Un vino
“El vino alegra el corazón del hombre, y la alegría es la madre de todas las virtudes”.
— Johann Wolfgang von Goethe, poeta alemán.
¿Estás preparado para una copa de vino? Ese líquido que te desata, te sumerge en un estado de relajación absoluta y despierta tus sentidos hasta niveles insospechados. El que te suspende en un instante, te hace descubrir sensaciones inexploradas y te lleva a un mundo donde todo es posible. ¿Cuándo fue la última vez que probaste un vino que grabó recuerdos imborrables en tu memoria?
¿Cómo se presentó el momento? ¿Fuiste invitado a probarlo, o quizás tú diste el primer paso? Ya sea un rojo, un rosé o un blanco, la magia del vino nos transporta a un estado de paz, de calma y de una intensificación de nuestras percepciones que lo convierte en una experiencia única.
¿Te cuesta creerlo?
Los aromas se intensifican. El olor de la otra persona se infiltra en tus recuerdos, dejando una marca. Cada inhalación te envuelve, te conecta con el presente y te sumerge en diversas sensaciones.
El tacto, también, entra en juego. La caricia de una mano, la suavidad de una mejilla, el roce de unos labios… cada contacto te arrastra a una corriente de sensaciones que te despiertan.
Sí, una copa de vino es mucho más que una bebida. Es el comienzo del placer, un viaje que te abre a un mundo de nuevas experiencias. ¿Estás lista para el viaje?
Sí, ese vino provocativo que se vierte delicadamente en tu copa. Su color intenso hipnotiza tu vista. El líquido se desliza suavemente por el cristal. Luego, el momento cumbre, acercas la copa a tus labios, y el aroma embriagador del vino te envuelve. Notas sutiles especias exóticas, y el toque de roble te seducen. Te provoca continuar.
¿Y qué ocurre después?
Solo tú tienes la respuesta. La compañía juega un papel muy importante. Cuando las energías se sincronizan, cuando las almas se encuentran al mismo ritmo, todo es posible. Todo fluye como un río que corre libre, sin barreras, sin limitaciones.
¿No puedes recordar la última vez que te envolviste por un vino? ¿Cómo fue el momento? ¿Qué sensaciones te invadieron, qué emociones se agitaron dentro de ti? ¿Te dejaste arrastrar por la corriente, abandonándote a su poder, o lograste mantener las riendas de tu control?
El vino. A veces nuestro amigo, a veces un enemigo por sus efectos secundarios. Pero cuando se maneja con cuidado, con intención, puede ser ese camino que genera experiencias inolvidables, momentos que luego te harán sonreír cada vez que los recuerdes.
Un vino bien elegido, con la compañía adecuada, puede ser el comienzo de una aventura que te dejará anhelando más. ¿Estás listo para la próxima copa?
“El vino es una de las cosas más civilizadas del mundo y una de las cosas más naturales del mundo que ha sido traída a la mayor perfección. Ofrece un mayor rango para el disfrute y apreciación que posiblemente cualquier otra cosa puramente sensorial”.
- Ernest Hemingway, Novelista americano
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¡Que tengas un buen día!
