Un árbol para mi Habana

Alba León Infante
Juventud Técnica
Published in
4 min readJun 5, 2021
Nace un nuevo bosque en La Habana en el Día Mundial del Medio Ambiente.

Un pequeño bosque nació este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, en el entorno del Castillo de Atarés, en La Habana. La convocatoria llegó desde la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) con la campaña “Un árbol para mi Habana”, lanzada desde las redes sociales para celebrar la fecha, rescatar zonas afectadas por la tala y oxigenar la urbe.

La entidad de proyectos de Arquitectura y Urbanismo de la OHC, Restaura, fue protagonista de la iniciativa. Fueron sus miembros quienes propusieron unirse para sensibilizar a la mayor cantidad de personas en el cuidado del medio ambiente en la capital cubana.

A ellos se sumaron instituciones como la dirección del Castillo de Atarés, la Unión de Jóvenes Comunistas y Organización de Pioneros José Martí, instancias del Ministerio de Educación, así como el Jardín Botánico Nacional y la Quinta de los Molinos, quienes proveyeron varias de las especies sembradas en la ladera de la elevación donde se ubica el Campamento de Pioneros Elpidio Valdés.

El arquitecto Orlando Inclán agradeció el apoyo de todos los participantes en acto de celebración previo a la siembra.
Posturas identificadas con los nombres de los participantes.

“Plantar árboles a cambio de solo verles crecer nos parecía la forma más desinteresada de hacer un bien para el futuro, oxigenar nuestra ciudad y embellecerla entre todos”, comentó en los días de la convoctoria la arquitecta Tatiana Fernández.

Caobas, cedros y flamboyanes fueron las especies seleccionadas por los especialistas de acuerdo con las características del terreno.

Debido a la limitación del espacio y a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia de la COVID-19 se seleccionaron solamente 60 personas quienes, con registro previo, pudieron adquirir y plantar las posturas. Caobas, cedros y flamboyanes fueron las especies seleccionadas por los especialistas de acuerdo con las características del terreno.

Las generaciones que verán crecer y que disfrutarán la sombra de estos árboles también se sumaron a la siembra.

Durante el proceso de restauración del Castillo de Atarés, hoy devenido museo, se taló gran parte de la vegetación de la loma donde se erige la fortaleza. La acción de este 5 de junio complementa otras que tienen como objetivo repoblar la zona con especies que provean sombra -en la zona del campamento de pioneros- y otras más pequeñas con función ornamental, como las buganvilias que bordena la entrada principal.

Entrada principal del Castillo de Atarés.
Ladera oeste de la elevación con posturas recién plantadas.

La iniciativa “Un árbol para mi Habana” tuvo ecos en toda la ciudad, con intervenciones coordinadas entre instituciones como la Sociedad Cubana de Botánica y los Comité de Defensa de la Revolución junto a la población capitalina, quienes sembraron posturas en diversos parques de la ciudad.

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