Sé amable

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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4 min readMar 30, 2023
Templo budista. Chiang Mai, Tailandia. Marzo 2023.

“Recuerda, no existe tal cosa como un pequeño acto de bondad. Cada acto crea una onda sin un final lógico”.

— Scott Adams, autor estadounidense.

Hace poco fui a ver la película ganadora del Oscar con Ice: ‘Everything Everywhere All at Once’ en Iconsiam. ¿La has visto? Mírala, tiene una mezcla de todo. Desde sentir que podría ser rara hasta abrir tu mente hacia otras perspectivas.

Y digo perspectivas porque puede cuestionar tu manera de ver la vida. Justo horas antes de ir a ver la película, le había enviado este mensaje que encontré en Twitter sin saber de lo que trataba la película: “Cuando crees que eres el creador de tu realidad, te estás limitando al individuo, al ego, a la separación. Cuando te das cuenta de que no existes y de que eres todo, eres ilimitado”. ¿Genial, no? Justo la película te llevaba hacia esa dirección.

Pero había otro mensaje muy importante y que puede sonar a spoiler. Era el mensaje de que siendo amable, podrás lograrlo todo. Be kind.

Me dejó pensando.

¿Por qué? Sobre todo porque me encontraba en Tailandia y durante los dos últimos dos meses y medio había descubierto justamente eso: be kind.

Descubrí que las personas en Tailandia se preocupaban mucho por las demás personas. Primero los demás, luego uno mismo. Lo notas en cualquier lugar. Al caminar por la calle o al subir las escaleras, siempre te dan el pase. Claro, uno se siente bien y sonríe. Pero conforme fue pasando el tiempo, yo comencé a ser la persona que daba el pase y no al revés.

Conocí personas que siempre buscaban ayudarme o dar su tiempo desinteresado. Ice perdió su smartphone cuando viajamos y lo pudo recuperar a los 5 minutos. El día de la película que les acabo de comentar, perdí mi billetera. La recuperé horas después cuando noté que no la tenía.

En la calle, puedes ver a las personas caminar con sus aparatos electrónicos sin problemas, cargándolos incluso en la calle, sin el temor a que alguien te lo arrebate. ¿Por qué lo harían si eso causa daño en los demás?

Puff, me recibió en su hogar por todos estos meses. Solo pagué la luz y el agua. ¡Mil gracias Puff!

Me invitaron a una boda en otra ciudad al norte de Bangkok. Usé trajes típicos, tomé con las personas que ahí celebraban ese acontecimiento y me dieron mucha comida hasta quedar repleto. Siempre, las personas, con una sonrisa en la cara y ganas de ayudar.

Cada persona que conocí, siempre me ayudó sin dudarlo, sin tomarse un segundo en pensarlo. Solo lo hicieron. ¿Buscaban algo? No lo sé, creería que no. Siento que es la reacción natural, su manera de actuar y, hasta quizás, influenciada por el Budismo. Aquel que enfatiza la importancia de ser amable no solo con los demás, sino también con uno mismo.

Además, se considera a la amabilidad como una expresión del amor y la compasión hacia todos los seres vivos, y se busca tratar a los demás con gentileza, respeto y consideración.

¿Acaso no podemos intentarlo? Me dejó pensando. Tanto nos falta en Lationamérica para alcanzar ese estado. No quiero generalizar pero realmente tenemos un largo camino por recorrer. Quizás nos faltan más ejemplos, quizás más personas que se arriesguen a hacerlo y solo sean amables. ¿Crees que puedas ser un ejemplo?

Sé amable. Pensar en los demás antes que uno mismo es un acto de bondad que nos llenará el corazón. Estamos acostumbrados a esperar siempre algo a cambio o solo a recibir. Que si bien también es una buena sensación, el dar solo por el hecho de ver a la otra persona feliz, es realmente gratificante y es también un acto de respeto hacia los demás.

Hace meses reflexionaba sobre el propósito de vida. Que si bien probablemente no exista solo una, había una dirección que me hacía mucho sentido: la vida trata sobre dar a los demás, no de recibir. Trata sobre cómo impactas a las personas a tu alrededor.

Hace poco Ice me decía: “trabajo en esa compañía solo porque es el trabajo con el que siempre soñé. No por dinero”. La paga no era buena pero ella estaba ahí solo por el hecho de disfrutar lo que hacía. Como consecuencia, muchas personas o instituciones se verían beneficiadas.

Mi primera reacción fue que la empresa se aprovechaba de eso para no pagar más. Que ella reaccionar, reclamar y hacer respetar el conocimiento que había adquirido. Más aún si se había especializado estudiando en el extranjero. Conforme los minutos pasaron, si bien ese es un razonamiento válido, pensé que realmente ella no tendría que reflexionar. Los que tendrían que realmente hacerlo serían las personas que la contrataron. Ellos deberían reflexionar si lo que dan a cambio del trabajo está bien pagado o no. ¿No lo crees?

Es otra perspectiva. Las personas amables no actúan ‘mal’, las que se aprovechan sí.

Solo sé amable y manifiesta lo que quieres lograr. Tarde o temprano las energías vuelven y te ayudarán a alcanzar lo que siempre has querido. Esta manera de pensar — voy descubriendo conforme pasan los años — es quizás la manera más natural de vivir y en la que todos nos podemos beneficiar.

“Sé amable siempre que sea posible. Siempre es posible”.

— Dalai Lama, líder espiritual.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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