El boom de la astrología entre jóvenes

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6 min readMay 8, 2023

En una fiesta la pregunta: “¿Qué signo eres?” va antes de “¿a qué te dedicas?”. Para muchos, “mercurio retrógrado” es el nuevo gato negro de las supersticiones y “venus en libra” asegura que el amor y la diversión se sientan en el aire. La astrología está dominando las redes sociales, la oferta publicitaria de las marcas y las conversaciones del día a día. ¿Cómo una práctica milenaria se volvió pop?

Por Martina Adasme (@adasmemartina)

Editado por Sofía Campos (@sofiacamposh)

⏰ 6 minutos de lectura

Suena la alarma para despertarse pero antes de poner un pie fuera de la cama y empezar su día, Antonia Ossandón (22) mira su celular. “Siempre reviso si me llega una notificación de las páginas de astrología que sigo en Twitter”, confiesa. Entre las cuentas que sigue está @thepisceanaura que tuitea pronósticos semanales para cada signo zodiacal. “Interpreto ese mensaje como una señal del universo y que va dirigido específicamente a mí”, agrega.

Antonia se empezó a interesar por la astrología en 2018. Hoy es parte de su día a día. “Ya está instalada en mi cabeza, es un lenguaje que adquirí en mi mente. Cuando alguien me dice algo, yo pienso: ‘oh, eso es muy piscis’. Por eso, me gusta conocer a gente que le gusta la astrología, porque al final hablamos en el mismo idioma”, admite.

Hoy es cada vez más común escuchar que la astrología es un nuevo lenguaje compartido. Los bares ofrecen tragos según los signos zodiacales. Plataformas para encontrar pareja, como Tinder, dan la opción de declarar el signo en la biografía. Marcas cosméticas (como Maybelline) incluyen a los astros en sus colecciones. Aplicaciones tecnológicas de astrología, como Co Star, que consiste en una red social en la que los usuarios registran su fecha, lugar y hora de nacimiento para obtener su carta astral y horóscopos diarios, tienen millones de descargas. Perfiles como el de @marenaltman, que publican los movimientos de los astros periódicamente y cómo influyen en las personas, se viralizan en TikTok. Si se busca #astrology en Instagram se encuentran más de 12 millones de publicaciones.

Esta tendencia se ha extendido también al mundo de los negocios. Cafeterías, como KOMBINARTE, en Valparaíso, ofrecen cafés personalizados de acuerdo al signo zodiacal. Diego Poblete, socio-fundador de la cafetería, comenta que en su pizarra de tiza publican los tránsitos de la luna y personalizan el vaso del cliente en función del signo de la persona. Asimismo “a través de transmisiones en vivo de Instagram, en cada luna nueva o llena, realizamos conversatorios sobre cómo van a estar las energías del mes”, afirma.

“La astrología es parte de la cultura pop, ya está inserta, se habla de ella en el día a día”, comenta Catalina Alvarado, astróloga y administradora de @lachicadelojito, una página de Instagram que sube memes y contenido sobre la personalidad de cada signo zodiacal y que cuenta con más de 30 mil seguidores. Alvarado reconoce que se empezó a interesar por la astrología porque, cuenta, estaba en una gran depresión. “Me encontraba absolutamente perdida y no sabía nada de mí”, confiesa. “La astrología te acepta y te reconoce cómo eres, no intenta cambiarte, solo te dice en qué te puede ayudar para desarrollarte mejor como persona”.

Alvarado cree que en el boom de la astrología ha influido la crisis sanitaria de los últimos años: “Con la pandemia, todo el sistema que pensaste que iba a estar siempre, se cayó, entonces estuvimos buscando algo en qué creer, un propósito más allá de nosotros mismos”, dice.

De una práctica milenaria a la refutación de las ciencias

Desde el boom de la sección de los signos zodiacales en las revistas de los años setenta, la popularidad de la astrología solo ha ido en aumento. Así lo cree Nicolás Mena, influencer y astrólogo, quien tiene más de 135 mil seguidores en su cuenta de TikTok dedicada a la astrología, @quiron.astral.

“Muchos [integrantes] de la generación de nuestros padres [de la generación Z] saben sus signos, y nos dijeron desde pequeños qué signos solares eran, entonces el bichito por este tema viene desde antes”, afirma. Sin embargo, la astróloga Catalina Alvarado, cree que la viralización de esta práctica ha sido más potente los últimos años. “Cuando empecé a conocer sobre astrología, hace cuatro años atrás, solo había unos blogs muy antiguos, del 2010”, dice.

María Jesús Olivares, socióloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile y con tesis de magíster en prácticas esotéricas de la misma universidad, enumera estudios realizados por Edward Tiryakian, profesor emérito de sociología en la Universidad de Duke, EE. UU, en el libro El margen de lo visible, que indican un retorno del esoterismo en las creencias personales y fenómenos relacionados. Estos estudios específicamente se refieren a una tendencia que ocurre en el hemisferio norte, sin embargo, en Chile hay indicios de que puede estar sucediendo una situación similar.

La Encuesta Nacional de Juventud, hasta el 2009, midió la afiliación a otras formas de espiritualidad, específicamente la creencia en astrología, la cual demostró una adhesión de un 35% de los encuestados. “Pero después del 2009, se dejó de medir, entonces son 13 años sin datos y, aparte de eso, hay un gran vacío en la literatura respecto a la temática”, comenta Olivares. No obstante, ella apunta otro dato: “En marzo de 2022 [surgió la opción de sacar] el acta de nacimiento por carta astral [en el registro civil]. Eso nos da una motivación para creer que sí ha crecido la cantidad de personas que consultan por astrología”, concluye.

Los astros han sido consultados por los seres humanos desde la Antigüedad. Los pueblos originarios tenían una relación estrecha con los elementos cósmicos del universo, porque encontraban en ellos un significado más allá de lo terrenal. Por ejemplo, para el pueblo aymara, el Sol era Inti y su hermana, la Luna, Killa; mientras que los mapuches interpretaban al Sol y la Luna –Antü y Küyen– como marido y mujer, y hacían de ellos los principales dioses de su cultura.

Los pueblos originarios utilizaban la posición y los movimientos de los astros, “ya sea para saber la fecha adecuada para los cultivos o las cosechas”, comenta Matías Díaz, doctor en astronomía de la Universidad de Chile y colaborador del Observatorio Las Campanas, ubicado en la Región de Atacama. Sin embargo, Díaz enfatiza que la astrología no es más que una herramienta que poseían los antepasados para explicar ciertos fenómenos que ocurrían, “porque no tenían los conocimientos que hemos adquirido a lo largo de los siglos”. Por esto hoy “la posición de los científicos es clara, y es que la astrología no tiene ninguna influencia en los comportamientos humanos ni en los eventos de la actualidad”.

En Twitter no cuesta encontrar comentarios que hacen referencia a “mercurio retrógrado”, un evento astral, que ocurre tres o cuatro veces al año, y que según la astrología, impulsa en algunas personas la introversión mental que los lleva a preocuparse más de lo normal sobre sus asuntos personales, perdiendo energía para su día a día.

Así, se piensa que “mercurio retrógrado” trae mala racha, y el pánico y la angustia se puede ver en los creyentes. Sin embargo, desde la perspectiva de las ciencias, “el efecto de que mercurio esté retrógrado es solo visual, y es que el planeta orbita hacia el lado contrario, pero esto no significa que van a ocurrir calamidades”, explica Díaz.

Es así como las ciencias categorizan a la astrología como una pseudociencia, “porque no funciona con el método científico ni se puede comprobar, entonces esta popularidad que ha tenido el último tiempo solo sirve para formar personas sin pensamiento crítico y desinformar a la población”, concluye rotundamente Matías Diaz.

A pesar de los intentos por parte de algunos científicos de sopesar las consecuencias que puede tener la viralización de la astrología, las nuevas generaciones persisten en su adhesión. “Cada uno tiene sus propias creencias y vive su vida en base a eso, y eso es lo que es la astrología: una creencia y una filosofía de vida. Las demás religiones tampoco tienen sustento científico, entonces, ¿por qué la gente exige que la astrología tiene que ser comprobable?”, finaliza Antonia Ossandón.

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Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl