Pensando en grande

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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6 min readMay 12, 2021
RCA Battersea campus, septiembre 2017.

“Si te levantas por la mañana y piensas que el futuro será mejor, es un día brillante. De lo contrario, no lo es”.

Elon Musk, físico, emprendedor e inventor sudafricano.

Suena la alarma del celular. Muevo el brazo y le doy snooze. Me levanto, voy al baño, preparo mi desayuno, me baño. La laptop y el cuaderno van a la maleta, cojo la billetera y llaves. Salgo de la casa. Activo Citymapper, busco la ruta más rápida a Battersea desde West Kensington. Me dirijo a la estación del bus. Llega el bus de la ruta 49, la tomo. Luego de 20 minutos, bajo. Saludo al personal de seguridad, subo las escaleras a paso acelerado, paso por un corredor, doblo a la izquierda. Saco mi tarjeta para abrir la puerta, giro a izquierda por última vez y abro la puerta del salón. “Hi Jonathan, just in time for the presentations”.

Luego de unos minutos, fui el primer voluntario en presentar el trabajo final del curso de inglés de la maestría. ¿El tema? “How is technology affecting us?” donde exploraba el impacto que está teniendo la tecnología en nuestras vidas. Mostraba información sobre cómo el uso de smartphones, por más de 5 horas, podía originar diferentes efectos negativos como la pérdida del control, dejar de lado los hobbies o actividades del colegio, e incluso generar ansiedad. Información basada en un estudio realizado a estudiantes de primaria en Corea del Sur.

Pero también mencionaba, al cerrar la presentación, los aspectos positivos que la tecnología ha traído. Uno de ellos, era el gran plan maestro que Elon Musk había creado. ¿Lo conoces? ¿Por qué decidí elegirlo para mi exposición final? Incluso, clases atrás, había mencioando mi admiración por él.

Primero, hablamos de él

Ashlee Vance menciona, en la biografía que escribió sobre Elon, que nació en 1971 en Sudáfrica pero continuó sus estudios superiores en Canadá y luego en USA donde acabaría estudiando Economía y Física. Años más tarde, crearía su primera startup que proveía mapas y un directorio de negocios, el cual sería comprado por US$22 millones. Su interés por la banca en línea lo llevaría a crear un sistema de pagos en línea: Paypal, que sería vendido por la nada despreciable suma de US$250 millones. Este compra le daría la estabilidad económica para perseguir sus sueños.

El plan

Agosto, del 2006 y Elon escribiría en su página web lo siguiente:

  • Construir un coche deportivo.
  • Usar ese dinero para construir un auto asequible.
  • Luego, usar ese dinero para construir un automóvil aún más asequible.
  • Mientras se realiza lo anterior, también proveer opciones de generación de energía eléctrica con cero emisiones.

¿Por qué? Buscaba cambiar la economía de hidrocarburos hacia una economía de energía solar eléctrica, como solución sostenible principal pero no exclusiva. Su estrategia era ingresar al mercado de gama alta con Tesla, donde los clientes están preparados a pagar precios altos. Luego, llegar a otros mercados lo más rápido posible con un volumen unitario más alto y precios más bajos con cada sucesivo modelo. Es decir, vender un producto caro, y con el excedente, invertirlo en Investigación y Desarrollo para reducir los costos y llevar los siguientes modelos al mercado. Además, desarrollaría paneles solares más pequeños y menos costosos.

¿Qué sucedió?

Diez años más tarde, en la misma página web. Elon volvería a detallar su plan:

  • Crear un automóvil de bajo volumen, que necesariamente sería costoso.
  • Usar ese dinero para desarrollar un automóvil de volumen medio a un precio más bajo
  • Usar ese dinero para crear un automóvil asequible y de gran volumen

Y…

  • Proporcionar energía solar.

Comenzó con el paso 1 con el dinero que había recibido por vender Paypal. Lo hizo de esa manera para arriesgar solo su dinero, ya que pensó que sus posibilidades de éxito eran tan bajas que al principio no quería poner en riesgo los fondos de nadie más. El tiempo le daría la razón, a partir de 2016, la cantidad de compañías automotrices estadounidenses que no se han declarado en quiebra fueron dos: Ford y Tesla. Además, mencionaba dos caminos a explorar: generar autonomía en los vehículos y el futuro de los vehículos compartidos. Así resumiría su nuevo plan:

  • Crear impresionantes techos solares con almacenamiento de batería perfectamente integrados.
  • Expandir la línea de productos de vehículos eléctricos para abordar todos los segmentos principales.
  • Desarrollar una capacidad de conducción autónoma que sea 10 veces más segura que la manual, a través del aprendizaje masivo de la flota.
  • Permitir que el automóvil genere dinero cuando no se esté usando.

Ahora

Prácticamente ha logrado el plan que creó hace muchos años. Y no solo eso, también lo ha expandido hacia otros negocios que buscan reemplazar los servicios tradicionales por servicios disruptivos:

  • En el 2002, creó Space X para revolucionar la tecnología especial donde se diseñan, fabrican y lanzan cohetes y satélites. Buscan reducir costos del transporte en el espacio y telecomunicaciones. Han creado cohetes reutilizables y ahora apuntan a colonizar Marte.
  • En el 2015, fundaría OpenAI el laboratorio de investigación de inteligencia artificial. Su misión es asegurar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad. Años más tarde, dejaría el proyecto por discrepancias sobre el futuro de la compañía.
  • En el 2016, creó The Boring Company buscando crear túneles de transporte, servicios públicos y de carga seguros, rápidos de excavar y de bajo costo. Piensan que para resolver el problema del tráfico, las carreteras deben ser 3D, lo que significa que se necesitan autos voladores o túneles. A diferencia de los autos voladores, los túneles son resistentes a la intemperie, están fuera de la vista y no caerían en nuestras cabezas. Permitirá el transporte rápido de punto a punto y transformará las ciudades.
  • En el 2016, crearía Neuralink una de las compañías que promete mucho y, a la vez, genera controversia. Buscan desarrollar interfaces cerebro-máquina para conectar humanos y computadoras. Es decir, mediante un chip en nuestro cerebro, cualquiera podrá saber lo que pensamos sin necesidad de ser expresados por palabras o almacenar nuestra memoria en un disco duro, tal cual la serie de Netflix Altered Carbon. Su propósito es el de tratar enfermedades severas, reducir costos de prótesis y permitir la mejora de las capacidades humanas. Como ejemplo, un mono ha comenzado a jugar el famoso juego Tetris, solo con su cerebro.

Implicancias

Al 2021, Tesla es una de las compañías que mejor cotiza en bolsa, su éxito es innegable. Pero se originan las siguientes interrogantes ¿Es lo que buscamos? ¿Por qué no?¿El futuro es leernos las mentes o viajar en carros a velocidades inimaginables?¿Queremos realmente llegar a Marte? ¿Para qué?¿Qué ganamos al ampliar nuestras capacidades humanas con una computadora? Si una de las respuestas es no, pues veamos el otro lado.

Si no somos nosotros, ¿alguien más tendría que imaginar esos escenarios?, ¿necesitamos de soñadores? De no ser así, no seguiríamos desarrollando ciencia y tecnología pero la pregunta es si ¿realmente lo necesitamos? Claro, podemos mencionar un sinfín de aspectos positivos que nos han brindado a lo largo del tiempo y que gracias a ello, nuestra expectativa de vida es el doble en comparación a 1900: por encima de los 70 años. Pero ¿realmente queremos vivir más años de esa manera? o ¿es que quizás viviendo menos y disfrutando más, es la manera correcta de vivir?

“Si tomamos la eternidad no como la infinita duración temporal, sino como la intemporalidad, entonces la vida eterna pertenece a aquellos quienes viven en el presente. Nuestra vida no tiene final del mismo modo en el que nuestro campo visual no tiene límites”.

― Ludwig Wittgenstein, filósofo austríaco-británico.

¡Que tengas un buen día!

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