Rodéate de personas adecuadas
“Esa bien podría ser la maldición de la especie humana -respondió Mogor-. No que seamos tan distintos unos de otros, sino que seamos tan parecidos”.
Salman Rushdie, novelista indio-británico.
Rodéate de personas que te inspiren, que te alienten, que saquen lo mejor de ti.
Pero que también te digan las cosas claras, que vean cuáles son tus puntos flojos, tus áreas grises, esas que necesitas y sientes que puedes mejorar. No es fácil esta última, no es fácil que alguien te diga que estás fallando, no es fácil que te digan que no estás bien, que no estás haciendo lo correcto.
Sin embargo, estas críticas son necesarias para poder cambiar, para poder seguir adelante, para poder lograr metas, para lograr lo que te has planteado con tu vida. Porque si no es así, de repente puedes ir ciego por la vida pensando que estás haciendo lo correcto cuando no es así.
Entonces quizás es bueno que de vez en cuando alguien venga y te diga “Oye, lo estás haciendo mal, lo estás malogrando”. O como decimos en Perú, “la estás cagando”. Repito, no es fácil, pero es bastante beneficioso.
Por eso es importante rodearte de personas adecuadas, esas personas que básicamente con su energía te hacen también brillar, que sacan tu mejor versión. Pero también es posible que nos encontremos con personas cuya energía esté en otra vibra, que nos sintamos distantes, pero que a veces son personas que más necesitan nuestra ayuda.
Quizás al acercarnos busquemos irnos corriendo, pero si somos algo empáticos nos daremos cuenta de que necesitan nuestra ayuda, que están ahí por algo, que están buscando a alguien que también les diga la verdad, que valore lo que están haciendo, que vea cosas positivas cuando de repente estas personas no las ven.
Ayudar suma y mucho. Y es quizás, es una de las fuentes principales para poder sentirnos también en tranquilidad, no solo mejorar uno mismo sino también ayudar a los demás. Nos enriquece, nos da fuerza. Nos ayuda a tener más empatía, y finalmente todo eso nos ayuda a crear cosas más importantes para el mundo, ¿no lo crees?
Entonces, rodéate de estas personas que te impulsan, que te alientan, pero también de esas personas que finalmente necesitan de tu ayuda. Ambas te traerán sensaciones positivas.
Piensa en esto, ¿eres la persona que está ayudando o la que necesita ayuda? O quizás eres ambas. Lo importante es ser consciente y poner tu granito de arena para que todo continúe y siga fluyendo.
“Solo si nos detenemos a pensar en las pequeñas cosas llegaremos a comprender las grandes”.
José Saramago, escritor portugués.
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¡Que tengas un buen día!
