Solus 4.1 “Fortitude” Budgie: la curiosa distribución independiente.
Siempre he dicho que cada mente es un mundo distinto, razón por la cual cada usuario tiene diferentes necesidades a cumplir para lograr un mejor desempeño. En el mundo del ecosistema Linux esto se satisface gracias a la inmensa cantidad de distribuciones que existen. ¿Eres nuevo en el mundo de Linux? Usa Linux Mint. ¿Quieres algo muy ligero? Usa TinyCore. ¿Quieres algo que te ofrezca software bastante actualizado y plenamente estable con un consumo modesto? Usa Solus o MX Linux (el cual merece su análisis aparte en otra entrega).
Hace ya varios meses analicé la distribución Linux Mint 19.3 “Tricia” en su edición Cinnamon e hice énfasis en las características que esta ofrecía y en lo potente y fácil de usar que es al mismo tiempo, ofreciendo una experiencia completa, tanto a usuarios novatos, como veteranos en el mundo de Linux.
Es curioso que a lo largo de la edición de este artículo, mi portátil ha pasado por varias distribuciones y organización de particiones (ej. Ubuntu Budgie, Feren, Solus, LMDE, MX y Manjaro) En fin, que por todo eso, otros proyectos, como mi trabajo independiente como artista, una exhaustiva investigación, falta de inspiración momentáneamente y un poco de mi pereza este artículo lleva atrasándose más de tres cuartos del año.
Como el título lo indica, hoy corresponde analizar Solus 4.1 “Fortitude”. Me enfocaré exclusivamente en su edición Budgie, ya que, si bien lo usé con Plasma la mayor parte del tiempo, tengo reservado ese entorno para el análisis a MX o Manjaro (aún no me decido). Pero antes de entrar más en detalle con mi experiencia personal, primero haré un poco de contexto para aquellos que no conozcan esta distribución.
¿Qué es Solus?
Solus -antiguamente llamada Evolve OS- es una distribución Linux de escritorio hecha casi desde cero, sin tomar a ninguna otra distribución como base (Como lo hace Linux Mint con Ubuntu, la cual a su vez se basa en Debian). Desde un entorno de escritorio propio llamado Budgie, hasta su propio gestor de paquetes llamado eopkg, son las características hechas casi desde cero por los desarrolladores para empaquetar con esta distribución. No debe confundirse con el antiguo Solus OS que estaba basado en Debian, ya que este surgió antes del susodicho Evolve OS (el antecesor del actual Solus). Si bien tomó varias librerías y proyectos existentes, destacando GNOME (del cual se basa Budgie, además de ser uno de los entornos de escritorio que podemos instalar) y KDE, es una distribución independiente.
Utiliza el modelo de lanzamiento rolling release, ofreciendo siempre los paquetes en sus últimas versiones con el añadido de ser estables y se enfoca en ser una distribución sencilla y minimalista dirigida al usuario final. Utiliza un método de compresión que, si bien provee una imagen de instalación un poco más pesada de lo normal, a cambio ofrece una instalación fugaz. Como ejemplo, con mi disco duro mecánico que no sobrepasa los 80 MB/s de escritura, se instaló en unos 5 o 7 minutos como máximo y pues, con el SSD fue mucho menos tiempo, rondando más o menos los 2 minutos. La distribución que más rápido se me ha instalado, junto a MX Linux.
Actualmente sólo se encuentra disponible para computadores de 64 bits (amd64 y x86_64), por lo que no es utilizable para ordenadores de 32 bits, al igual que Ubuntu, Manjaro y Fedora en sus últimas versiones de manera oficial -según tengo entendido-.
Solus se fortalece con la visión compartida de una comunidad fuerte que trabaja por un objetivo común. Todos los desarrollos y mejoras de Solus son de personas que desean usar sus computadoras como usted. Solus se mantiene fuerte en una plataforma abierta, impulsada por tecnologías probadas en la industria, que incluyen GNU / Linux .
— Equipo de Solus en: https://getsol.us/solus/about/ (traducido al español desde el inglés).
Posee cuatro distintos entornos de escritorio, los cuales son: GNOME, MATE, Budgie y, recientemente en su última versión, KDE Plasma. Cada una posee sus propias características y diferencias, pero parten de la misma base.
¿Qué es Budgie?
Budgie es un entorno de escritorio minimalista, ligero y sencillo de utilizar, desarrollado inicialmente por Ikey Doherty, Joshua Strobl y el equipo del Proyecto Solus, siendo también los fundadores originales del sistema operativo como tal. Basado en tecnologías del escritorio GNOME. Fue desarrollado para integrarse con la distribución Solus. Su distribución madre, al integrar un gestor de paquetes único y que no se encuentra en ninguna otra distribución por el momento, desemboca en que Budgie sólo se encuentra pre-instalado en los sabores de dos distribuciones además de Solus: Manjaro (No oficial y mantenido por la comunidad) y Ubuntu (Sabor oficial). Más allá de estos, hay otras distribuciones que permiten su instalación manual, como Debian, MX y Arch.
Características
Este análisis será cuanto menos interesante porque no todos los días vemos nuevas distribuciones que no partan del código de otra. Evidentemente, esto trae tanto ventajas como desventajas, las cuales iré explicando.
El Gestor de Arranque
Para empezar, Solus 4.1 “Fortitude” ya no usa GRUB en su versión UEFI. En su lugar, arranca a través de systemd-boot, también referenciado como clr-boot-manager. No sé demasiado al respecto sobre systemd como gestor de arranque, pero sí ha sido uno de los mayores problemas a la hora de usarlo junto a otros sistemas operativos, al menos en mi caso. Cuando hago arranque dual con otra distribución que use GRUB dentro del mismo disco, la UEFI ignora el systemd de Solus ya que no lo reconoce como gestor de arranque y me salta GRUB directamente, haciendo que no se pueda arrancar Solus; el propio GRUB tampoco es capaz de añadir su entrada automáticamente, aunque lo detecta a través de os-prober. La única forma de iniciarlo era buscar el archivo EFI manualmente y seleccionarlo desde la UEFI, cosa que resulta fastidiosa tras cada arranque. De la misma manera, systemd-boot no reconoce distribuciones que usen GRUB, pero irónicamente sí reconocía el Windows Boot Manager por alguna razón.
En aquel entonces logré implementar una solución que básicamente consistía en añadir una entrada al gestor de arranque con Grub Customizer, que apunte al archivo EFI de systemd-boot de tal forma que a la hora de seleccionar dicha entrada, cargue systemd-boot y pueda iniciar Solus. Estaré creando una guía detallando esto, ya que me costó bastante encontrar información al respecto para lograrlo. Este problema no sucede con instalaciones de BIOS heredadas (Legacy), ya que en ellas Solus aún emplea GRUB, por lo que sí debe reconocer las otras distribuciones y añadirlas automáticamente. En instalaciones UEFI tampoco se da cuando es el único sistema operativo en el disco, ya que lo reconoce de inmediato; lo comprobé al instalarlo en mi disco duro externo y posteriormente en mi SSD. En estos casos, la UEFI sigue sin detectar un gestor de arranque, pero la unidad aparece como EFI Hard Drive y permite arrancar sin ningún problema. Desconozco si esto pasa en otros equipos o es exclusivamente problema con mi UEFI.
De hecho, Solus iba a ser la primera distribución Linux que instalase en mi máquina física, de no ser por ese problema, pues ni el Windows Boot Manager lo reconocía, haciéndome pensar que no podía usarlo en mi portátil. No sería hasta un año después de eso que supe cómo solucionarlo.
Al igual que con prácticamente cualquier distribución que emplee GRUB como gestor de arranque, systemd-boot te permite elegir entre varias versiones del kernel instaladas antes de arrancar Solus, aunque su tiempo de espera es de unos tres segundos, así que hay que ser rápidos. Desconozco si esto se puede cambiar. La interfaz es mucho más sencilla que la de GRUB por defecto, ya que solo puedes elegir las entradas correspondientes, pero no modificar sus configuraciones antes del arranque. En cuanto a diseño, es lo más minimalista que he visto y evidente que es no podrás personalizar el aspecto.
Lo que debo decir a su favor, es que me ha resultado muy útil para instalarlo en un disco duro externo, pues por alguna razón cuando instalo cualquier derivada de Ubuntu, el GRUB del disco externo se fusiona con el del disco interno, haciendo que pase a estar administrado por mi instalación de Linux Mint y no pueda arrancar el sistema del disco externo en otras computadoras, porque depende de mi disco interno para arrancar. Con Solus no pasa eso, gracias a que emplea systemd-boot, y precisamente porque la UEFI no reconoce este último como un gestor de arranque, permite que cuando conecte la unidad a cualquier computadora que tenga los medios USB como la primera prioridad de arranque, se inicie sin necesidad de tocar nada, como si se tratara de un USB live. Mientras que con GRUB tengo que acceder manualmente al cargador de la unidad externa (eso si no es Ubuntu para que no se sobreescriba/fusione GRUB) cada vez que lo conecto, ya que le da prioridad al gestor de arranque predeterminado, en mi caso era el administrado por Mint en mi disco interno.
Ventana de inicio de sesión
Al igual que con Mint, Solus Budgie utiliza LightDM, un administrador de inicio de sesión bastante sencillo y con un diseño agradable. Además de poder elegir entre los diferentes entornos de escritorio que tengamos instalados (en caso de haber instalado más aparte de Budgie), podemos habilitar opciones de accesibilidad como el alto contraste o el teclado en pantalla. Si quieres cambiar sus configuraciones de manera gráfica, necesitarás instalar el paquete lightdm-settings. Aunque se me hace extraño que no pueda instalar el paquete numlockx, el cual habilita la opción de usar el teclado numérico al iniciar sesión, cuando el administrador de LightDM hace referencia a él. Aparentemente se ha decidido no incluirlo por ser un paquete que en muchos años no ha recibido actualizaciones oficiales. Debido a ello, no he podido activar el teclado numérico al iniciar sesión, pero tampoco es algo que me quite el sueño, pues acostumbro activar el inicio de sesión automático para ahorrar tiempo.
Personalización
Si en Cinnamon de por sí ya es fácil personalizar el entorno, en Budgie es igual e incluso un poco más sencillo en cierto sentido. Solus integra el tema Plata con sus variantes Lumine (clara), Noir (oscura) y Compact (con menús más delgados), junto con el paquete de iconos Papirus, el cual es uno de los más completos que he usado, razón por la que es una de mis mayores preferencias junto a Flat-Remix y Flatery.
En el caso de Budgie, podemos cambiar tres parámetros en cuanto al aspecto: widgets (que viene siendo el tema global), iconos y cursores. Podemos instalar varios temas desde la tienda y fuentes externas, siempre y cuando sean compatibles con Budgie.
Algo que me molestó un poco fue el hecho de que se incluya el tema Numix en los repositorios, pero no esté totalmente soportado por Budgie, principalmente en el panel, ya que cuando se encuentra en la parte inferior y derecha, se ve recortado, mientras que cuando está en la parte superior e izquierda, sí se ve por completo, pero sigue sin visualizar correctamente algunas regiones y cuando maximizas alguna aplicación, se nota que se superpone a la barra de título; aunque a lo mejor está pensado para usarse específicamente en las ediciones de GNOME y/o MATE, así que les daré el beneficio de la duda.
Como muchos sabrán, Nautilus en sus últimas versiones ha deshabilitado los iconos de escritorio y, al menos en GNOME aún se pueden seguir usando si se instala una extensión adicional. Se me hace bastante curioso que el equipo de Solus se las haya ingeniado para mantener el soporte, al menos para Budgie. Podrás activarlo desde la pestaña “escritorio” de las configuraciones de Budgie, aunque si quieres modificar la fuente de escritorio, tendrás que instalar el Editor de dconf, ir a la ruta /org/gnome/nautilus/desktop/font, desactivar el valor predeterminado y colocar la fuente deseada, seguida del tamaño.
Tenemos varios applets para aplicar dentro de nuestro entorno de escritorio, pudiendo instalar un par más desde el Centro de Software. Entre los más destacables tenemos QuickNote y el applet de reinicio de Budgie, el cual es bastante útil, ya que me ha pasado varias veces que al iniciar sesión, la bandeja del sistema se buguea, haciendo una superposición de iconos; esto se soluciona al reiniciar el panel.
Respecto a la configuración del panel, podemos crear varios paneles, definir su tamaño, añadirles transparencia (algo que me encanta), ocultarlo de manera inteligente y colocarlo en “modo dock”, un modo en el que el panel ocupará el menor espacio posible.
Raven, el panel desplegable de Budgie.
Budgie integra un panel desplegable llamado Raven. En la primera sección se nos muestra una variedad de applets, que incluyen un calendario y un gestor de sonido, que se divide por aplicaciones y dispositivos, resultando útil para cambiar rápidamente de dispositivo de audio. En la segunda sección tenemos un apartado dedicado especialmente a las notificaciones.
Atajos de teclado
Solus Budgie por defecto carece de dos atajos de teclado que suelen emplearse en otras distribuciones, y que otras ediciones como Solus Plasma sí integran por defecto, los cuales son la terminal (Ctrl+Alt+T) y el explorador de archivos (Super+E). Por suerte podemos agregarlos manualmente en Configuración → Combinaciones de Teclas. En el caso del explorador de archivos, buscaremos la entrada “carpeta personal” y le asignaremos la combinación deseada. Para la terminal, deberemos ir a la parte inferior y agregar uno nuevo, con el comando gnome-terminal.
Nautilus
Solus Budgie incorpora Nautilus como explorador de archivos por defecto. Cumple con lo necesario que esperaría de un explorador de archivos convencional y me ha dejado bastante satisfecho, aunque echo de menos algunas funcionalidades que fácilmente configuraba en Nemo (el cual inicialmente se basó en Nautilus). Una de las grandes ventajas que noto es la capacidad de mostrar con mayor exactitud los archivos recientes. En Nemo sólo podemos ver aquellos que exclusivamente hayamos abierto mediante el mismo, en cambio, en Nautilus podremos ver todos los archivos recientes que hayamos empleado en aplicaciones de GNOME y -creo- otras más. También, como dije antes, Budgie cargará los iconos de escritorio con Nautilus, cosa que no me termina de agradar del todo debido a que no cuenta con una función de cuadrícula en el escritorio. Esto hace que los iconos a veces se superpongan o no tengan un espaciado adecuado entre ellos. Esto pasa principalmente cuando se cambia de monitor o se tiene activada la opción de mostrar las unidades montadas en el escritorio.
Algunas aplicaciones pre-instaladas
En esta sección haré mención de algunas aplicaciones predeterminadas que Solus Budgie incluye. No pienso extenderme demasiado, principalmente porque ya he hecho gala de la mayoría de ellos en la entrega de Linux Mint 19.3 y no quiero resultar repetitivo.
Como reproductor de audio contamos con Rhythmbox, que a diferencia de Ubuntu Budgie, en Solus sí tiene habilitado el control de volumen dentro de la aplicación y por alguna razón, cuando se cambia de pista, a veces se congela el programa y pasados unos segundos se descongela. Como software de ofimática tenemos LibreOffice en su última versión. Softmaker FreeOffice es una excelente opción si buscamos la mayor compatibilidad con documentos de MS Office. Si bien no posee un paquete eopkg, se puede instalar a través de su archivo tgz, siguiendo la guía proporcionada por ellos, en la sección instalación en otros sistemas.
Como navegador web contamos con Mozilla Firefox, como reproductor de video, GNOME MPV (también conocido como Celluloid); una herramienta para tomar capturas de pantalla, Gedit como editor de textos, el cual cumple con su función bastante bien, aunque sigo prefiriendo Xed (el cual logré instalar haciendo un par de movidas estrafalarias, que quizá más adelante relate); Thunderbird como aplicación de correo, Evince como lector de documentos, una aplicación bastante sencilla de entender y con algunas opciones útiles como el modo nocturno (ideal si se lee en lugares poco iluminados) y la rotación; finalmente, el monitor del sistema, visor de imágenes y calendario de GNOME.
Centro de Software
Como es de esperarse de cualquier distribución Linux moderna, Solus cuenta con su propio gestor de software gráfico, desde el cual podremos instalar nuestras aplicaciones preferidas sin tocar la terminal.
De por sí no soy mucho de emplear la ‘tienda’ para instalar software, pues me desespera cuando tengo que ver la barra de progreso atascada y no saber si ocurrió un error o no; por lo que prefiero usar la terminal para instalarlos manualmente e ir viendo más detallado el progreso de instalación. Aún así, debo reconocer que esta es una de las ‘tiendas’ de software más ordenadas que visto en Linux, en mi no tan veterana experiencia.
El menú de inicio nos muestra varias categorías para orientarnos con facilidad: Software y Temas de Escritorio, Jugar en Solus, Gráficos y Multimedia, Software de Internet, Suite Ofimática, Herramientas y Lenguajes, Software de Seguridad, y Software del Sistema.
Tenemos un panel en la parte izquierda que nos muestra otras categorías más: Inicio, Actualizaciones, Instalado, Terceros, Buscar y Configuración. A diferencia de Mint, Solus administra las actualizaciones de manera gráfica a través de su propio Centro de Software.
Además del software incluido en sus repositorios, podemos instalar software de terceros, entre los que se incluyen aplicaciones como Android Studio, Pycharm, Skype y Google Earth. Esto es uno de los mayores atractivos de este sistema operativo, pues en mi experiencia sólo en Manjaro había visto Pycharm empaquetado en el formato del gestor de paquetes nativo. Si vas a la página oficial de Jetbrains y lo descargas desde allí, ellos te proveerán un archivo tarball, pero ningún paquete deb, rpm o similares. La contra de todo esto es que ya no aceptan nuevos paquetes en esta sección, ya que están considerando empaquetarlos como snaps o flatpaks (no muy buena idea, si me preguntan). Si quieres instalar los mismos paquetes, pero a través de la terminal -como yo-, sigue esta guía (en inglés).
A diferencia de la tienda de Mint, esta nos permite administrar todos los paquetes eopkg que tengamos instalados en nuestro sistema, hayan sido instalados o no a través de la interfaz gráfica.
Medio de Instalación Live
El medio de instalación no es más que una sesión live completa del sistema operativo funcionando correctamente. Incluye las mismas herramientas que una instalación normal en añadidura de su respectivo instalador. Las imágenes iso de Solus no son compatibles con Unetbootin, ni MultiBootUSB, ya que utilizan un formato híbrido que no funciona con algunas aplicaciones. Este último porque lo detecta como si de una distribución de tipo Fedora se tratara y basándose en eso crea el medio de instalación, por lo que como se imaginarán, no arrancará. Por otro lado, sí que funcionan aplicaciones que formateen la unidad y creen el medio de instalación, como GNOME MultiWriter, MintStick y Ballena Etcher (mi aplicación de preferencia y que se halla en los repositorios de Solus).
La Disponibilidad de Software y el Modelo “Rolling Release”
Solus me genera opiniones mixtas en cuanto a la disponibilidad de software se refiere, pues por un lado tenemos muy accesibles ciertos paquetes que normalmente buscaríamos por Internet y que no se encuentran en los repositorios oficiales de muchas distribuciones, como Google Chrome, Android Studio, Steam, Wire y Telegram, manteniéndolos actualizados y con una rama estable, al ser de tipo rolling release, implicando que tendremos acceso a las últimas versiones de los paquetes y se prescinde de los lanzamientos puntuales como las LTS de Ubuntu (cada dos años), así que el nombre clave “Fortitude” es referido más al periodo del proyecto, que a una edición en concreto, ya que la versión 4.0 llevaba el mismo nombre; lo cual me alegra bastante, pues la rama estable de Debian tiene paquetes muy desactualizados y Ubuntu si bien lo lleva un poco mejor, tampoco se queda tan atrás en ese sentido; pero por el otro lado tenemos carencia de muchos otros programas que normalmente empleo en otros sistemas operativos basados en Linux de escritorio ya que casi todo el software disponible para eopkg se encuentra en los repositorios de Solus, así que la mayoría de veces que busques algún software en la tienda, pero no aparezca en los repositorios, muy probablemente no esté disponible en eopkg, a excepción de unos pocos paquetes, como MegaSync, el cual se encuentra fuera de sus repositorios.
A continuación les muestro una captura de pantalla sobre algunos programas que acostumbro instalar cuando hago una instalación limpia de un sistema basado en Linux.
De los 32 paquetes que originalmente iba a instalar vía terminal, sólo podía instalar 22 (Wine-32 se instala como dependencia de Wine y Code::Blocks aparece con otro nombre, mientras que MicroPad y Carnet los había usado desde siempre como snaps, aunque ya no los uso). Cabe aclarar que algunos de estos paquetes normalmente tengo que descargarlos en formato deb en otras distribuciones, pues no están incorporados en los repositorios oficiales, pero que a pesar de ello traté de instalar a través de los repositorios de Solus, pues como dije antes, casi todo el software eopkg se encuentra en los repositorios de la distribución. Debo decir que casi todo el software esencial para mi trabajo se pudo instalar.
Según la web de pkgs.org, Solus posee 6,924 paquetes en su repositorio Shannon (estable) y 6,923 en su repositorio inestable, lo que nos da como resultado 13,847 paquetes en total. Pero considerando el modelo de liberación continua, a la vez que son estables, es de bastante mérito esto.
Habían otros programas que, si bien no se encontraban disponibles en eopkg sí ofrecían una instalación “universal” para cualquier distribución Linux que emplee herramientas de GNU para la compilación, como lo es en el caso de FreeOffice, ya que ofrecen un instalador en formato sh y funciona correctamente a pesar de no ser eopkg.
Para compensar la ausencia de cierto software, Solus incluye soporte de Flatpak y Snap por defecto. Esto es algo de lo que no me había percatado, pues su Centro de Software no cuenta con integración a estas, por lo que se deben emplear desde la terminal. Evidentemente tienen sus desventajas, como el uso excesivo de espacio y un inicio tardío, pero creo que para este caso terminan siendo bastante útiles y ayudan a equilibrar la balanza.
Cuando un programa no se encuentra disponible en ningún formato de instalación compatible (y no se puede optar por alternativas, como AppImage), la única opción es compilarlo desde su fuente para eopkg. Debo decir que en ese aspecto aún soy algo novato y no tuve éxito con los programas que intenté construir en eopkg.
El caso de Timeshift es curioso. Traté de instalar la última versión que proveía un ejecutable .run para su instalación, no sin antes satisfacer las dependencias. Cuando ejecuté el instalador en la terminal, no detectó que había cumplido con las dependencias, pero sí lo instalaba, apareciendo en mi menú de inicio. El problema vino cuando traté de ejecutarlo, pues me decía que debía instalar la dependencia crontab, la cual no se encuentra en los repositorios de Solus, haciendo que sea imposible de usar.
Abandoné el caso creyendo que era imposible instalar Timeshift en Solus, hasta que finalmente encontré la forma. Resulta que la dependencia hacia dcron (que incluye crontab) podía satisfacerse. En mi caso lo hice extrayendo los binarios compilados del paquete de Slackware y los fui copiando en la raíz del sistema manualmente, lo cual desembocó en que Timeshift se ejecutase correctamente. Sin embargo, para evitar hacer movidas tan arriesgadas como las mías, también se puede descargar manualmente la última versión del paquete antes de que lo quitaran de los repositorios, el cual sí está en el formato eopkg. No entro en demasiados detalles, porque pienso hacer una guía explicando esto a detalle.
En eopkg no existen los PPAs. En su lugar se distribuyen los paquetes a través del repositorio principal y el de terceros. En caso de que algún paquete eopkg se encuentre fuera de estos dos, suelen generarse desde su fuente directamente en la terminal, se crea un nuevo repositorio comunitario o bien, proporcionan directamente el paquete eopkg para su descarga. El problema de este último método es que para actualizar el paquete tenemos que comprobar manualmente si hay nuevas versiones para instalar.
Normalmente cuando oímos que una distribución es del tipo rolling release lo tomamos como sinónimo de inestabilidad y/o de complejidad, lo cual muchas veces es cierto; sin embargo, Solus podría decirse que es una excepción a la regla. En lugar de enfocarse en la vanguardia, se enfoca mucho en mantener sus paquetes actualizados y totalmente estables. Si lo vemos desde esa perspectiva, Solus resulta ser una de las distribuciones rolling release más amigables y estables a la vez, siendo ése uno de sus fuertes atractivos y un motivo de gran peso para tomarla en cuenta a la hora de elegir una distribución.
También, gracias a este modelo, podemos instalar de una manera mucho más sencilla algunas aplicaciones que dependen de estar actualizadas siempre, como lo es Telegram. Cuando lo instalé en Linux Mint a través de sus repositorios estaba muy desactualizado y en el caso de una aplicación que constantemente saca nuevas actualizaciones introduciendo nuevas funciones y características, esto es vital, así que tuve que emplear el ejecutable que Telegram provee en su página oficial y colocarlo en la carpeta /opt manualmente.
Gaming
En este punto no me extenderé demasiado, ya que si fueron observadores, mi portátil tiene unas mediocres especificaciones y no puedo evaluar a fondo este aspecto.
Solus cuenta con integración con la API Vulkan, permitiéndonos sacarle el mayor provecho a nuestra GPU. Ya se puede emplear en algunos emuladores que lo soporten, como Dolphin. Steam por defecto usará Vulkan siempre que el videojuego lo soporte. Pude jugar decentemente a Counter Strike: Global Offensive con una tasa de entre 25 y 35 FPS dentro de la partida y de entre 50 y 90 FPS en los menús (aunque se ejecutó con OpenGL, lo que me indica que si lo lograra ejecutar con Vulkan, serían más altas dichas tasas). Sé que para un juego de este tipo se suelen usar tasas que como mínimo superen los 144 FPS en la partida, ya que es un juego “competitivo”, pero para alguien que juega de vez en cuando sólo para divertirse, como yo, es bastante aceptable. Es evidente que lo tuve que hacer con los gráficos al mínimo para poder obtener estos resultados y que mi portátil para jugar seriamente no me sirve, pero me sorprende que con Solus haya podido lograr eso, tomando en cuenta mis especificaciones.
También instalé Rocket League con la ayuda de Lutris y funciona bastante bien. Con los gráficos al mínimo se mantiene a una tasa de entre 30 y 50 FPS variando según la situación. No pude tomar capturas de pantalla porque en la actualidad (26/10/2020) ya no uso Solus como sistema principal. Eso sí, en la partida tanto la GPU, como la CPU alcanzan temperaturas de hasta 83,5° C, pero eso ya es por su disipación mediocre y no por el sistema operativo.
Comunidad
En el caso de Solus, la comunidad es su principal columna, pues a diferencia de otros proyectos de la misma índole, no cuenta con un líder como tal. Si bien su fundador fue Ikey Doherty, conocido también por ser co-fundador de Linux Mint así como fundador y líder del proyecto Serpent Linux aún en desarrollo; al cabo de un par de años acabó dejando el proyecto cediendo el control y administración de manera permanente a los líderes de su comunidad.
Dentro de la comunidad todo se rige por las normas previamente establecidas, que incluyen las políticas de inclusión de paquetes, las normas de la comunidad y otras más; además de la ley no escrita de “se hará si hay alguien que se haga responsable”. Me explico: dentro de la comunidad se emplean las llamadas “solicitudes de inclusión”, donde los usuarios pueden solicitar que se incluya un nuevo paquete a los repositorios oficiales; si bien son relativamente pocos los paquetes rechazados, suele pasar por dos principales motivos: no cumple con sus políticas de inclusión de paquetes (como por ejemplo, la ausencia de una fuerte dependencia hacia un entorno de escritorio, que sea explícitamente redistribuible, entre otras), y la ausencia de un mantenedor. Esto último ha pasado, por ejemplo con el caso de Timeshift. La aplicación cumple perfectamente con las políticas de inclusión, siendo perfectamente elegible, pero al no haber ningún voluntario para mantenerlo, se rechazó indefinidamente hasta que alguien se ofrezca. A veces resulta un poco molesto, pero totalmente comprensible tomando en cuenta que es un proyecto que 1). No cobra por su instalación, ni soporte; y 2). No recibe donaciones (a diferencia de otras distribuciones como Ubuntu o Linux Mint), tal como explican en sus preguntas frecuentes:
Debido a que Solus no es actualmente una empresa ni está asociada con una organización sin fines de lucro, toda la carga tributaria recae sobre la persona que posee las cuentas donde se depositan las donaciones. Para mí, hacer esto personalmente, significaría que tendría que apartar del 10 al 20% de cada dólar recibido para impuestos a fin de pagar el impuesto sobre la renta de estas donaciones. Esto se suma a los impuestos que se deducen cuando el proveedor (por ejemplo, Patreon) acepta esas donaciones (generalmente el IVA para el país de origen) y el cargo por servicio para aceptar donaciones. Esto podría significar fácilmente que entre el 25 y el 40% de cada donación se consuma inmediatamente con impuestos y hemos decidido que eso no es aceptable. Estamos planeando afiliarnos a una organización sin fines de lucro para que sus donaciones como máximo estén sujetas al IVA y no al impuesto sobre la renta. Hasta que esta situación no haya cambiado, hemos decidido no aceptar donaciones.
— Bryan Meyers, Líder Técnico del Proyecto Solus en https://discuss.getsol.us/d/2772-solus-faq (traducido desde el inglés).
Todo esto implica que el proyecto es mantenido por su comunidad en su tiempo libre sin cobrar ningún centavo por ello. Lograr crear un sistema con un modelo rolling release estable y que no sea un completo caos, mientras no hay ninguna financiación directa, es de reconocerse, razón por la cual tienen todos mis respetos.
Por otro lado, y al igual que la mayoría de distribuciones Linux, cuenta con su propio foro para la resolución de problemas y preguntas frecuentes, junto a un subforo de Reddit donde se publican preguntas, debates, guías y, por supuesto, la resolución de problemas.
Algunas de las dificultades de Solus 4.1 “Fortitude” Budgie
Como ha de ser sabido de sobra, el sistema operativo perfecto no existe y absolutamente todos tienen sus defectos en mayor o menor medida. En esta sección explicaré algunas de las dificultades o problemas con los que me topé a la hora de emplear este sistema operativo, además de los antes explicados, como lo de GRUB.
Ausencia de Escalado Fraccionario
Solus, al menos en su edición Budgie no cuenta con soporte de escalado fraccionario, lo cual es vital cuando se emplean monitores con altas resoluciones, porque todo puede acabar viéndose muy pequeño en estos. Lo más cercano al escalado fraccionario es el duplicado de escala con el que cuenta, lo que quiere decir que vamos a emplear una escala de 200%, resultando mala idea en algunos monitores; y el aumento de la escala de texto.
Este problema no afecta tanto cuando se trata de monitores o pantallas integradas de portátiles con resoluciones aceptables. Por ejemplo, la pantalla de mi portátil tiene una resolución de 1366 x 768 y todo se ve de manera excelente.
Fallos en el panel Budgie
Como dije antes, a veces se da el caso en que la bandeja del sistema se carga antes que el panel, provocando que estos se superpongan de una manera muy “bugueada”, pero se soluciona fácilmente al reiniciar el panel a través de su respectivo applet.
Ausencia de compatibilidad por defecto para algunas tarjetas Realtek
Actualmente Solus cuenta con una versión 5.6 del kernel Linux, por lo que contamos con soporte para una gran cantidad de dispositivos y tarjetas de Wi-Fi Realtek, pero en el caso específico de las tarjetas RTL8723DE, RTL8822BE, RTL8822CE y RTL8821CE, no contamos con soporte por defecto. Para ello, necesitaremos instalar el controlador rtw88. He hecho una guía sobre esto, incluyendo los pasos a seguir en Solus, por lo que pueden revisarlo si les interesa.
Escasez de guías
Que un sistema operativo sea conocido o no influye bastante en la cantidad de guías y tutoriales que hay para solucionar problemas o configurar determinados aspectos, por lo que es un poco complicado a veces encontrar información para Solus. A eso le tenemos que sumar que de por sí no hay muchas guías de Linux en español, así que ya se imaginarán cómo estará el panorama. Si estás empezando en el mundo de Linux, no te recomendaría tanto esta distribución por ese motivo. Aún así, aquí dejo el enlace a sus foros (en inglés) por si tienes algún problema o duda y quieres orientarte con los hilos ya existentes o bien, crear el tuyo.
Curva de aprendizaje
Al tratarse de un sistema operativo independiente, varios conceptos propios de otras distribuciones derivadas tendremos que volverlos a aprender para Solus, como la instalación de paquetes vía terminal. Por suerte, contamos con unos foros bastante activos y una buena documentación (en inglés). Yo diría que la curva de aprendizaje no es tanto en el empleo del sistema como tal, sino en saber construir los paquetes para eopkg cuando no están en los repositorios de la distribución. Tomando eso en cuenta, la curva de aprendizaje no es nada comparada con la Arch, que vamos, hasta para instalarlo tienes que tener varios conocimientos ya establecidos y dominio de la terminal, pues su instalación se realiza en modo texto.
No apta para servidores ni Raspberry Pi (y similares)
El equipo de Solus ha dejado claro que su prioridad es ofrecer un sistema operativo sencillo e intuitivo pensando siempre en el usuario final, por lo que no está pensada para la administración de servidores, prescindiendo de una gran cantidad (por no decir todo) el software de administración de servidores web. De la misma manera, no es apta para sistemas que funcionen con procesadores ARM como Raspberry Pi, pues como expliqué al inicio, sólo soportan las arquitecturas x86_64 (Intel) y amd64 (AMD). Por lo tanto, si buscas una distribución para servidores, Solus no es tu opción.
Conclusión
Solus es un excelente sistema operativo basado en Linux, que sale de todo lo conocido y que va por su propio camino, priorizando las ventajas pragmáticas que el usuario puede tener al emplearlo, incluyendo Steam en sus repositorios para atraer al sector de jugadores. Como hemos visto, a veces puede dar problemas cuando se tienen otros sistemas operativos que usen GRUB, así que lo ideal es emplearlo en un disco completo. Hay que tomar en cuenta también que esta distribución tiene varios aspectos por pulir aún, como abarcar una mayor cantidad de software en su gestor de paquetes nativo y algunas funciones que mejoren la experiencia. En mi opinión es de reconocerse que hayan creado un sistema bastante estable y optimizado, con paquetes actualizados sin basarse en ninguna otra distribución Linux. Es un sistema operativo que me encantó y que vale mucho la pena darle una oportunidad. Es el tipo de sistema operativo que, aunque no es muy conocido, es bastante potente y no necesita de derivadas por el momento. Yo le doy el visto bueno.
Me faltaron algunas funciones y características que mencionar, ya que el artículo se me haría demasiado largo, por lo que resalté las más importantes. Instalar Solus es gratuito, así que si te llamó la atención, puedes descargarlo desde su página oficial, probarlo en una máquina virtual, o bien, crear un medio de instalación e instalarlo en tu disco duro.
Yo me despido, y recuerda, todo depende de cómo se ejecute una idea. Nos vemos hasta la próxima.