Física: ¡S.O.S! ¿Alguien escucha?

Juventud Técnica
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13 min readMar 5, 2018

Por Claudia Alemañy Castilla

Tamara puso el grito en el cielo cuando escuchó a su hija decir que no quería estudiar estomatología. En su lugar, la joven deseaba ingresar a la carrera de Física al concluir el duodécimo grado. Por desgracia, pudieron más las presiones familiares.

Aparecieron argumentos sobre la dificultad de la materia, los sacrificios, los problemas que podría afrontar la muchacha por no contar con una base más solida desde los niveles educativos precedentes. Poco a poco, el interés de la adolescente se esfumó y las preocupaciones de la madre también. Sin embargo, lamentablemente ese hecho es un fenómeno frecuente.

Desde la década de los 80 del pasado siglo XX, algunos investigadores comenzaron a analizar cómo decaían las motivaciones por estudiar ciencias exactas entre aquellos que pretendían acceder a la vida universitaria.

En Cuba esa problemática afecta, de un modo u otro, a todas las llamadas disciplinas básicas, aunque no son las únicas. Concientes de ello, los miembros de la Sociedad Cubana de Física (SCF) emplearon su más reciente congreso como un espacio de intercambio donde los científicos hicieron uso de la lupa en lugar del catalejo. No quedó polvo bajo el tapete.

Para el doctor Carlos Rodríguez Castellanos, vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba y Profesor Emérito de la UH, la materia actualmente se caracteriza por un retroceso, iniciado casi tres décadas atrás.

Un pasado no muy distante

Los físicos cubanos cuentan con una buena preparación en el nivel superior de enseñanza, competitivo con los estándares internacionales. (Foto: Archivo Juventud Técnica)

Los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX fueron la etapa dorada de la física en el mundo. “En aquella época, todo el mundo quería ser ingeniero, igual que ahora todos quieren ser informáticos. Los físicos estaban de moda con la Guerra Fría en marcha y rusos y norteamericanos enfrascados en la carrera espacial. Ese fue un fenómeno del cual Cuba no escapó”, señaló la profesora María Sánchez Colina, presidenta de la SCF y exdecana de la Facultad de Física (FF) de la Universidad de la Habana (UH).

El país destinó muchos recursos para impulsar la investigación, en particular aquella vinculada a la física. Comenzó así a promoverse la rama de la materia condensada o de estado sólido, que comprende dispositivos como las celdas solares, diodos emisores de luz, los láseres, circuitos integrados, entre otros. Ya en la década de los 70, se alcanzaron resultados de nivel competitivo.

Sánchez Colina también expresó que en la UH la Facultad fue un importante centro de estudios desde entonces. Mientras el resto de América Latina profundizaba en la física teórica, debido a los altos costos de las tecnologías, los cubanos podían presentarse con ejercicios experimentales, e incluso con equipamientos generados en la Isla.

Con la llegada de los años 90 se redujo la colaboración de la entidad con fuentes externas como las que provenían de la extinta Unión Soviética.

“A causa de las dificultades, muchos equipos no se terminaron de instalar, otros se destruyeron o algunos dejaron de utilizarse”, ejemplificó la doctora Sánchez Colina.

De acuerdo con Maikel Ortiz Carmona, metodólogo de Física del Ministerio de Educación (Mined), en el nivel medio de enseñanza la asignatura también se benefició en las etapas que siguieron al triunfo revolucionario.

A partir de 1975 se introdujeron los programas correspondientes al Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación. Con ese modelo, se comenzó a impartir la asignatura desde el nivel secundario y se incrementaron las horas lectivas.

Ortiz Carmona advierte que esa estrategia se mantuvo hasta el año 2009, aunque fue en el 2012, cuando se realizó una reducción de 225 horas en relación con los programas introducidos en la década de los 70. “De manera que al esquema actual le corresponde un 62 por ciento del tiempo de estudio considerado necesario en aquella época”.

Las caras de la moneda

Expertos como los profesores Carlos Rodríguez Castellanos y Augusto González, Académico de la ACC y Premio Nacional de Física, coincidieron en algunas de las principales debilidades de la disciplina en el país en los últimos años. Al mismo tiempo, los especialistas resaltaron las virtudes y contribuciones de la materia en Cuba.

Problemáticas identificadas en XII Congreso de SCF:

•La mayoría de los grupos de investigación y los recursos humanos de alto nivel que se formaron en las décadas del 70 y el 80 han ido desapareciendo sin reemplazo.

•Los programas de desarrollo de la Electrónica y Nuclear, que impulsaban fuertemente el desarrollo de la física, se desmantelaron. Algunas especialidades, otrora florecientes, ya no existen.

•La crisis ha afectado particularmente a la física experimental, más dependiente de las condiciones materiales.

•El éxodo de profesionales hacia el exterior o hacia otras actividades ha sido notable.

•Los claustros de Física en la enseñanza media y superior están muy debilitados.

•Las matrículas y graduaciones de las carreras relacionadas con la física son muy bajas.

•No se aprecian medidas a mediano y largo plazo que puedan detener o revertir estas tendencias negativas, presentes en mayor o menor medida en otras ramas de la ciencia.

Rodríguez Castellano enfatizó en el hecho de que las cifras de publicaciones internacionales y premios científicos son altas en comparación con otros campos de la ciencia cubana que cuentan con un mayor número de especialistas.

“Se mantienen activos varios grupos de investigación. Es apreciable la contribución de los físicos en las investigaciones biomédicas, sobre medio ambiente, en las ciencias de los materiales, las nanotecnologías y las fuentes renovables de energía.

“Los físicos que se forman en el país están bien preparados, con lógicas deficiencias en el plano de las habilidades experimentales. Es posible asimilar más jóvenes en los programas nacionales de maestría y doctorado que no se aprovechan por barreras administrativas. Además, contamos con una buena Revista Nacional, se realizan regularmente eventos científicos y participamos activamente en la colaboración foránea.

“También se destacan por su labor de divulgación científica y promoción de la ciencia, y realizan una contribución importante a la Educación Media y Superior”.

Paradójicamente, los especialistas siguen insistiendo en que la física en Cuba no atraviesa sus mejores momentos. La situación de la enseñanza en los niveles medios de aprendizaje tiene un peso significativo para algunos de los consultados.

“Ha bajado mucho el nivel y prioridad de la asignatura. Perdió fuerza el movimiento de monitores, círculos de interés, concursos y otras actividades destinadas a incentivar su estudio. La motivación de los profesores se ha debilitado. Como consecuencia general, la preparación en Física de los estudiantes que ingresan a las universidades es deficiente”, expresó a Juventud Técnica Carlos Rodríguez Castellanos.

De cómo formar a quienes educarán

Una alternativa para ampliar el interés de los jóvenes por las ciencias es el proyecto iniciado por el IPU Saúl Delgado de la capital, donde se imparten conferencias sobre las aplicaciones de la física, matemática y otras ciencias básicas. (Foto: Cortesía de la profesora Yuraimy Ávila Acosta)

Según cifras del Mined, en la actualidad Cuba cuenta con un total de dos mil 821 docentes para impartir la asignatura de Física. De ellos, mil 115 dan clases en preuniversitarios y mil 706 en las Escuelas Secundaria Básica Urbanas (Esbu).

“A partir de 1994 comenzaron a declinar fuertemente las graduaciones de Licenciados en Educación en la especialidad de Física-Electrónica, proceso que aún no se ha revertido de manera significativa. Por ejemplo, solamente el 30 por ciento de los maestros que imparten la asignatura en las Esbu son graduados de dicha especialidad”, comentó el metodólogo nacional Maikel Ortiz Carmona.

Francisco Pedroso Camejo, responsable de la Carrera de Física del Instituto Pedagógico Enrique José Varona, apuntó que hasta el curso 2016–2017, fue manejada la formación de los estudiantes de esa carrera en una doble disciplina denominada Física-Matemática.

A raíz de la puesta en vigor del “Plan D”, en el que se reordenaron diferentes aspectos de la educación superior en Cuba, las dos carreras volvieron a separarse y, desde entonces, la formación de profesores de la asignatura se desarrolla de manera individual.

“Durante el tiempo en que estuvieron fusionadas, los ingresos no fueron muy altos. Se achacó a que esa unión parecía muy difícil y poco atractiva a los jóvenes. Pero lo cierto es que en el mundo, después de los años 80, se percibe un decline en el interés por estudiar carreras pedagógicas y también de ciencias ‘puras’. En realidad se trata de un problema multifactorial”, significó Pedroso Camejo.

Sin dudas, la dificultad de las dos materias imbricadas no era el factor determinante, pues luego de la independización de la carrera de Física tampoco se ha solucionado el problema de los ingresos.

“El curso que comenzó en 2016 tenía una matrícula de ocho estudiantes, de los cuales solo cinco terminaron el primer año y de ellos, tres provenían de Timor Leste. En 2017–2018 se inició con 14 jóvenes, con una baja a la altura de noviembre. En este último grupo todos son cadetes insertados del Ministerio de las Fuerzas Armadas (Minfar). Esto es bueno, porque al menos formamos futuros profesionales, pero cuando lo miras desde el punto de vista cualitativo es necesario reflexionar acerca de que el sector de la educación no se quedará con ninguno de esos nuevos maestros”, explicó el responsable de la preparación de futuros profesores.

De acuerdo con las informaciones aportadas por Pedroso Camejo, también debe alarmar el hecho de que en las universidades de otras provincias del país no han podido abrir la Licenciatura de Ciencias Pedagógicas en Física. El profesor mencionó que en tal caso se encuentran Santiago de Cuba, Ciego de Ávila y Matanzas.

José Luis García Cuevas, asesor del titular del Ministerio de Educación Superior (MES), expresa que existe temor y rechazo hacia la física, lo cual aporta problemas subjetivos adicionales.

“Para los profesores de la asignatura se trata de de un reto que reclama una capacitación direccionada. No basta con un buen programa, un buen libro o un docente que domine el contenido y lo presente con maestría pedagógica. Hay que encender el fuego oculto del estudiante y motivarlo. Cualquier insuficiencia en los primeros niveles donde se imparte la disciplina se paga en la formación de quienes ingresan a las ciencias naturales, ingenierías y demás”.

Pedroso Camejo también expresó que “es cierto que hoy el alumno no tiene delante al profesor ideal en secundaria y preuniversitario. Pero es que no hay una visión global del problema. Se señalan los déficits en la cobertura de las plazas, pero no se analiza la formación de quienes están encargados de asegurar el interés de las jóvenes generaciones por la carrera.

“También ha mermado la imagen del profesor de ciencia y eso incide en la orientación vocacional y pre-profesional de los muchachos. Esa es una figura que hay que enaltecer mucho más socialmente. De seguir deprimiéndose, por supuesto que la cobertura jamás podrá resolverse”.

¿Y en casa del Alma Máter?

Foto tomada del sitio web de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

El doctor Arbelio Pentón Madrigal, decano de la Facultad de Física, de la Universidad de La Habana, reseñó a esta revista algunas de las dificultades que afectan a la formación de los futuros profesionales que se preparan en la instalación.

Según el investigador, los más representativos, y que a su vez se comparten con la enseñanza pedagógica, son la calidad del ingreso y la motivación de los estudiantes.

“El 50 por ciento de la matrícula de Física en estos momentos es de re-oferta. Significa que el estudiante que desea ingresar a la enseñanza superior y no obtuvo nota suficiente para alcanzar la carrera deseada, e incluso ninguna de las diez que ubicó en su boleta, al final opta por Física y, naturalmente, no pide la carrera por vocación”, señaló Pentón Madrigal.

Los nuevos ingresos oscilan en 60 estudiantes, enfatizó. “Y, no creo que la solución sea reducir esas plazas, sino gestionar mejor la preparación de los educandos”.

En tal sentido, el centro de estudios superiores ha organizado diversas iniciativas. Desde hace varios años existe una opción para aquellos estudiantes que deseen estudiar desde el duodécimo grado en la UH. Los profesores de Física de la institución todavía apuestan mucho por ese proyecto.

Además, todos los años la FF se involucra en acciones de orientación vocacional en coordinación con el MES en escuelas de nivel medio superior como el Instituto Preuniversitario Saúl Delgado y academias de Ciencias Exactas, entre ellas la Vladimir Ilich Lenin y Mártires de Humbolt 7.

También participan en la preparación de los estudiantes seleccionados para las olimpiadas internacionales de conocimientos.

“Con nuestros esfuerzos, hace tres años implementamos un diplomado para profesores de Física de preuniversitario. Tengo que decir que, a nivel provincial, el Mined no ha apoyado esta iniciativa con la efectividad que hubiéramos querido. Se ha dado respaldo, pero esperábamos mucho más”, apuntó Pentón Madrigal.

Otro tema es el de los equipamientos y tecnologías de las cuales disponen los alumnos para desarrollar la arista experimental de la disciplina en la Facultad.

“Las inversiones, más allá de unos equipos de procedencia china para la docencia, han sido nulas. Por ejemplo, adquirimos un microscopio gracias a un crédito (también de dicho país) y un difractómetro de Rayos X, pero estamos hablando de dos equipos en un período de 20 años, lo cual es muy poco de acuerdo con las dinámica del desarrollo. Tenemos personas muy bien formadas que pueden colaborar con varios grupos científicos, pero nos falta la tecnología”, destacó la Doctora en Ciencias María Sánchez Colina, exdecana de FF.

“Nuestro sistema durante muchos años ha sido la colaboración. Yo, por ejemplo, tengo un vínculo con la Universidad Autónoma de Madrid y a veces puedo traer un osciloscopio que van a descontinuar y hasta el estaño para soldar”.

Vincular a los más pequeños de casa desde tempranas edades con las ciencias, en especial con la física, es una tarea de interés para los especialistas de la disciplina. (Foto: Archivo Juventud Técnica)

Para el actual decano de la FF la situación general del equipamiento para la ciencia nacional no es la más adecuada, a excepción de casos como el sector de la biotecnología. Si bien reconoce que es razonable un mayor apoyo de los recursos del país para esa área investigativa, aún es importante encontrar más vínculos entre las universidades y la industria nacional.

Según Pentón Madrigal, un ejemplo de particular importancia, que manifiesta esa necesaria conexión, es la promoción de una línea de investigación sobre la Fotovoltaica entre la UH y el Ministerio de Energía y Minas.

Por su parte, Carlos Rodríguez Castellanos, vicepresidente de la ACC, opinó que la formación de físicos a escala universitaria está muy fragmentada. De un lado están las facultades pedagógicas y del otro las Universidades de La Habana, Oriente y Central de las Villas. A su vez, en la UH coexisten los muy parecidos programas de formación de Licenciatura en Física y Física Nuclear.

El experto apunta que “en todos los casos, las matrículas son muy pequeñas y el número anual de graduados de todos esos programas juntos no llega a 100. Una integración adecuada, que permita formar profesores de la asignatura para la enseñanza media y superior, ingenieros físicos e investigadores en diversas especialidades, a partir del tronco común y con una visión nacional, permitiría un fortalecimiento importante. Las barreras subjetivas para un cambio de este tipo son grandes, pero técnicamente no es difícil de lograr”.

La ubicación de los estudiantes al finalizar sus años de estudio universitarios constituye otro punto de inconformidades. Tanto los profesores de la UH como los del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona señalan que no son pocas las dificultades que deben sortear para poder quedarse con algunos de sus egresados. Incluso, suelen pasar algunos años antes de que esa demanda sea satisfecha.

¿Los necesitaremos en el futuro?

En la Facultad de Física de la Universidad de La Habana son frecuentes los eventos de intercambio científico y ponencias de investigación para potenciar la participación de los estudiantes. (Foto: Archivo Juventud Técnica)

La física es una de las más antiguas ciencias naturales. Mediante ella, se ha intentado estudiar fenómenos tales como la energía, la materia, el tiempo, el espacio y las interacciones entre los cuatro conceptos anteriores.

Su principal objetivo es ayudar a los seres humanos a comprender el entorno que les rodea, para luego actuar sobre él. No solo se basa en la teoría, sino también en el experimento, lo cual posibilita la verificación de postulados planteados y la predicción de otros. A menudo, los avances en la comprensión de sus diferentes áreas de investigación se han traducido en nuevas tecnologías.

Pero, como bien advierte el profesor Rodríguez Castellanos, la física es una ciencia básica y su relación con las aplicaciones no siempre es directa o inmediata, sino que se vincula más a los cambios a mediano y largo plazo.

En Cuba, esta y otras disciplinas están marcadas por nuevas inquietudes, y durante los últimos periodos, sobre todo por el debate sobre sí mismas.

Años atrás, el profesor Agustín Lage, miembro de la ACC, director y fundador del Centro de Inmunología Molecular (CIM), señalaba en un medio de prensa nacional que algunas de las preguntas a responder son: cómo hacer crecer las ciencias y hasta dónde, cuáles son sus espacios, cómo las conectamos con otras esferas de la vida cubana, cómo las evaluamos y potenciamos su función social.

Según Rodríguez Castellanos, “durante las próximas décadas, las investigaciones multidisciplinarias sobre Biofísica y Física-Médica, Nanotecnologías, nuevos materiales, Metrología y sistemas complejos tendrán un impacto importante en la asimilación y el desarrollo de emergentes tecnologías en campos estratégicos para el país. También será muy importante la contribución a los estudios sobre el medio ambiente y el cambio climático.”

Pero el futuro impone saldar las deudas que dejan las políticas enfrascadas en solo dar valor a las aplicaciones a corto plazo y se apoyan en mecanismos de autofinanciamiento. El país pudiera promover más programas estratégicos a larga temporalidad que ofrezcan más oportunidades a la física nacional.

El intercambio científico internacional continuará como la principal vía de acceso a lo más avanzado de la ciencia, especialmente si de física experimental se trata. Entonces, es imprescindible garantizar y mantener los altos estándares en la enseñanza de esa materia en todos los niveles de la educación, y en la formación de los físicos a nivel de pregrado y postgrado.

Las condiciones de un país en desarrollo, pequeño y bloqueado como Cuba, imponen una revisión más profunda de los procesos científico-tecnológicos.

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