Con el rímel de anoche

Relatando en corto

Juntando letras
Published in
3 min readOct 12, 2018

--

Con el rímel aún en mis pestañas, comencé a parpadear. Mis ojos estaban empegostados y abrirlos era como separar tiras de velcro. Estaba acostada, pero aquello no se sentía como mi cama. Las sábanas eran ásperas y la habitación fría, además había muchos ruidos, uno en concreto me desconcertaba un montón, un pitido que sonaba cada segundo. A medida que la luz impactaba en mi retina, sentía una presión muy extraña en las rodillas. Ya con los ojos abiertos, aunque aún viendo con dificultad, comenzaron a aparecer imágenes en mi cabeza. Recuerdo haber quedado con mis amigas para salir. Me veo con ellas saliendo del piso de María, cómo nos reímos bajando las escaleras y ella nos decía entre carcajadas que no armásemos tanto ruido que ella era la que vivía allí, y le iba a caer la bronca de los vecinos al día siguiente. Al llegar a la calle nos subimos al coche.

Parpadeo de nuevo y por los latigazos que siento en las piernas me aterra la idea de mirar hacia abajo, era desconcertante sentir mi propio sudor caliente que se tornaba frío una vez impregnaba la sábana. No soy hipocondríaca, pero aquello me estaba preocupando, de golpe sentí mucho frío y comencé a titiritar. Menudo resacón, me convenzo de que no pasa nada, solo que ya empiezo a no tolerar tanto el alcohol como cuando era adolescente, es lo que hay y así reúno las fuerzas para mirar hacia abajo. Mis ojos van bajando despacio, por la sábana desde mi pecho hacia abajo, mi parpadeo va acompasado por los latidos cada vez más exagerados en mis sienes. Una vez llego a mis rodillas la sábana se aplana de repente. Donde anoche llevaba unas sandalias estilo romano que me encantaban, con las tiras subiendo por mis gemelos, hay un exceso de nada que me está haciendo centrifugar la cabeza. Donde debería tener aún pierna y pies solo hay sábana. Siento como si estuviesen tratando de sacarme los ojos de sus cuencas desde dentro. Quiero gritar pero el horror me arranca las vocales, el miedo me enmudece mientras empuja las lágrimas hacia fuera de mis ojos, puedo sentir el mundo que nunca más volveré a pisar. Esto no me puede estar pasando a mí, claramente es una pesadilla, no volveré a beber nunca más. Aún así, mi respiración se acelera tanto que no hay aire a mi alrededor, siento que nado debajo del agua tratando de llegar a la superficie pero no llego, me arden los pulmones, socorro, esto no puede estar pasando, soco…

Debieron pasar horas, que pesadilla más horrible había tenido pensé, recordando el malestar que sentí antes de desmayarme o lo que haya sido eso. Dando por sentado que aquello solo fue un mal sueño tiré del edredón hacia arriba, pero descubrí un montón de vendas y que mis piernas de verdad no estaban allí.

Si te ha gustado esta historia, échame una mano. Si no te apetece pero has disfrutado de la historia compártela o dame unas palmaditas que siempre se agradece. Gracias por leerme.

--

--

Juntando letras

Regular person, Designer @Designit, maniac problem solver, Sociologist, passionate about design, writing, drawing and comedy.