensivas y no defensivas:

  • Baja preocupación por la víctima o la relación. Los transgresores que demuestran niveles bajos de empatía, toma de perspectiva y cuidado por el bienestar de los demás, reportan una menor probabilidad a disculparse.
  • Amenaza percibida por la imagen personal. Los transgresores piensan que al disculparse, se sentirán más humillados y estresados. Además, el disculparse puede poner en peligro, aún más, su sentido de ser una buena persona.
  • Percepción de la disculpa como ineficaz. Los transgresores subestiman las consecuencias positivas de disculparse, pensando cuán probable es que la víctima acepte una disculpa y cuán útil será la disculpa para restaurar la relación dañada y obtener el perdón.

¿Qué otros factores influyen?

Frantz y Bennigson (2004) realizaron estudios con alrededor de cien estudiantes universitarios de USA para determinar si el momento de una disculpa influye en su efectividad. Los resultados mostraron que las disculpas que tomaron más tiempo en realizarse, fueron más efectivas que las inmediatas, debido a que tuvieron más tiempo para sentirse escuchados, expresar sus preocupaciones y, de esta manera, sentirse comprendidos.

Sin embargo, no recibir una disculpa en absoluto — incluso cuando se expresan los puntos de vista y existe comprensión — es peor que recibir una disculpa temprana. Por lo tanto, incluso una disculpa temprana es mejor que no disculparse. Las palabras “lo siento” tienen un poder propio, incluso cuando las circunstancias no son ideales, mencionan los autores.

Freedman et. all (2017) midieron el impacto de pedir disculpas en el caso de rechazar socialmente a alguien. Por ejemplo, al rechazar una cita, decirle a un amigo que no quieres que se una a tu grupo de almuerzo o que no quieres trabajar en un proyecto juntos. En tres estudios, encontraron que las disculpas aumentaron las probabilidades de sentirse herido y la necesidad de expresar perdón, pero no aumentaron los sentimientos de perdón.

La falta de un impacto positivo de las disculpas puede deberse en la intencionalidad percibida del rechazo. Los autores mencionan que aunque las disculpas son útiles en casos de transgresiones involuntarias (por ejemplo, derramar accidentalmente su bebida sobre alguien), cuando las personas se disculpan por una transgresión intencional (por ejemplo, derramar intencionalmente su bebida sobre alguien), la disculpa resulta contraproducente.

¿Qué podemos hacer?

En su libro ‘Apologies’, Marsha L. Wagner de la Universidad de Columbia, menciona que es importante darse cuenta de que una disculpa reflexiva puede reparar una relación, mientras que una disculpa irreflexiva puede causar más conflictos. Para que sea efectiva sugiere considerar:

  • Una definición específica de la ofensa percibida. La persona ofendida y el transgresor necesitan entendender mutuamente los comportamientos (u omisiones) que se sintieron hirientes, groseros o incorrectos.
  • Reconocer que la ofensa percibida causó daño. La persona ofendida necesita que se reconozca que su dolor o vergüenza fue legítimo, incluso si otros podrían haber sentido lo contrario.
  • Asumir la responsabilidad. Los trangresores deben reconocer que, ya sea que la ofensa haya sido intencional o no, son responsables de causar daño.
  • Reconocimiento de irregularidades. Los trangresores deben estar de acuerdo en que fueron insensibles y cometieron un error.
  • Una declaración de arrepentimiento. Si bien ‘lo siento’ generalmente no es suficiente para una disculpa completa, es necesaria para cualquier disculpa y relevante para recuperar la confianza.
  • Una promesa de no repetir la ofensa. El trangresor debe ofrecer un plan claro de autocontrol, mejorar el comportamiento y cómo trabajar con la persona ofendida para abordar posibles malentendidos en el futuro.
  • Una explicación de por qué el transgresor actuó de esa manera. ¡Ten cuidado! Una explicación puede ser arriesgada, ya que puede sonar a la defensiva o parecer una excusa para un mal comportamiento. A veces es útil para sanar una relación rota y puede sentar las bases para restablecer la confianza y el respeto. Una explicación solo es efectiva si se combina con todos los elementos anteriores.

Además, Wagner menciona un ejemplo para que nos quede claro cómo podemos disculparnos. Es el caso de 1995, en un programa de radio, el senador D’Amato utilizó un acento japonés exagerado y estereotipado para burlarse del juez Ito, que presidía un sonado juicio de la época.

La primer versión de su disculpa ante la prensa fue así: “Si ofendí a alguien, lo siento. Me burlaba de la pomposidad del juez y de la forma en que alargaba el juicio”. La cual fue totalmente inadecuada para la situación.

Al día siguiente corrigió leyendo personalmente: “Estoy aquí en el Senado para dar una declaración relacionada con ese episodio. Fue un episodio lamentable. Como italoamericano, tengo la responsabilidad especial de ser sensible a los estereotipos étnicos. Reconozco plenamente la insensibilidad de mis comentarios sobre el juez Ito. Mis comentarios fueron totalmente incorrectos e inapropiados. Ahora lo sé. Lo que hice fue un pobre intento de humor. Lamento profundamente el dolor que le he causado al juez Ito y a otros. Ofrezco mis más sinceras disculpas”.

¿Le debes una disculpa a alguien?, ¿o lo dejaste inconcluso? Quizás estas pautas te puedan ayudar a reconciliar esa relación especial que tenías con alguien. Finalmente, la vida es muy corta y mágica como para andar con rencores.

“La vida se vuelve más fácil cuando aprendes a aceptar una disculpa que nunca recibiste”. Robert Brault, autor estadounidense.

¡Que tengas un buen día!

Referencias

  • Schumann, K. (2018). The Psychology of Offering an Apology: Understanding the Barriers to Apologizing and How to Overcome Them. Current Directions in Psychological Science, 27(2), 74–78. https://doi.org/10.1177/0963721417741709.
  • Frantz, Cynthia & Bennigson, Courtney. (2005). Better Late Than Early: The Influence of Timing on Apology Effectiveness. Journal of Experimental Social Psychology. 41. 201–207. 10.1016/j.jesp.2004.07.007.
  • Wagner, M. L. (2000). Apologies. UCOA Handbook.

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