Unas percepciones

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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4 min readMar 20, 2022
Miraflores, Lima — Marzo 2022.

“Parte de la transformación es cuando te abres a querer saber qué están haciendo, pensando y sintiendo, esas personas que no son como tú”.

Gloria Jean Watkins, escritora estadounidense.

3:23pm. Miro al frente y está el cielo azul. Unos pájaros planean con naturalidad impulsados por el cálido aire de la tarde. El sol cae con fuerza. Tomo el celular y confirmo que estamos a unos 22 grados centígrados de calor.

Respiro. Pienso en lo que pasó aquel día. En sí debí actuar diferente, si debí decir otras palabras, en si mi actuar fue el correcto. Más de cuatro alternativas aparecen. ¿Alguna ayuda? Quizás sí pero aún así, no es una garantía de que hubiera salido mejor. Pienso que si la otra persona hubiera actuado de otra manera, todo sería más fácil.

Pero claro, eso es dejar la situación al azar. No puedo controlar para nada cómo la otra persona se comporta. Solo puedo observar su acción y tomar decisiones en base a esa observación. ¿Lo puedo hacer mal? Claro que sí pero ¿acaso existe otra alternativa para cambiar la situación?

Es mi observación la que terminará juzgando. ¿Está sesgada? Claro que sí pero esa observación está acompañada de diferentes componentes, entre las que destacan mis experiencias pasadas. Las buenas y las malas. Además, en mi manera de percibir el mundo. Lo que yo considero correcto, no necesariamente es correcto para la otra persona.

¿Entonces qué hacer?, ¿cómo lograr que la otra persona analice la situación entendiendo mi manera de ver el mundo? Es más, ¿cómo podría yo comprender la manera de ver el mundo de la otra persona? La tarea no es para nada fácil. Si bien solemos aproximarnos al ‘ponernos en el zapato del otro’, finalmente es solo una aproximación.

La otra persona está llena experiencias, maneras de superar problemas, genes y contextos que terminan — en conjunto — por diferenciar sus percepciones de las mías.

¿Cómo puedo comprender a alguien sin haberlo vivido por experiencia propia?, ¿cómo dar consejos cuando no somos los que lidiamos con las consecuencias?, ¿cómo hacerle entender tu punto de vista a una persona que no ha vivido lo que uno ha vivido?, ¿cómo lograr que la otra persona comparta tu percepción?, ¿cómo lograr llegar a un punto en común ante diferentes percepciones de vida?

¿Tienes una solución?

Minutos antes de las 4pm, decido alistarme para salir e ir a caminar. Acto que siempre cambia mi perspectiva y seguro me dará nuevas ideas.

Ya en el lugar, noto una pareja caminando de las manos. Abrazados. Noto que están felices por el brillo de sus ojos. Las mascarillas impiden visualizar sus sonrisas pero las imagino.

Un perro pasa por mi lado, no sé la raza pero es marrón con manchas blancas, bajito. Jadea. Su amo está en el celular y camina despreocupado. Sus rulos se balancean mientras el viento pasa con más fuerza.

Otra pareja, con mascarillas en forma de boca, se toman selfies. De nuevo se ven contentos. Esta vez se ven mayores, de más de 50 pero con una energía de 20.

Más allá, unos niños vienen a toda velocidad. Hablan entre ellos. Señalan algo que vieron en el pasto. A lo lejos, se nota al papá corriendo detrás de ellos. Alto, camisa blanca con el logo de Nike. Zapatillas azules deportivas Adidas y una bermuda que sobrepasa las rodillas. Pasa por mi costado sudando.

Por mi derecha, pasan dos chicas. Llaman mi atención por el perfume de una de ellas. Aquel perfume que siempre me ha gustado. Lo utilizaba una chica con la que salí hace años. Nunca le pregunté la marca. Me quedé con la duda. Ahora, cada vez que lo huelo, siento la necesidad de preguntar por la marca. Me gustaría saberlo pero a veces pienso que el mantenerme ignorante, le da ese ingrediente extra de misterio.

Camino, paro. Tomo el celular. Miro a mi alrededor. Vuelvo a caminar. Vuelvo a tomar el celular, tomo unas fotos.

Esta vez, pasa un señor de unos 45 años moviéndose de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Hace ejercicios mientras camina al ritmo de la música. Con sus lentes oscuros y camiseta roja sudada, parecía que ya llevaba un buen tiempo haciendo esos movimientos.

Ya al acabar mi recorrido, noto a una chica sentada en la banca leyendo un libro. Sube la mirada y me mira. Dirigo mi mirada hacia otro lado. Vuelvo a mirarla, esta vez para notar el título del libro. No lo logro. Pienso que debería hacer lo mismo: volver a salir a las calles a leer y dejar mi casa por un rato. El clima está muy bueno como para desperdiciarlo.

En ese momento, decido volver.

¿Cambió mi percepción aquella caminata? Claro que sí. Las personas nos llenan de energías, nos hacen ver que la vida es corta, que se trata de vivir intensamente, de hacer actividades, de experimentar, de intentarlo, de saber que no hay un solo camino, sino que hay muchos caminos.

Y todo parte de nosotros mismos. De esperar menos y dar más. De exigir menos y demostrar más. De quejarse menos e intentar más. De estar tranquilos y transmitir esa tranquilidad.

Entonces, ¿cómo lograr que la otra persona comprenda nuestra perspectiva y nosotros comprender la de la otra persona?

Camina, respira, observa, siente y así encontrarás la respuesta.

“No hay una verdad. Sólo hay una percepción”.

Gustave Flaubert, novelista francés.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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