Tres aplicaciones para darle un respiro al planeta

Alberto C. Toppin
Juventud Técnica
Published in
6 min readJun 7, 2019
Foto tomada de Kienyke.

Por mucho que nos facilite la vida, la tecnología tiene un impacto negativo en el medio ambiente. No solo por los recursos naturales que absorbe para su confección, sino porque requiere de un elemento que se volvió vital en pleno siglo XX: energía eléctrica.

Aunque han existido avances en cuanto al almacenamiento energético para dispositivos móviles –las baterías de iones de litio son muchísimo más eficientes que sus homólogas ácidas–, los avances en la industria de estos equipos y en el de la programación hacen que hoy se precise de mayores prestaciones de hardware: más memoria RAM, mejor(es) cámara(s), más capacidad de almacenamiento… Así, se eleva el consumo energético y, además de incidir negativamente en la vida útil de la batería, se nos impulsa a cargar el móvil/tablet con mayor periodicidad.

Sin embargo, hay fabricantes que ya están sumando la variable de la protección del medio ambiente a sus cadenas productivas, aunque son la minoría. No todos son tan desconocidos como pudieras pensar.

FaceTime: la videollamada más verde que nunca

En abril de 2018, Apple anunció que sus instalaciones ya funcionaban totalmente con dos fuentes de energía renovable: el biogás y la luz solar. Veintitrés de sus proveedores también prometieron igualar dicho resultado. Un logro notable, pero que no se alcanzó de la noche a la mañana: en 2012, la energía limpia usada significaba solo el 60 por ciento del consumo total.

Desde 2014, todos los centros de datos de la empresa de la manzana usan electricidad que no deja huellas significativas de dióxido de carbono. Es decir, todos los servicios brindados son absolutamente limpios. Y entre esos ellos está FaceTime.

La única función que tiene esta app es la de realizar videollamadas y llamadas exclusivamente entre usuarios de dispositivos de Apple, pero no una cualquiera. Los procesos de compresión de datos están tan pulidos que la aplicación ocupa uno de los primeros lugares en el ahorro por tráfico, sin perder prácticamente en calidad.

Para comunicarse con un usuario, basta con tener registrado su número telefónico o su correo. Todas las operaciones se guardan en el historial de llamadas y no en la propia app.

Aunque se ha actualizado a medida que salen nuevas versiones de iOS, FaceTime funciona desde la salida del iPhone 4 y en la actualidad viene preinstalada en todos los dispositivos de Apple que cuentan con una cámara frontal, incluyendo las Mac. Si tienes alguno de ellos y quieres comunicarte con alguien que también lo tenga, usar la aplicación resulta una excelente alternativa, tanto por lo que significa en calidad como lo que representa para la conservación del planeta.

Dale like al medio ambiente

Aunque aún no utiliza del todo energía limpia y en la versión móvil resulta una de las aplicaciones que más prestaciones de teléfono requiere, no se puede omitir el compromiso de la compañía de Zuckerberg de deshacerse de toda fuente energética no renovable. De hecho, según estadísticas ofrecidas por esta red social, desde el 2013 al 2017 la energía limpia usada por ella pasó del 14 al 51 por ciento, y para 2020 se espera que alcance el tope máximo.

Por supuesto, esto requiere inversiones y, a diferencia de Apple, Facebook no es un productor/vendedor de hardware, de ahí su paso más lento. Pero tampoco pensemos que es tan gratuito como lo indica en su pantalla inicial. Este gigante obtiene ganancias a partir de la publicidad, la cual distribuye según los perfiles de sus usuarios. Así, si indicas que te gusta un determinado grupo musical o lo has mencionado –o un amigo tuyo lo ha hecho, o estás físicamente cerca de un evento–, puedes que recibas preferencialmente algún anuncio, el cual ha sido pagado por el equipo de redes sociales de la agrupación para que llegue a más usuarios. Ese es el por qué Facebook se presta a sugerirte opciones cuando vas a mencionar algo, insiste en acceder a tu localización y permanentemente te sugiere amigos, páginas y eventos: está perfeccionando sus canales de distribución.

La publicidad de la que Facebook es parte no nos llega directamente por una simple razón: Cuba no constituye un mercado tan fértil como otros países latinoamericanos, por ejemplo, México. A esto hay que sumarle las restricciones financieras harto conocidas. Pero esto no quiere decir que renunciemos a aprovechar sus bondades, al contrario: significa que en nuestro país estamos más cerca de la versión raíz –en muchas ocasiones, la publicidad llega a ser molesta– y, podríamos decirlo, más sana.

Uno de los tips más recurrentes –y saludables– a la hora de usar Facebook es limitar los permisos para acceder a nuestros contenidos y compartirlos. Hacerles una restricción para que solo lleguen a nuestros amigos es una forma bastante efectiva –aunque no óptima– de proteger nuestra imagen, y se hace al tocar la etiqueta “Público” que aparece debajo del nombre de usuario al realizar un post. Además, si no conoces personalmente a alguien que te está pidiendo una solicitud de amistad, al menos cerciórate de que tiene una foto de perfil convincente, que posean más de un amigo en común y chequea las imágenes que ha compartido.

Recuerda siempre que, antes de publicar en esta red social, debes pensártelo dos veces: una vez posteado el contenido, este nunca desaparecerá por completo –ni tu perfil, aunque lo elimines–, y bajo ninguna circunstancia debes compartir algo ajeno sin el consentimiento del involucrado.

Greenify: extiende la carga un poco más

La batería, siempre la batería. No resulta un problema cuando el dispositivo es prácticamente nuevo, pero a medida que pasa el tiempo pierde capacidad. Y cuando pasa la barrera de los tres años, que es el tiempo promedio de vida útil en un móvil/tableta de prestaciones holgadas y uso normal, pide un reemplazo a gritos (o, mejor, a apagones).

El mejor consejo para una batería baja en los momentos más necesarios o que se descarga rápidamente es cerrar las aplicaciones sin usar. Pero con cerrarla no nos referimos a emplear las habituales opciones de limpieza de memoria RAM ofrecidas por terceros. Estas, por lo general, cierran las apps unos segundos solamente y después es como si nada hubiese pasado. Pero Greenify si las detiene por completo.

Desarrollada por una empresa china llamada Oasis Feng, esta app hace que sus homólogas hibernen, no importa si han sido instaladas por ti o vinieron por defecto en el dispositivo.

Cuenta con dos modos: uno para usuarios avanzados (es decir, aquellos con permisos de superusuario o, como comúnmente se le conoce, con el móvil/tablet “rooteado”) y otro para quienes aún tienen el equipo “virgen”. Nuestro review va de este último.

Con este modo menos intrusivo, básicamente se puede hacer lo mismo, es decir, apagar casi completamente las aplicaciones. Basta con ir a la pantalla principal y dar un toque en el botón flotante con las zetas. En la pantalla se apreciará cómo se procede a realizar los cierres.

En cambio, si deseas que con solo apagar la pantalla se frene el derroche de energía, las instrucciones a seguir se alargan un poco. Debes ir a los Ajustes, allí encontrarás la opción de Hibernación Automatizada (solo para versiones de Android igual o por encima de la 4.1). En este caso, se deben cumplir varias reglas para alcanzar el propósito: activar el servicio de Hibernación Automatizada en el menú Accesibilidad del dispositivo, darle permisos de administrador de dispositivo a Greenify (por lo general, en el menú Seguridad) y establecer el bloqueo en 5 segundos como mínimo después de que se apague la pantalla. Hecho esto, a unos minutos de bloquear el dispositivo la pantalla se encenderá por un segundo y hará la hibernación.

Definitivamente, al usar Greenify, los periodos en que pasas sin cargar el móvil se extenderán, ahorrarás electricidad y, por supuesto, habrás contribuido a alargar la vida del planeta. ¿Te animas?

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