Fotografía del Facebook La 22 Hinchada de Guachupé.

A vacilar la camiseta

Cientos de seguidores de la cumbia chilena se organizan para acompañar en los eventos a sus bandas favoritas como Guachupé y La Combo Tortuga con bombos, camisetas y banderas en mano. Como si fuese un partido de fútbol, los hinchas alientan a sus grupos durante el show. Aquí se cuenta quienes son y cómo se organizan las barras de la música nacional.

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5 min readDec 12, 2018

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Texto por Sara Vidal

Dale, dale, dale Guachupé. La 22, hinchada de Guachupé, llegó al bar Costa Azul de Quilicura cantando fuerte y lanzando papel picado. Entraron en masa cerca de 50 personas con camisetas de la banda y con globos en las manos. Se habían juntado en Baquedano para tomar un bus que los llevara hasta el bar, donde ahora esperan impacientes a que empiece el show de la banda. La 22 es una de las hinchadas más populares en redes sociales: 55 mil seguidores en Facebook.

Las barras musicales mezclan el ritmo de la cumbia con los elementos típicos de las barras bravas, como el bombo o los cánticos. Influenciadas por las hinchadas argentinas, no siguen equipos de fútbol, sino a grupos de música tropical. “Allá siempre se ha tratado a la banda como a un equipo de fútbol y a los seguidores les llaman así: hinchadas. Por eso están las camisetas y todo ese juego”, cuenta José Sovino, líder de La 22 de Guachupé.

Todas las hinchadas tienen elementos que las distinguen entre sí. Las camisetas deportivas, que se actualizan para los grandes eventos, son uno de ellos. Guachupé fue el primer grupo musical que tuvo una comercializada en grandes tiendas. “Mucha gente alucinaba con que se hiciera. Hasta que salió la oficial de Lotto, que nació de una idea de los hinchas”, comenta José Sovino de La 22.

Los precios de las camisetas de Guachupé rodean los 20.000 pesos y se pueden encontrar en @tiendaguachupe en Instagram.

Además de la hinchada de Guachupé, estas barras musicales se han expandido a bandas como Santa Feria, la más escuchada por los chilenos en Spotify en 2018, y grupos como La Combo Tortuga y El Bloque 8. Se definen como gestores de una parte importante del espectáculo. Llegan en masa con lienzos, banderas y bengalas, mostrando el movimiento que tomó fuerza en el bar Las Tejas de San Diego y en el Costa Azul de Quilicura. “El objetivo es súper claro, pasarlo bien y seguir a la banda”, cuenta José Sovino, líder de La 22. “Que se vea que la hinchada moja la camiseta por el grupo, que se la juega”, dice Camila Gallardo, líder de Mañosas, seguidoras de Santa Feria.

Entre todas pueden llegar a reunir a 12 mil personas, una masividad que también se ha visto en las convocatorias de los festivales de música. Eventos que hasta hace una década eran exclusivos para las bandas de rock, hoy se llenan de grupos de pachanga. “Se empezó a expandir a otros públicos, gente de casa, que se empezó a dar cuenta que esto existía”, explica Camila Gallardo.

Puro show

“El objetivo es súper claro, pasarlo bien y seguir a la banda”, cuenta José Sovino, líder de La 22. Fotografía del Facebook La 22 Hinchada de Guachupé.

Las hinchadas son un infaltable en las presentaciones de música tropical. “Somos parte, porque ellos cantan y nosotros estamos abajo haciendo show, apoyando el show”, comenta Catalina de Las Princesas del Bloque 8. “Le agregamos más diversión y felicidad”, cuenta Francisco Huaramán, líder de Los Tortuebrios, seguidores de La Combo Tortuga

Para los hinchas, su desplante es un espectáculo que complementa al que realiza la banda en el escenario y por eso se preparan para cada evento. Eligen canciones y momentos claves del show, que ya conocen de memoria, para desplegar su artillería. “Nosotros nos organizamos para tirar los telones al mismo tiempo, tirar los globos, los papeles”, señala Francisco.

Las barras se organizan para entrar con anticipación a los recintos y ambientan el lugar con sus lienzos antes de que ingrese todo el público, trabajando en conjunto con las otras hinchadas. “Todos se unen por la misma causa, para ver otro show en el espectáculo”, dice Francisco de La Combo Tortuga.

Coordinan desde la compra de materiales, hasta el valor del ingreso y los buses en caso de que toquen en otra ciudad. “Conversamos con la productora, se llega un acuerdo de difusión por cierta cantidad de entradas. Se negocian listas a mitad de precio o a precio de preventa”, añade Camila Gallardo, seguidora de Santa Feria. Se organizan con rifas, completadas o vendiendo. “Tenemos que estar picando papeles toda la semana, me gusta llamarlo familia porque todos aportan”, agrega Huamarán.

Ni fans ni barras bravas

“Es un fenómeno musical que ha traspasado hartas barreras”, dice Camila Gallardo de Mañosas. Fotografía del Facebook Mañosas Santa Feria.

No se sienten aludidos al hablar de fans, que es la definición típica para hablar sobre quienes siguen a bandas o músicos. Para Camila Gallardo de Mañosas, las estructuras que adoptan del estadio hacen la diferencia: “Un fan club de Chayanne, por ejemplo, se prepara de una forma diferente porque viene una vez al año. Acá muchos son de estadio, entonces esa continuidad se ve reflejada”. Por su parte, Catalina del Bloque 8, comenta que no le gusta el término fan. “Nosotras no admiramos al grupo, es una relación más cercana. No seguimos a ninguno de ellos y no le hacemos regalos”, declara.

A diferencia de lo que ocurre en el estadio, las barras no pelean ni se descalifican. “Vas a disfrutar el show, entonces ves a las otras bandas. Esa es la diferencia del estadio, acá no eres del Colo o de la U, acá eres de la hinchada de Santa Feria, pero compartes con las otras, porque te gusta el ritmo”, cuenta Camila Gallardo.

“Es un fenómeno musical que ha traspasado hartas barreras”, explica Camila de Mañosas. Esto llevó a que un trabajador de la empresa Lotto, que era seguidor de Guachupé, se contactara con la banda para ofrecer una alianza comercial para la fabricación de camisetas, cuenta José Sovino de La 22. “Les fue muy bien, se han vendido miles de camisetas de Guachupé. Antes todos traían las camisetas de su club, de sus equipos favoritos y después nació la idea de hacer una camiseta única”, explica.

Hoy ya han salido a la venta más de ocho modelos de poleras a través de Lotto y en dos ocasiones la marca Adidas realizó la venta de camisetas para la banda. “Se masificó mucho, tuvieron que sacar más stock incluso”, agrega el líder de La 22.

Las camisetas se venden a un precio cercano a los cincuenta mil pesos y entre sus seguidores se han vuelto coleccionables. “Se saca lo mejor del estadio y eso se ve reflejado en los lienzos y las poleras”, comenta Camila. Además, la seguidora de Santa Feria concluye: “es harta euforia y descontrol, pero no es algo que pasa una vez al año. Muchos son de estadio y ese es un tema súper fuerte, hay que estar siempre presente”.

Sobre la autora: Sara Vidal es estudiante de tercer año de Periodismo y escribió este artículo para el Taller de Prensa. La entrevista fue editada por Trinidad Rojas.

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Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl