¿Por qué van a la huelga los actores de videojuegos?
Por Raúl Abreu Martín
Cuando hablamos de videojuegos, rara vez pensamos en los actores que están detrás de los personajes. Programadores, animadores, compositores de la música y guionistas se llevan el foco de atención por su impacto en la parte productiva y el resultado final del mismo.
Sin embargo, en los últimos años nombres como Yuri Lowenthal (Peter Parker en Marvel´s Spider-Man), Christopher Judge (Kratos en God of War), Ahsley Johnson (Ellie Williams en The Last of Us) y Camilla Luddington (Tomb Raider en la saga del mismo nombre) se han vuelto más familiares para el público.
El pasado viernes, los profesionales de la actuación comenzaron una huelga, luego de que las negociaciones con las empresas líderes de la industria, iniciadas hace más de un año y medio, se pausaran en busca de mayores protecciones ante el uso de la inteligencia artificial.
Líderes del Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA por sus siglas en inglés) opinan que la voz de los actores de doblaje y las imágenes tomadas de los artistas a partir de la captura de movimiento, podrían ser replicadas con IA y utilizadas sin su consentimiento y un pago justo.
El sindicato dice que el uso no regulado de la IA es “una amenaza igual o incluso mayor” para los artistas en la industria de los videojuegos que en el cine y la televisión, porque la capacidad de crear con bajos costos y sin demasiada dificultad réplicas digitales convincentes está al alcance de los desarrolladores.
Audrey Cooling, portavoz de los productores de videojuegos, dijo que los estudios ofrecían “protecciones significativas de IA” a los artistas, pero el comité de negociación de SAG-AFTRA dijo que la definición de los estudios de quién constituye un “artista intérprete o ejecutante” es clave para comprender la cuestión de quién estaría protegido.
“La industria nos ha dicho a quemarropa que no necesariamente considera a todos los que están realizando actuaciones de movimiento como artistas que están cubiertos por el acuerdo de negociación colectiva”, dijo el director de contratos de SAG-AFTRA, Ray Rodríguez, en una conferencia de prensa el jueves por la tarde, reporta Los Angeles Times.
El sindicato había estado negociando con un grupo formado por empresas de videojuegos como Activision Productions Inc., Blindlight LLC, Disney Character Voices Inc., Electronic Arts Productions Inc., Formosa Interactive LLC, Insomniac Games Inc., Llama Productions LLC, Take 2 Productions Inc., VoiceWorks Productions Inc. y WB Games Inc.
SAG-AFTRA creó un contrato separado en febrero que cubría proyectos de videojuegos independientes y de bajo presupuesto, y contenía algunas protecciones sobre la IA que el grupo de negociación de la industria rechazó. El sindicato también anunció un acuerdo paralelo con la empresa de voz de IA Replica Studios en enero que permite a los principales estudios trabajar con actores sindicalizados para crear y licenciar una réplica digital de su voz.
Si no se alcanza un acuerdo, la fecha de lanzamiento de algunos juegos puede verse comprometida. No es un peligro inminente porque ya algunos productos han terminado su captura de movimiento y grabaciones de voz, pero a mediano plazo si podría suponer un problema para el calendario de estrenos.
Algunos videojuegos han sido aprobados para acuerdos provisionales que permiten que el trabajo continúe, incluso entre ellos hay pactos independientes con SAG-AFTRA que cumplen con los términos que el sindicato está pidiendo a todas las compañías, incluyendo en lo relacionado con la IA.
Por ejemplo, el próximo GTA VI está a salvo y los actores pueden continuar trabajando allí, a pesar de que la compañía desarrolladora forma parte de la mesa de diálogo con el sindicato. En la web de SAG-AFTRA puedes hacer una búsqueda para conocer si un videojuego se ve afectado por la huelga.
Sin embargo, aunque los profesionales que trabajarán en el título no están obligados a dejar de trabajar, pueden mostrar solidaridad con sus compañeros negándose a trabajar mientras dure la huelga, y su empleador tiene contractualmente prohibido discriminarles por tomar esta elección.
