El chinche del arce: el indeseado bicho que moviliza a las autoridades

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5 min readApr 5, 2023

Fue reportado por primera vez en 2020 en la RM y en lo que va de este año se ha tomado cerca de 11 mil árboles en Las Condes. Hasta ahora, el chinche del arce no parece ser un bicho particularmente molesto, sin embargo, su olor pestilente, las secreciones que manchan ropa y superficies, además de su abundancia ha incomodado a la población. “Los chinches del arce ya están ingresando a los hogares”, advierte la edil de Las Condes.

Por Catalina Quiroz (@catakase)

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De aspecto alargado y un inconfundible color rojo anaranjado, el chinche del arce viajó desde Estados Unidos para asentarse en el arbolado urbano de la Región Metropolitana, Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins. Según Eduardo Faúndez, entomólogo y académico de la Universidad de Magallanes, sus primeros avistamientos fueron descritos en Pudahuel, por lo que se cree que ingresó por el aeropuerto Arturo Merino Benítez desde un vuelo internacional.

Este insecto puede medir hasta un centímetro de diámetro y suele encontrarse en plazas, calles y jardines donde haya arces, un árbol ornamental, de tronco grisáceo y copa verde frondosa, el que es su fuente de alimentación. El arce es una de las especies más cultivadas para arborización urbana en Chile y debido a su alta resistencia a climas extremos y agentes contaminantes se ha plantado en barrios y parques a lo largo de todo el país.

El chinche del arce es inofensivo y no implica mayor riesgo al contacto con humanos o mascotas. Según señala Alfredo Ugarte, ingeniero agrónomo y entomólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, este insecto “tiene un aparato que se llama picador-chupador que ocupa para chupar la savia de los árboles, las hojas y semillas”. Este mismo aparato es el que puede llegar a usar para generar picaduras en humanos, pero según Ugarte, esto sólo se da en casos accidentales y como reacción defensiva del insecto.

Hasta ahora, el chinche del arce no parece ser un bicho particularmente molesto, sin embargo, tiene características que han incomodado a la población.

Por una parte, puede liberar un olor pestilente, sobre todo si hay gran cantidad de ellos. Además, suele dejar secreciones que manchan la ropa y las superficies en las que habita. Pero lo que más denuncias ha acumulado es su alta proliferación.

El 5 de enero la municipalidad de Ñuñoa hizo una primera alusión a la problemática del chinche con una nota en su sitio web que se titulaba “¡No es una plaga! Conoce qué es y cómo tratar al Chinche del Arce (sic)”. Cuatro días después, la Municipalidad de Las Condes envió un oficio al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) informando sobre las crecientes denuncias en su comuna. Y así, con el paso de los meses ya se habían sumado notificaciones, y reclamos en plataformas virtuales, al menos, en otras comunas de la misma Región Metropolitana como Cerro Navia, Santiago, Lo Prado, Providencia, Ñuñoa, Vitacura, Pudahuel, La Reina y Maipú.

De varias de ellas, vecinos han reportado la presencia de este insecto en el interior de sus jardines o muy cerca de sus casas.

“[Esta especie] puede considerarse una plaga para los arces, cuando alcanza grandes densidades poblacionales; estas grandes densidades se observan con frecuencia en las especies introducidas, durante los primeros años de ocurrida su introducción, debido a la ausencia de enemigos naturales, como depredadores y/o parasitoides”, explica Mario Elgueta, jefe del área de Entomología del Museo Nacional de Historia Natural.

Por su parte, en el último comunicado en su sitio oficial, el SAG señala que el chinche del arce es una “plaga urbana” y no una “plaga cuarentenaria”, es decir, es una plaga que “no provoca daños a la agricultura ni a los bosques, [que son los] ámbitos de atingencia de la institución”.

Pese a esto, en Vitacura ya señalaron estar tomando acciones para deshacerse del insecto. “Hemos tratado más de mil ejemplares de arce, aplicando una dosis de insecticida de menor toxicidad en un comienzo. Actualmente hacemos lavados de los árboles con jabón potásico, que es usado en la agricultura ecológica; además estamos podando las semillas, que son la principal fuente de alimento del chinche del arce”, dice la alcaldesa Camila Merino a través de su sitio oficial.

Por otra parte, además, desde la municipalidad de Paine recomendaron a sus vecinos realizar fumigaciones preventivas con soluciones jabonosas.

El pasado 17 de marzo, la alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza elevó el problema enviando una carta al ministro de Agricultura. En ella solicitaba una reunión para encontrar una pronta solución al problema.

“Hay un malestar profundo en los vecinos, incomodidad, también imposibilidad del descanso. Los chinches del arce ya están ingresando a los hogares”, señaló la edil. Las autoridades municipales aún no han podido hacerse cargo de una fumigación total del chinche, ya que la autorización del uso de pesticidas es responsabilidad de la entidad agrícola.

La semana pasada, el ministro de Agricultura declaró que “el arbolado urbano es competencia de los municipios y, aquellos con mayores ingresos tienen las posibilidades de poder cumplir con las obligaciones que la ley les confiere”. Además, solicitó al SAG, a los municipios y actores relevantes del área de salud y agropecuaria, que participaran de una mesa de trabajo con el fin de buscar una solución que deje en paz a los vecinos y a los alcaldes. Esta mesa aún no se ha concretado y según fuentes del SAG, actualmente se está coordinando con todos los actores.

Hoy el chinche del arce se ha vuelto una urgencia para las autoridades municipales de cara al invierno. “Nos preocupa que con las bajas temperaturas [los insectos] empiecen a anidar dentro de las casas, necesitamos saber qué químico utilizar, cuál es la estrategia y cómo terminar con esta situación”, dice la alcaldesa Peñaloza.

De momento, las recomendaciones del SAG siguen siendo las mismas: remover físicamente los insectos y eliminarlos en bolsas selladas, rastrillar las semillas que se encuentren bajo los arces, sellar puertas y ventanas. Y, desde luego, no plantar más arces.

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Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl