El lugar de las voces queer de Chile

Nació en mayo de 2022 con la idea de dar un espacio a voces nuevas. Hoy, Coro Queer Chile se ha convertido en un sitio de refugio que reúne a la comunidad LGBTQA+. “Es un oasis frente a todo este desierto que tenemos alrededor”, dice su fundador.

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7 min readNov 25, 2022

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Foto tomada por Belén Miranda (@be1enss)

Por Francisca Bórquez @fraborquezn

“Sentí que mi voz tenía un lugar”, dice Axel Holm, músico cantante de 31 años, y director del Coro Queer Chile (@coro.queer.chile) que reúne a la comunidad LGBTQA+ en el país. Está compuesto por 21 personas — cinco sopranos, cinco altos, seis tenores, cuatro bajos y un director — , el mayor tiene 39 años y el menor 21, y vienen de comunas como Santiago Centro, Quinta Normal, Ñuñoa, La Cisterna y Providencia. Es habitual que este coro se reúna para ensayar todos los lunes, pasadas las 18:30 horas, en una sala del Centro Comunitario Gabriela Mistral de San Miguel, ubicado en la calle Teresa Vial. Funciona como su centro de operaciones, donde otros días a la semana hay talleres de danza y alfabetización.

Foto tomada por Belén Miranda (@be1enss)

La mayoría de los integrantes se dedica al coro a tiempo parcial. Entre ellos hay un actor, un abogado, un médico, un geólogo, algunos artistas visuales, diseñadores y un trabajador del servicio público.

Nació en mayo del 2022 y desde entonces solo ha crecido.

Holm, que dejó la ingeniería comercial para estudiar canto en la Universidad Alberto Hurtado, llama a este espacio su “oasis”.

“Venir acá y el encontrarnos y sabernos todos queer, que todos nos podamos expresar cómo queremos y hacer música juntos, (tener) un espacio seguro, es un oasis frente a todo este desierto que tenemos alrededor, gris, que es Santiago, y que en el fondo es Chile, y que termina siendo el mundo entero”, comenta el director.

Quienes integran el coro reconocen la falta de espacios que entreguen seguridad a la comunidad queer, en la industria artística y fuera de esta

En 2020, un estudio exploratorio de discriminación LGBTQ+ de la Subsecretaría de Prevención del Delito reveló que un 70,5% de la comunidad ha reprimido expresarse libremente en algunos lugares, como consecuencia de situaciones de discriminación.

Entendiendo que un espacio seguro es aquel “donde uno puede ser auténtico y ya”, como lo expresa Jorge López (39), corista bajo, quien además dice que “cuando uno anda con una falda, saliendo del metro Lo Vial hasta San Miguel, en el 70% de las esquinas hay personas que te miran así (refiriéndose al gesto de observar de arriba hacia abajo a alguien)… Llegar a un espacio donde no importe, por el contrario, es ‘¡Ay, qué lindo es!’ o ‘¡Ay, qué cool!”.

“Todavía es un tema”, dice Alen León (27), uno de los coristas altos. “Ser queer es un problema en la sociedad. La gente, por lo menos aquí en Chile, quizás no te dice abiertamente ‘tú, eres gay’, pero sí te juzgan moralmente en otros espacios y siempre estás relegado a uno mucho menor”.

“Uno, dos, ¡y!”, cuenta Holm para que una corista comience a cantar, mientras él, que viste un llamativo chaleco negro con brillos verdes, toca las notas en el teclado. La obra de hoy, Il blanco e dolce cigno (en español, El cisne blanco y dulce), del compositor belga Jacques Arcadelt, habla del orgasmo femenino.

“Di mille mort’ il di sarei conteeentooo”, canta Holm que es barítono — voz media entre la de un bajo y un tenor — la frase que en español significa “estaría contento de morir mil veces al día”. Una voz grave que él creía no ser suficientemente buena mientras participaba en el Coro FEN de la Universidad de Chile cuando estudiaba ingeniería comercial — en el cual aún trabaja ocasionalmente como director subrogante y apoyo — , dado que las voces populares cantan muy agudo.

No es lo usual que en coros tradicionales se dé lugar a voces diferentes a la binaria. En estos se habla de voces “femeninas y masculinas”: los soprano y alto son mujeres, mientras que los tenor y bajo, hombres.

El Coro Queer trabaja con la misma clasificación de voz, pero no así con el término binario. Benyamil Giacaman (29), músico y fundador del Coro, dice que “entendemos que dentro de les integrantes del coro hay personas que se identifican no necesariamente con su género establecido de nacimiento. (…) Hablamos de les sopranos, les altos, les tenores y les bajos”. Utilizan el lenguaje neutro dado que la terminología musical también se asocia al género binario. Además de esto, siempre preguntan los pronombres con los que los integrantes prefieren ser identificados individualmente.

“En el coro descubrí que son voces con características distintas, que ninguna era mejor que la otra por poder cantar más o menos agudo”, comenta Holm, quien, además, encontró un espacio “donde no tienes que camuflarte” por ser de una disidencia.

“A mí me tocó estar en otro coro y yo pensaba: ¡por favor, que no se enteren!”, agrega Camila Arce (24), cantante y otra de las fundadoras del Coro. Mismas situaciones que Giacaman dice haber vivido.

Holm ahora guía al grupo cuando este comienza a cantar True Colors de Cyndi Lauper. La canción, que en español dice “No tengas miedo de dejar que se muestren tus verdaderos colores”, une las voces del Coro Queer Chile.

“No lo estamos maquillando de otra forma. Es un coro queer”

Foto tomada por Belén Miranda (@be1enss)

A pesar de los inconvenientes, Holm conoció los coros cuando estudiaba ingeniería comercial: su “mentora” fue Constanza Vásquez, directora del Coro FEN, quien le inculcó el amor por ellos.

Desde ese entonces, comenzó a participar en varias otras instancias corales, tal como el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile.

Como él, Giacaman se dedica por completo a la música. Participa en el Coro Magnificat y el Coro Simphonie, ambos coros independientes en Santiago, y da clases particulares de canto. Estudió en la Universidad Católica de Valparaíso y en la Universidad Alberto Hurtado, donde obtuvo una mención en canto. Ahí, además, desarrolló amistad con Holm y conoció su estilo de trabajo, que lo llevó a proponerle dirigir el coro que estaba formando.

Hasta ese entonces, Holm solo había participado como miembro de los coros. Esta es la primera vez que dirige uno.

“Estaba buscando algún lugar donde poder ejercer la dirección, que es algo que siempre me ha encantado y es mi pasión. Cuando Benyamil me propuso el proyecto, para mí no hubo duda”, dice Holm.

Giacaman y Arce pensaron muchas veces el nombre del coro. Al principio, Coro Queer Chile les parecía aburrido. No obstante, hoy creen que este nombre rompe con los estereotipos de la comunidad, dado que la palabra ‘queer’ alberga a todas las diversidades. “A cualquier persona que tú le digas ‘Coro Queer Chile’ va a saber qué somos y quiénes somos. Es súper político igual, súper rupturista. No lo estamos maquillando de otra forma. Es un coro queer”, dice Giacaman. Fue él quien le propuso la iniciativa a Arce y posteriormente a Holm, con el objetivo de comprometerse con la comunidad LGBTQA+ y sus artistas. La idea se le ocurrió mientras veía la película Sex and the City 2, en la que aparece un coro gay, y se dio cuenta de que en Chile no conocía a uno.

“Yo igual había sentido esa necesidad de estar en un espacio en el que pudiera aportar en las diversidades como cantante. Cuando se canta en coros más tradicionales, de repente uno tiene que taparse en colores, porque se trabaja con personas que podrían ser muy homofóbicas o tener comentarios muy despectivos hacia nosotres”, dice Giacaman.

Así, comenzaron a difundir la iniciativa en abril del 2022 por medio Instagram: los interesados en participar podían enviar una ficha de inscripción por correo. Esto los llevó a tener dos primeras jornadas de audiciones en mayo. La primera estuvo dirigida a quienes tuvieran conocimiento de música.

Pero, dado el gran interés que esta iniciativa generó en quienes no tenían experiencia previa en la música o no leían partituras, abrieron la segunda convocatoria a cualquiera que quisiera ser parte de un espacio seguro para las diversidades.

La idea de oasis de Holm es compartida en el grupo. Muchos llegaron a él por esa razón: “Estamos todes en esa sintonía, por mucho tiempo nos quisieron invisibilizar. Por mucho tiempo nosotres mismos nos negamos a ser así y hoy, este espacio, hace todo lo contrario: rompe con esos estereotipos”, comenta León.

Foto tomada por Belén Miranda (@be1enss)

Los encargados del coro esperan que este se convierta, en un futuro, en un referente musical para la comunidad queer. Para eso tienen distintos objetivos: viajar, hacer giras y que la idea sea reproducida en otras regiones.

“Nuestra primera meta ahora es establecernos como un coro, que este espacio tenga vida propia. De ahí, a mediano plazo, yo creo que sería bueno poder ir complejizando las obras que veamos, agrandar el coro, abordar cosas mucho más grandes y mucho más entretenidas. Y yo creo que a largo plazo nuestra misión sería hacer (del coro) una especie de estandarte de las diversidades y los espacios seguros en Chile”, comenta Holm.

Para el músico es emocionante ser pionero:

“Genera un poco de ansiedad, una mezcla de muchas emociones, pero yo creo que lo principal que sentimos y compartimos todos, es como un calorcito: un cariño para con el proyecto. Sabemos que justamente es innovador, necesario e importante”, dice.

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Kmcero

Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl